Mi vuelta al Fútbol, crónica de una fiesta

Mucho, mucho tiempo ha pasado desde aquel infausto agosto de 95, cuando por última vez (quien me lo iba a decir por aquel entonces) acudí a un campo de futbol, para presenciar un partido en vivo. Fue aquel la presentación del Ecija Balompié en la que iba a ser su primera temporada en segunda, con el debut de Rafael Gordillo, fichado poco antes, y enfrentándose al Sevilla FC, que acababa de pasar el trago más amargo de su historia (y con el, yo, que fue en esos días cuando me volví verdaderamente Sevillista). Un 1 a 1 final, en un partido nocturno en un campo estrecho y sentado en una grada portátil que se levantaba en un lateral. Así terminó por más de una década mi relación con el fútbol a pie de césped. No es que antes fuera precisamente un asiduo, pero si me deje caer mas de una vez por las gradas del viejo almarjal y posteriormente del flamante Cartagonova.

¿Motivos? Supongo que son variados. A un cierto distanciamiento respecto al fútbol durante unos años, mi economía escasa, los precios abusivos de las entradas o el que mi círculo de amistades no es precisamente demasiado futbolero (antes básicamente iba al fútbol, cuando mi abuelo venia de visita a Cartagena, cuando este, ya desaparecido, dejo de tener fuerzas y ganas de viajar o de ver fútbol…las mías también), se unía, porque no decirlo, el nivel de estupidez visto en las gradas. Odio tener gente al lado gritando e insultando al árbitro sin parar (y encima, en el 90% de los casos, sin razón), y eso era lo típico a lo que asistía cada vez que iba al campo. El fanatismo (y la mala educación) me repele, y el fútbol parecía un terreno demasiado abierto para ese tipo de elementos.

Domingo 31 de mayo, 2009.

Pero casi catorce años después, iba a romper la racha. E iba a aprovechar de paso, para realizar una especie de experimento, en primera persona, cual si uno fuera una rata de laboratorio (como mucho lo seria, como me han llamado muchas veces, de biblioteca, todo sea dicho). Es decir, uno de los motivos para acudir al estadio, era vez las sensaciones que iba a tener, fijarme en cosas como el grado de visión del partido y sus incidencias desde nuestras localidades, palpar el ambiente…intentar comprobar que era eso tan mágico que existe muchas veces en un campo, y que nunca he podido realmente disfrutar…salvo en el Baloncesto (si, lo reconozco, aunque me interesa cien veces mas el futbol que el baloncesto, me he divertido siempre mas viendo en vivo partidos del deporte de la canasta).

De todos modos, antes de nada, hay que decir que a este choque le iba a faltar algo, seguramente lo mas importante de todo, tensión. Se trataba de la ida de la final por el titulo de 2ºB, algo que a los aficionados en general les traía más bien al pairo, lo realmente importante, se había logrado ya, con el ascenso a segunda. De hecho, hasta yo iba sin tensión, gustándome los dos equipos (mucho mas el visitante, eso si), me daba un poco igual el resultado, tan solo quería goles.

Cartagena-Cádiz. Este cartel, que me hubiera hecho tachar de iluso a quien me lo hubiera insinuado al principio de campaña, me hacia casi imposible evitar la tentación de acudir al campo…y mas viendo el precio de las entradas (10 euros en tribuna alta, 5 en cualquier otro sector del estadio). Convencí a un amigo para acudir al campo, y junto a un conocido suyo que fue el que nos consiguió las entradas, acudimos al mismo.

El encuentro comenzaba a las 19:00, pero nosotros, con ganas de vivir la “previa”, nos acercamos al estadio en torno a las 17:45. Y ya había gente, bastante, y más que iba llegando en los siguientes minutos. De hecho, nos encontramos a bastantes conocidos, gente que no había pisado una grada en mucho tiempo…al menos para ver un partido de fútbol (y es que en el Cartagonova se realizan otro tipo de espectáculos, seguramente mucho más masivos en general que los encuentros del Efese…).

