Los rivales del Hull siguen hundiendose

Hace un tiempo, escribíamos aquí sobre lo que fue una campaña en la liga inglesa, la temporada 1935-36, con un significado especial por lo que significaba de ruptura con los viejos tiempos.

En aquella liga, dos equipos ahora poco conocidos disputaban sus partidos en la máxima categoría, uno de ellos en lo que era su debut en la misma.

Se trataba del Brentford, uno de esos al parecer casi infinitos clubes londinenses, que aquella temporada logro un histórico quinto puesto final.

Nuestro segundo(y principal) protagonista, el Grimsby Town, es representante de uno de esos oscuros puertos del noroeste de Inglaterra que tanto futbol han conocido y disfrutado, antes de que la historia, la economía, los nuevos tiempos y la poca pesca les relegaran poco a poco de sus posiciones de privilegio. Esa campaña el Grimsby lograba de nuevo la permanencia en la elite, y elevaba a uno de sus delanteros, el Galés Pat Glover, al titulo de máximo artillero de la competición.

Más de 70 años después, volvemos a encontrar a ambos unidos por el destino en una misma división…lamentablemente, varios niveles por debajo de aquella época, la league two, la cuarta categoría del futbol ingles.

Pero…dentro de lo malo de su situación mutua, la particular de cada uno de ellos es diametralmente opuesta.

El Brentford, descendido de la League One hace dos temporadas, tras una mediocre campaña anterior, arranco con fuerza. Tras trece jornadas, solo una derrota (un 1-0 con el Bury en Agosto) empaña su trayectoria liguera, seis victorias y seis empates que le hicieron sumar 24 puntos, los suficientes para ocupar el segundo puesto de la tabla, uno de los que da acceso directo a la categoría superior. Destaca sobre todo por su fortaleza defensiva, tan solo recibió 7 goles en liga, el segundo menos goleado de la misma. Parece difícil que pueda aguantar hasta el final de la campaña ahí, pero…

Los Mariners, los chicos del Grimsby, darían lo que fuera por esta en el puesto de los londinenses. Y es que están viviendo los peores momentos de su historia desde aquel lejano 1910 cuando durante una temporada se quedo fuera de la liga…

Hablamos, mucho mas que en el caso del Brentford, de un histórico del futbol ingles, no ya por sus 12 presencias en primera, sino por las nada menos que 52 temporadas que ha disputado en la segunda categoría, la ultima de ella en el no precisamente tan lejano 2003. Pero…tras dos descensos consecutivos que le llevaron de segunda a cuarta, su rendimiento en esta fue apagándose a su vez, hasta llegar a la situación actual, trágica. Y es que no solo no conoce aun la victoria (tan solo luce seis puntos en su casillero), sino que sus ocho tantos le convierten de lejos en el equipo con menos gol de la división.

Solo las sanciones que arrastran varios de sus rivales le permiten aun respirar fuera del descenso, pero…uno de los tres sancionados, el Rotherham, no solo le alcanzo sino que le sobrepaso, mientras el penúltimo, el Bourthnemouth, ya le ve mucho mas cerca que a principios de liga…esos 10 puntos que ahora les separan, no parecen una brecha demasiado importante con todo lo que queda por jugar…

El futuro se presenta lleno de nubarrones, tan negros como su uniforme, y solo queda la esperanza de que nuevos fichajes puedan cambiar la dinámica negativa de la entidad, lo sucedido el año pasado con el Wrexham no ayuda precisamente a aliviar la tensión.

Por ironías del destino, el máximo rival del club, sus vecinos del Hull, tradicionalmente de inferior recorrido futbolístico, viven ahora su época de esplendor…mientras, a principios de la década, eran los tigres los que estaban en cuarta, y los mariners en segunda…las vueltas que da la vida.

Desde aquí, como llevamos haciendo desde principios de año, seguiremos atentos a los avatares de la categoría, esperando y ansiando ver mejorar los números de los pescadores. Un pueblo que vive en decadencia debido a un conflicto llamado “la guerra del Bacalao”, por fuerza tiene que caer simpático, y más teniendo como símbolo un escudo tan curioso como el que luce, con sus clásicos colores blanquinegros, y un pesquero faenando atrapando en sus redes unos peces trazados con simpática ingenuidad...Esperemos que lo que dejen de caer en sus redes sean goles contrarios y repartan en cambio con generosidad en las mallas visitantes…suerte, la van a necesitar.