¿Cuál es el rival que más le conviene a España en cuartos? (Debate CF)

Ni bien España se aseguró su lugar en los cuartos de final, comenzó el tradicional debate sobre cuál sería el rival más “accesible”. Dicho de un mejor modo, cuál sería el rival que, a priori, uno elegiría en caso de poder hacerlo. Es cierto que no hay equipos fáciles en estas instancias, y que todos están en condiciones de obtener un triunfo, pero la realidad es que siempre hay preferencias.

ARIEL
Si dependiera de mí, no elegiría a Rumania como rival. A nivel individual, es evidente que España presenta un plantel con una mayor riqueza técnica. El conjunto balcánico cuenta con un grupo sólido, de jugadores utilitarios, con gran coraje y amor propio. Pero más allá de estas características, no menos importantes por cierto, sólo presenta dos elementos de destacadas cualidades: Mutu y Chivu.

Aún cuando el anterior aspecto indique lo contrario, sigo insistiendo en que Rumania no es mi rival preferido. En caso de sobrepasar con éxito el grupo más difícil del certamen, los de Víctor Piţurcă llegarán a los cuartos de final desprovistos de cualquier tipo de presiones. Una eventual clasificación rumana, dejando en el camino nada menos que a los dos finalistas del último mundial, sería uno de los mayores éxitos de este conjunto en los últimos años.

Desde aquella buena producción en el mundial de Estados Unidos, cuando Hagi y compañía dejaban fuera de combate a una selección argentina plagada de figuras, el fútbol rumano sólo ha vuelto a experimentar una alegría similar y fue en la Euro 2000. En aquel entonces, dos pesos pesados como Alemania e Inglaterra quedaban eliminados en la fase de grupos debido al buen rendimiento de los rumanos. La diferencia con la actual competencia es que en ese momento, la presencia de varios de los héroes de 1994 hacía incuestionable que aún no se había completado una verdadera emancipación con respecto a aquella generación.

Aunque en el plantel persisten varios de los jugadores presentes hace ocho años, los estandartes del equipo son llevados por representantes de la nueva camada de futbolistas rumanos, que busca conseguir su primer golpe importante. Alcanzar los cuartos de final, en estas circunstancias, significaría volver a casa con la misión cumplida, independientemente del resultado que se produzca.

No se si la condición de favorito es la que le sienta mejor a España. Es cierto que enfrentar a italianos o franceses supone un riesgo mayor por la riqueza de sus equipos. Pero esa misma cantidad de variantes es la que dejaría a los dos finalistas del último mundial en la obligación de ganar y superar a los de Luis Aragonés.

Correr desde atrás y no llegar como favorito puede ser bueno cuando se enfrenta a un equipo con muchas necesidades. Las pobres producciones futbolísticas de galos e italianos ante Rumania, sumadas a las duras goleadas a cargo de Holanda, pusieron todas las miradas sobre ellos. Ahora sólo les queda ganar, para salvar el honor y no quedar en ridículo. Jugando bajo presión es cuando las numerosas estrellas pueden llegar a rendir en su mejor forma. Ya se vivió en el mundial y es preferible enfrentar a un Mutu sin presiones que a un Henry furioso, que sabe no tiene lugar para el error y debe dejar todo.

Dentro de la cancha puede pasar cualquier cosa, pero en la previa, yo no estaría tan seguro de que Rumania es el rival indicado.

GARRINCHA
Si dependiera de mí, si elegiría a Rumania como rival. O mejor dicho, haría lo posible por evitar a Francia e Italia. Una vez se ha hecho imposible el poder enfrentarnos a Holanda como rival en cuartos por la clasificación matemática de ambos como primeros de grupo, creo que la opción rumana es la opción más factible para los chicos de Luis.