Entramos en torno a las 18:30 (Tribuna baja), tras haber dado un par de vueltas al estadio (había bastantes hinchas gaditanos, confraternizando amistosamente con los locales…me recordó a esa famosa frase del señor Lobo en Pulp Fiction…como se notaba que ese día todo era amistad y nubes de color rosa, y no había nada real en juego…), y el aspecto era espectacular.

14000 espectadores (al menos esa fue la cifra que se dio luego), casi lleno. Y realmente el graderío ofrecía una visión magnifica. Además, se notaba que la gente andaba con ganas de fiesta, de celebración tras tanta frustración (futbolística) acumulada.

Eso si, a pesar de adelantarnos media hora al pitido del arbitro, los sitios mas o menos decentes ya estaban ocupados…así que nos toco casi a ras de césped (bueno, del foso que separa grada y césped), justo al lado del banquillo cadista…que nos fastidio buena parte de las jugadas en ese sector del campo, en el transcurso del match.

Unos minutos después, comenzó el show. Salida al campo entre aplausos de la plantilla al completo, discursos (inaudibles, al menos para mi) de presidente, entrenador y capitán, placas conmemorativas, fuegos artificiales, globos al aire…

Luego, poco antes del inicio, el Cádiz salio primero al campo, entre aplausos…que se convirtieron en atronadores cuando en un gesto hermoso (aunque también algo tribunero, como dirían los argentinos) hicieron el pasillo de campeón al conjunto local (que a buen seguro, hará lo propio en la vuelta).

Por cierto, ahora una tanda de curiosidades antes del saque inicial:

-A nuestro lado se colocaron tres preciosas mujeres (bueno, dos de ellas al menos) que concitaron la atención general. No, no exagero, los fotógrafos que estaban en el campo, curiosamente comenzaron a sacar instantáneas del sector de la grada donde nos ubicábamos, pero lo mas grande fue cuando uno de los suplentes del Cádiz intento ligar, desde el banquillo, con la rubia, al grito de “¡Yo también juego en el Cádiz ,eh¡

- El entrenador del Cádiz, Xavi Gracia, que pasaba realmente desapercibido (vestido con chándal, a diferencia de Paco Jemez, el mister local, que iba embutido en un traje impecable), tuvo que ser señalado por el delegado cadista a los fotógrafos…porque no sabían quien de los que estaba en el banquillo, era el DT…

Y empezó. El Cartagena salio con ganas, animado por los gritos de su afición, presionando sobre el área visitante…

A los 25 minutos, el partido iba ya 0 a 2, con doblete de Rubiato. El conjunto amarillo, letal, dos llegadas, dos goles.

A falta de un triunfo, la afición se distraía con otras cosas ,sobre todo con la rubia, a la que algún “Ingenioso” hincha dedico el siguiente cántico: “Estamos viéndole las tetas a la rubia del móvil", haciendo la ola (lo admito, no me levante, vago que es uno) o metiéndose con el arbitro (las cosas que no cambian…y eso que si a alguien favoreció, fue al Cartagena).

Ah, y aquí quiero hacer un inciso. La gente, al menos la que ocupaba una posición como la mía, no puede ver un Carajo. Es decir, protesta por protestar prácticamente siempre, por presionar...pero que no me digan que es porque ha visto claro algo, los que estaban a mi lado silbaron y se indignaron unas cuantas veces, por acciones que era imposible que hubieran sacado algo en claro…no se, supongo que me dejo llevar por un cierto instinto de deportividad que no existe realmente en el mundo del futbol, pero confieso que me molesta ese tipo de cosas. Cada día admiro mas a los árbitros, viendo la actitud de la gente. Y otra cosa…ya podían poner los banquillos subterráneos, narices, mira que molestan a quienes están detrás…

Descanso. Yo me ponía los cascos, para escuchar como andaban los partidos de la jornada para el descenso, mientras mis compañeros se dirigían a la cantina, a conseguir provisiones liquidas (yo al menos andaba con una sed de caballo, cosas de comer pipas con mas sal que cáscara).

