Hull, Jamás volveremos a ser Sísifo

Cuenta la mitología griega, tan llena de lujuria y crueldades (cual telenovela venezolana), en uno de sus muchos mitos, que un hombre que no quería morir (hasta el punto de encadenar a la muerte cuando acudió a recogerle), fue condenado a pagar su osadía subiendo día tras día, año a año, por toda la eternidad, una piedra a lo largo de una ladera hasta la cima de una colina. Cuando llegaba hasta allí, la piedra rodaba montaña abajo, y su labor debía comenzar de nuevo.

Sísifo, tal era el nombre del desdichado, pero si en lugar de mitología griega habláramos de fútbol, su papel hubiera podido ser representado hasta este momento por el Hull City.

Y es que su condena duro 104 años y dos meses, casi una cadena perpetua.

El Hull jugó desde el mismo año de su fundación en la segunda división del fútbol británico. El 1 de septiembre de 1904, apenas tres meses después de su nacimiento, se produjo su debut en la categoría de plata del fútbol ingles (la mas baja existente en ese momento), enfrentándose ese histórico día contra mi querido Notts County, empatando a dos con los magpies de Nottingham.

Desde entonces, a pesar de llegar a disputar 53, si, 53 temporadas en segunda, jamás pudo dar el paso adelante final, como Moisés, solo podía contemplar la tierra prometida, pero jamás llegar a pisarla. Un siglo, en infinito en el mundo del fútbol, siendo el eterno segundón.

Terceros en la pasada temporada regular de la Championship (pensar que hacia apenas cuatro años aun le tocaba pelear por el ascenso… en la cuarta división), luchando hasta la ultima jornada por el ascenso, parecía que su maldición continuaba.

Sin embargo, en la semifinal de los playoffs de ascenso, arrasaban al Watford.

Era ese día o nunca. A un paso, nada más que a un paso de la gloria, se dirían los hinchas, ese 24 de mayo de este año, en Wembley. Si los dioses podían perder, si el destino caer arrodillado, este era el momento y el lugar.



Y cuando Fraizer Lee Campbell regateaba en el área, uno tras u otro, a los defensas del Bristol, sacándose de la chistera un prodigioso pase, que iba, como conducido por el alma de todos las generaciones de tigers que jamás llegaron a disfrutar de la absoluta felicidad, hacia la pierna derecha de Windass, y escuchamos al locutor pronunciar simplemente su nombre, mientras desde el borde del área la parábola del veterano se dirigía imparable hacia su meta, en ese momento, comprendimos que incluso la eternidad puede ser derrotado, los dioses vencidos, el destino encadenado, si se trata de hacerlo con un balón entre las piernas.

Después llego el tiempo de las celebraciones, la preparación de la temporada, los fichajes, la espera…hasta la tarde de hoy, 16 de agosto del 2008, el día en el que la ciudad de Hull veía por primera vez fútbol de primera.

El invitado de honor a tan magna fiesta, los chicos del Fulham.

Pero estos demostraron ser huéspedes maleducados, y apenas ocho minutos después de comenzar el encuentro, con el gol del coreano Seol Ki-Hyeon, amargaban la fiesta a sus anfitriones.

Pero si algo llevo al Hull al lugar donde se encuentra, es el coraje y la lucha. Y lejos de rendirse, continuaron en busca del empate. Que no tardo en llegar, con un esplendido remate de Geovanni desde fuera del área.

Y así, en pugna, continuo el encuentro, hasta que a falta de 9 minutos, un pase largo del Hull era recogido torpemente por un defensa londinense, un atacante atigrado, mas despierto, se lo robaba, y daba el pase de la muerte a Caleb Folan.

2-1, Y el KC Stadium estallaba.

Poco después el final. Ahora quedan 37 finales mas, para que lo que tardó más de un siglo en llegar, no sea solo una pausa pasajera.

Estamos aquí, y aquí nos queremos quedar, y quien quiera echarnos…Que venga preparado.

Somos duros, somos fuertes, somos los tigres de Hull…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siéndote sincero, conocía muy poco del Hull hasta este año. Pero desde que conozco su historia a través de tu blog y otros cuantos más, me cae muy bien. Hoy me alegré mucho cuando escuché el resultado y ví el resumen. Espero que se salven, cómo sea.

Saludos.
Saque de Esquina

Garrincha dijo...

Genial el Hull, me alegro mucho por su afición que un siglo después comienza un campeonato con la mayor ilusión del mundo. Ojalá que esta victoria no sea un grano de arena en el desierto, sino el comienzo de una permanencia que se les antoja como objetivo casi titánico.

Por cierto, ¿os gusta el Widget que hemos colocado del Hull? Será el equipo que más sigamos esta campaña en el Café, por ello lo elegimos como protagonista del widget.

Un saludo!