Donde mueren los elefantes


Uno de esos mitos que se me han quedado grabados a fuego en el interior de la mente, desde mi cada vez más lejana infancia, se encuentra a medio camino entre lo cinéfilo y lo literario.

En muchas películas de aventuras (Tarzanes incluidos) o novelas del mismo cariz, encontramos referencias a una especie de “El Dorado” de marfil, al lugar donde los viejos paquidermos van a morir, en un rincón apartado y desconocido, en lo mas profundo de la floresta, apartando de las garras de la codicia humana sus preciados colmillos. ¿Quien no soñó alguna vez con encontrar ese camposanto marfileño, caminar entre las relucientes osamentas bajo un silencio sepulcral, sin atreverse a perturbar el descanso eterno de los gigantes mancillando sus tumbas , y retirándose de allí de nuevo, sin nada entre las manos, y dispuesto a defender para siempre el secreto de sus ocupantes?

Supongo que el halo romántico que envuelve el mito hace imposible evitar sentir atracción por el, y uno desearía en lo mas profundo de su corazón que los “Cementerios de elefantes” existieran de verdad…para al momento arrepentirse y creer que lo mejor es que permanezcan para siempre como leyenda…porque allí nunca podrán ser destruidos.

Tal vez algunos penséis que esta referencia nos va a llevar a hablar del estadio del Colon Argentino, cuyo apodo es precisamente ese, “El Cementerio de Elefantes”, pero no es esa mi intención, aunque ya que estamos por ahí, comentar que tan precioso apelativo hace referencia a los muchos “gigantes” del futbol que cayeron durante un breve periodo en el campo de los rojinegros, imparables cuando ejercían de locales, incluyendo entre sus victimas al Santos de Pele.

No, no es en Argentina donde encontraremos a nuestro protagonista, pero si que vamos a conocer uno de esos míticos cementerios de elefantes (futbolístico) en el que se convierte un campo abandonado…

Este verano, escribiendo sobre una tragedia aérea en Surinam, descubrí un equipo al que no conocía. Uno de las victimas del accidente, jugaba en el FC Wageningen.

Este club holandés dejó de existir en 1992, victima, como tantos otros, de una desastrosa situación económica.

Sin haber llegado a ser nunca un equipo poderoso, contando con tan solo dos campañas en la elite del futbol profesional neerlandés, sin embargo la institución había sido capaz de ganar dos copas nacionales (la del 39 y la del 48), además de poder contar con orgullo su gesta en Eindhoven…

21 de diciembre de 1977, el PSV recibe en casa al FC Wageningen en partido copero. Se presentaban los locales como invictos en el campeonato liguero, habiendo recibido solo 8 goles en 18 jornadas. Sin embargo, en uno de esos raros encuentros que de vez en cuando evitan que el futbol sea matemático, para volverlo metafísico, fueron los verdes los que se hicieron con la victoria…y no una cualquiera. El 1 a 6 final supuso la derrota mas humillante en casa del conjunto rojiblanco en toda su historia…aunque todo sea dicho, casi mas humillantes eran los pantalones que lucia el equipo ese día (ver imágenes del partido al final de este video).

A pesar del amargo final de la entidad, lo más increíble de todo es que, 18 años después, Wageningse Berg, el estadio del equipo, sigue existiendo. Con un césped mantenido en perfecto estado, las gradas son de vez en cuando limpiadas por voluntarios, muchos de hechos hinchas del fenecido club. A pesar de ello, en ocasiones la fuerza de la naturaleza nos hace encontramos con imágenes como la que encabeza el articulo (la principal causa de hecho de que este este siendo escrito, a veces hay imágenes que merecen un post), o las que podéis ver en esta fantástica galería

Pero lo que realmente da pie al titulo de este pequeño recuerdo a uno de esos cadáveres que el fútbol va arrojando en su camino, es este video con el que terminamos. Hace no demasiado, veteranos del Wageningen y el Vitesse se reunieron para la disputa de un partido amistoso. El campo volvió a lucir sus mejores galas por un día, y por un instante, seguro que a muchos les pareció que el muerto había resucitado… Ver esas imágenes del final del encuentro con los viejos jugadores al lado de hinchas de un club cuyo recuerdo aun no se ha perdido con el viento, es emocionante, y te hace pensar en la existencia de lazos invisibles, mas allá del dinero, el triunfo y la fama. Tal vez allí. al final de la madeja, encontremos la esencia del verdadero futbol…No dejéis de verlo.



Anexo

- La primera parte del documental, con imágenes históricas del club.

5 comentarios:

hugo charles dijo...

genial, es aqui donde se demuestra que el futbol va mas alla de cualquier cosa de corrupcion y cosas malas


Genial el post!!!

Bruno Gimenez dijo...

que tristeza que no se siga jugando al futbol alli, un estadio que envidian muchos clubes en actividad

cuantas trabas, cuando solo se necesitan dos arcos, once jugadores y una pelota...

cityground dijo...

Vaya historia, muy emotivo el video, curioso las gradas con las plantas y arboles pero el césped esta bastante cuidado. Ni idea que tuvieran 2 copas holandesas, y ese 1-6 al PSV increible.

Pero ¿Por qué no le refundaron?, ¿no hay otro equipo ahora en la ciudad?.

Martín dijo...

City, existe un equipo, pero amateur(ya sabes,hasta esta temporada, que parece que la cosa va a cambiar, el futbol profesional y el amateur han estado separados en Holanda), el WVV Wageningen.

Mauricio dijo...

Preciosa história, que refleja la escencia del fútbol. "solo muere a quien se olvida" dice una frase.