Lo malo es que la misma idea la tuvieron al tiempo unas cuantos cientos de personas mas, y no aparecieron de vuelta hasta ya comenzada la segunda mitad(con una cerveza mas tibia que fría y pagada a precio de oro…).

Esta fue como la primera, con un Cartagena atacante, pero un Cádiz serio, que demostró a lo largo del choque ser un autentico equipo. Me gusto mucho la dirección de Gracia (que se paso todo el partido de pie), el trato con los jugadores y su actitud general, reconozco que me cayo simpático.

Solo un penalti y expulsión (seguramente demasiado riguroso) metió en el partido al Cartagena, pero ni con esas los amarillos se vinieron abajo, sino que supieron seguir jugando con rigor, llevándose finalmente la victoria.

Tras el pitido final, la gente salio, con una sensación agridulce, aunque sin demasiada tristeza por la derrota. De hecho, lo que se oía comentar era que el Betis iba a visitarles la próxima campaña, ya se estaba corriendo la voz de cómo había acabado la liga, y del desastre verdiblanco.

Y luego…el tercer tiempo, posiblemente lo más interesante del día, que acabo lamentablemente con este redactor sucumbiendo miserablemente ante los efectos de la birra (uno que tiene poca resistencia al alcohol…mira que es triste emborracharse con tres tercios…), con lo que mejor corremos un tupido velo a partir de aquí…

Lo reconozco, no note demasiada añoranza de la grada, si ya me cuesta horrores ver un partido completo por la tele, con la ventaja que da el poder disfrutar de las repeticiones, por lo aburrido que se me suele hacer el futbol actual, en el campo no cambian demasiado las cosas...creo que para ser aficionado “de verdad”, hay que tener una serie de cualidades naturales…que a mi me faltan. Por ejemplo, que te guste estar rodeado de un montón de gente (a mi las concentraciones humanas masivas me agobian, y en si el concepto de masa se me hace insoportable, individualista que es uno), no tener vergüenza alguna en saltar, jalear y animar (uno es tímido por naturaleza) y disfrutar sufriendo (como el que ve una película de terror…cosa que yo jamás haré, me dan miedo). En fin, es lo que tiene estar mas interesado en todo lo que rodea el futbol (y hablo de su historia, de los escudos, de las camisetas…), que en lo que es juego en si…

7 comentarios:

web dijo...

Sensacional Martín!

Me alegro de tu vuelta al fútbol en vivo, aunque a tenor de la posición por tu foto y por los comentarios de lo que rodeaba el partido, jeje, te centraste más en el ambiente y en el hecho que en el juego en si...

Me ha encantado el artículo, y ahora entiendo cierto comentario en el feisbuk, jijiji...

Un abrazo fenómeno!

Ariel dijo...

Interesantísima historia, Martín.

Aunque difiere de mi situación como fanático, en muchos aspectos me siento identificado con tu relato.

Primeramente, estoy totalmente convencido que lo mejor del fútbol es lo que lo rodea. Colores, camisetas, escudos, tradición, nada como eso cuando el deporte propiamente dicho ya está absolutamente contaminado por el dinero, la corrupción y la necesidad de vender un producto, marketing que le llamamos los más técnicos.

Concurro habitualmente a ver a Quilmes, pero lo hago más por inercia y por estar cerca del estadio que otra cosa. Disfruto mucho más mirando el entorno que el partido.

Y JAMAS podré entender a aquellos que sufren viendo un encuentro (cualidad "de hincha" que nunca tendré). Me resulta imposible pensar en volverme a mi casa triste contando las monedas para el autobús mientras los jugadores se van a sus hogares en autos de lujo y con la certeza de tener unos cuantos días de descanso.

¿Cómo podríamos amargarnos nosotros por lo que ellos hacen mal? ¿O acaso los jugadores van a venir a mi casa al grito de "Viva Ariel" si algo me sale mal en mi empleo?

Distintos puntos de vista, que aumentan de manera exponencial cuando el fútbol se torna más profesional y mediático.

¿Algún hincha del Manchester debería sentir amargura por la final de la Champions mientras Cristiano Ronaldo duerme en mansiones millonarias?

Carlos Pérez dijo...