Si bien parece que los Tricolorii encararían un hipotético choque contra España liberados de toda presión, este axioma no es del todo cierto. Obviamente, superar un grupo de la enorme categoría del suyo no es labor sencilla, pero la posibilidad de clasificarse a semifinales por primera vez, convirtiéndose en la mejor generación histórica del fútbol rumano (quizá no en cuanto a futbolistas talentosos pero si en resultados) es una presión añadida que compartirían con la selección española, obligada si o si a superar de una vez la barrera de los cuartos de final. Además, siempre estará por ahí Gigi Becali y demás capos nacionales dispuestos a ofrecerles el oro y el moro por cada ronda superada.

Por otro lado, encontramos la ausencia de experiencia en fases decisivas de grandes competiciones internacionales de algunos de sus jugadores más importantes como una baza favorable de la que La Roja debe sacar partido. Es un hecho que los jugadores la zona balcánica y los Cárpatos son extremadamente competitivos, pero ello no debería ser óbice para que una selección española repleta de jugadores acostumbrados a lo máximo en sus clubes lograse superarlos.

Mirando las otras posibles opciones, aparecen el campeón y los finalistas del pasado Mundial, con planteles repletos de estrellas de primer nivel acostumbrados a encarar (y superar) estas instancias aún en las peores condiciones. De Italia ya sabemos que tiene más vidas que un gato, que hace de cada encuentro una guerra, que necesita media ocasión para convertir y que no te gana siendo mejor que tu, sino haciéndote ser más malo que ellos. Por si fuera poco, a su mística y el saber hacer característico hay que agregarle el hecho de ser los vigentes campeones mundiales. Pirlo maneja la Azzurra a su antojo, con una maestría casi inigualable. Cassano y Del Piero derrochan una clase de la que Luca Toni se aprovecha a la perfección. Gatusso, Ambrosini y Camoranesi aportan un trabajo impagable para su equipo que los hace casi infranqueables.

El otro posible contendiente sería el once del gallo, una Francia que hizo una pésima primera fase en el pasado Mundial (como ahora en esta Euro) pero gracias a la veteranía de sus jugadores y las últimas gotas de talento de Zidane se plantaron en una final que merecieron llevarse pero el infortunio (y Materazzi) les negó. Su timonel principal, Ribery, llega tras completar una temporada fabulosa en el Bayern Munich. Su medio del campo es fuerte, rocoso, áspero. Por las bandas, Malouda es un puñal, el poker de delanteros es cuanto menos abrumador e incluso en los laterales guardan potencial ofensivo, con Patrice Evra como mejor referente.

Por las razones expuestas en estos 2 anteriores párrafos, además de porque nos tienen tomada la medida, es por lo que prefiero a Rumania como rival, tal como expuse al comienzo de mi argumentación. Sin duda para nada sería sencillo imponerse a los rumanos, pero creo que un boleto para semifinales sería un poco más factible contra ellos que contra el resto de posibles rivales.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En esta estoy contigo, Garrincha. Yo, de ser posible, siempre trataría de evitar un cruce con Francia o Italia, porque todos sabemos lo que crecen estos equipos en esta clase de instancia, más allá de que estén jugando mal en este certamen. En el mano a mano siempre cambian, sobre todo los italianos.

De todos modos, no creo que Holanda se deje perder con Rumania. Bah, yo si fuera Van Basten ni lo dudaría, pero creo que van a apelar a la deportividad... o no. Ya veremos que sucede!

Saludos amigos!

Martín dijo...

Para mi nuestro problema no es ya solo pasar o no de cuartos, sino el vencer a una seleccion grande, en un partido oficial...algo que no hacemos desde la eurocopa de 1984...justo en la ultima que hicimos algo importante.

Si me dan a escoger, me quedo antes con Rumania que con Italia o Francia, de todas formas, mas que nada porque es un rival de buen recuerdo en general, de esos que si se nos da bien.

Mauricio dijo...

Yo creo que España pierde con cualquiera jeje.

No ya en serio, es dicifil enfrentar a uhn sobreviviente del grupo de la muerte, cualquiera que sea. En todo caso, veo a Francia mas floja que en el mundial y ahora si Zidane. Si fuera español, elegiría a Francia...

Martín dijo...

Pues me da que jugamos con quien menos deseabamos los aficionados españoles...


Italia, ra,ra,ra...