Tomar (o no) la decisión adecuada
De lo que más se ha hablado estos últimos días y en especial desde las últimas horas del día de ayer es de los esperados movimientos finales del mercado futbolístico europeo. El extraño final del caso Robinho, la ansiada llegada de Berbatov a Old Trafford, el inesperado regreso de Diego Milito al Genoa, Quaresma como guinda del Inter de Mourinho o el sorprendente traspaso de Fellaini al Everton han sido seguramente algunos de los movimientos más importantes que nos ha dejado el mercado, aunque aquí somos un poco más redundantes y queremos echar un vistazo a algún que otro movimiento extraño que nos ha llamado la atención.
Sin ir más lejos, el paso de jugadores como Rafael Sobís y Valdivia al fútbol árabe. No es un crimen (o sí, si lo miramos desde el aspecto puramente futbolístico), pero resulta obvio que no se han marchado a los Emiratos Árabes por la gran tradición balompédica de este país, sino por el poder que los petrodólares han ejercido sobre ellos.
Ojo, esto es algo totalmente lícito. No seré hipócrita, todos queremos siempre mejorar económicamente, pero el fútbol no es un trabajo cualquiera, ni si quiera un deporte más para aquellos que lo amamos, sino una forma de vida, unos colores tatuados a fuego en el corazón. Quizá de haber sido futbolistas lo veríamos de manera distinta, pero eso ya no lo sabremos.
Tanto de uno como de otro puede decirse que han escogido el camino fácil ya que en esa liga no tendrán rivales de verdad con los que medirse. No, esto no es un menosprecio al fútbol árabe, pero creo que huelga enumerar las razones futbolísticas que diferencian el balompié de un lugar y otro.
Lo que no comprendo es como un jugador como el ya ex-bético Rafael Sobís, campeón sudamericano hace 2 años siendo la referencia ofensiva del Internacional de Porto Alegre, prefiere sacos de dinero a intentar dar lo mejor de sí en algún club puntero europeo. No ha destacado sobremanera en su etapa blanquiverde por diversos contratiempos, principalmente por las lesiones, pero su potencial es más que sobrado para haber ofrecido un rendimiento muy superior al que mostró. Ahora se ganará la vida en el Al-Jazira que entrena Abel Braga, técnico suyo en la etapa de ambos en el club gaucho.
Caso similar al del brasileño es el del talentoso mediapunta chileno (aunque de origen venezolano) Jorge Valdivia, que ha desplegado su magia por los campos brasileños con la elástica del Palmeiras durante dos maravillosos años en los que debo admitir que me encandiló. Más allá de haber protagonizado algunos escándalos (no siempre sobre el tapete), el díscolo Maginho, como cariñosamente lo apodaba la afición del Verdão, tiene categoría de sobra para jugar en cualquier campeonato de primer orden mundial, como mínimo en un club de nivel alto, sin llegar quizá a la exigencia de todo un Manchester United o un Internazionale Milano pero si para desempeñarse en un O.Lyon o B.Dortmund. Su futuro pasa ahora por el club Al Ain, institución con más títulos ligueros de EAU.
Ojalá ambos sepan rectificar lo antes posible y regresen a una gran liga acorde a la calidad que atesoran sus botas. Mauro Zárate supo hacerlo cuando parecía que se estancaba, pero ahora golea en el Lazio (y durante el tramo final de la pasada campaña en el Birmingham, al que casi salva él solo). Otros como Thiago Neves han escogido una opción más acorde a su carrera, llegando a un Hamburgo donde gozará de muchos minutos en un equipo de alto nivel que peleará la zona alta de la Bundesliga, pero sin la presión de jugar en alguno de los clubes más potentes del mundo, pudiendo adaptarse al fútbol europeo con más calma y progresar en un ambiente más adecuado para alguien de su talla. Diego, compatriota suyo que juega en el Werder Bremen, ha demostrado con suficiencia su calidad y desde hace tiempo se espera que dé el salto a algún grande del Viejo Continente.
¿Se cansarán pronto nuestros protagonistas de jugar en un campeonato tan pobre o desarrollarán ahí su carrera dejando de lado la gloria por un puñado de petrodólares? Solo el tiempo dirá si su decisión fue la adecuada.
Comentarios
Esos paraísos deberían ser para jugadores acabados, como Cañizares, Khan...etc
Los petrodólares ganan enteros: que un jugador como Sobis, con todo por ganar, acabe en tan exótico retiro es difícil de asimilar.
Un abrazo, garrincha.
www.atleti1903.blogspot.com
Un saludo.
Acaso una especie de año sabático de Sobis?
Estoy de acuerdo con Martín, realmente les importa un poco el fútbol???