Gran Historia!!
A mi personalmente también me dan miedo las pelis de terror (y a pesar de eso mis amigos me quieren joder viendo las del payaso diabólico, que miedo coño), pero sí que me 'gusta' sufrir en el campo. Si el partido va mal pues no es que lo pase mal, pero si me cabreo un poco, o me entristezco... pero una vez acabados los 90 minutos, ale, a casita y ya nada, feliz como unas castañuelas.

Y lo de los partidos, soy abonado al Murcia y suelo ir, me gusta eso, y coincido contigo en lo de ver partidos por la tele, me cuesta mucho si no es un gran partido. Y si es un partidico pequeño, le tengo que dar la emoción yo, y tengo que ver qué se están jugando, lo que se consigue, etc. Por ejemplo el del Alcoyano-Cartagena lo vi y me gustó mucho, por todo lo que se jugaba.

Saludos MartíN!

cityground dijo...

Muy buena crónica, una de las cosas que mas han cambiado estos en los estadios es la presencia femenina (al menos en España), algo que se agradece.

Es bonito el Cartagonova, siempre me ha recordado mucho al Castalia.

A mi me encanta ir al fútbol, cada dos semanas mi partido del Huesca es sagrado, siempre he ido incluso cuando estábamos en 3ª y había cuatro gatos, ahora en 2ª hay mucha mas gente y mas ambiente pero también mas bocazas e impresentables. Los amigos de la peña nos sentamos en el mismo sitio desde hace años y con algunos es en el único sitio donde nos vemos, cosas de hacerse mayor y tener familia.

Julípides dijo...

Jaja, qué gracia. Precisamente el mismo día volvía yo también a un campo de futbol después de una ausencia no tan larga (unos siete u ocho años), pero en mi caso fue a Anoeta.

Martín dijo...

@Jpx: hombre, tenia que estar atento por que luego queria plasmarlo aqui (y a la rubia tambien, lo admito), y porque en si, el juego no dio para mucho...

Ejem,¿me recuerdas el comentario?

@ Ariel: Yo soy de los que sufren en un partido, y se que todo lo que dices es cierto, pero no puedo evitarlo, es si...por eso procuro no verlos. Y si, los jugadores son lo que son, pero por eso para mi es lo menos importante del futbol, a mi me importa mi equipo, y sera mi equipo juegue un jugador u otro, por eso la relacion que mantengo con ellos es simplemente de respeto, me conformo con que sean profesionales, y mientra esten en mi club lo hagan lo mejor que puedan. Ya me gustaria poder ser indiferente...pero me es imposible.

@Carlos perez: Normal que si vas a ver al murcia, le tengas que dar emocion tu, jugando como juegan...:-P

@City: Es que el cartagonova es muy parecido a castalia, y casi una copia del mini estadi de barcelona, tenia antes cerca de 20.000 plazas, pero las recortaron a nas 15000 al ponerle asientos.

@Julio: Y buena suerte le dimos ambos a los locales eh...

Anónimo dijo...

yo esta temporada e visto los 17 partidos en el ''REGAXOL'' el estadio muy modesto del ekipo de mi pueblo, del k reconozco ke me gusta muxo, soy hincha aferrimo(aun estançdo en primera regional)y si os digo la verdad los arbitros, como a dixo martin en este fantastiko artikul(felicidades) no tienen el xk de ser inkrepados, son personas i se van a ekivokar siempre, kn el niko k me enfade fue kn un awelo lo menos 70 años k vino al estadio a ver a mi ekipo frente al vallada gano mi ekipo 2-1 remontando y madre le llege a meter un puñetazo en la kara me llamo gordo, la verdad lo estoy pa k mentir, xo no me gusta k me lo diganj, al pobre arbitro lo tenia artito i mis amigos me tuvieron kl parar si no me lo kargo
weno salidos soy LONDON ROAD DESPUES DE 1 MES jeje x cierto el ekipo, se llama pobla llarga i lo mas k a estado a sido la tercera aunk aora esta en primera regional konfio en k welvan los tiempos de gloria i de asientos en las gradas xq JODER!