Un Racing - Boca atípico

Acción ofensiva en el área de Boca

Ayer Buenos Aires acogió uno de sus grandes clásicos que los últimos años está más en auge debido a la pugna entre ambos por los títulos. Si a finales de 2022 Boca se hizo con el campeonato nacional a costa de un Racing que desperdició una gran ocasión en casa, posteriormente la Academia venció al cuadro xeneize en sendas finales coperas para tomarse su venganza. De nuevo, este mismo año se han cruzado en cuartos de final de Copa Libertadores, empatando ambos encuentros, pero llevándose Boca el pase tras superar a su rival en los penaltis.

Con todo lo anterior, este partido no tenía el mismo peso para ambos. Racing llegaba mal, en plena crisis tras la reciente salida de Gago, con la hinchada enojada y frustrada con Rubén Capria (director deportivo) y la directiva que encabeza el presidente Blanco. Más necesitados, pues a las eliminaciones en Libertadores y la Copa Argentina se sumaba una mala racha en la Copa de la Liga Profesional, que le llevaron a perder el liderato del grupo B, además de caer de las posiciones de playoff. Mal panorama.

Por su parte Boca, cuya mente se centra en la final de la Copa Libertadores que disputará en breve ante Fluminense, presentó un once con jugadores menos habituales. Pese a que la situación clasificatoria no invitaba a probaturas, el peso del máximo trofeo continental en Sudamérica conlleva que los clubes tomen estos riesgos con naturalidad, aún a costa de la pérdida de competitividad.

Con este contexto cabía esperar que los dueños del Cilindro llevasen la iniciativa para buscar con mayor ahínco un triunfo que necesitaban imperiosamente. Empero, fue Boca el que mostró mejor cara durante gran parte del envite. Tanto, que dispuso de varias buenas ocasiones para adelantarse, destacando especialmente un disparo al travesaño, así como un gol anulado ya en la segunda mitad. 

Pero sería Emiliano Vecchio el que adelantó a Racing, aprovechando una asistencia del ex-xeneize Almendra. Los blanquicelestes respiraron, escogiendo cubrirse en la retaguardia antes que buscar la sentencia. Y Boca castigó en el 90', con Merentiel empatando a placer para desesperación local. Con todo apuntando a un empate que no satisfacía a ninguna de las dos partes, un testarazo salvador de Piovi en el 90+6' dio un triunfo muy festejado a Racing Club, que vuelve a sonreír tras un mes de octubre negro.


A falta de 4 jornadas, con varios equipos que se encuentran mejor clasificados teniendo que disputar todavía su partido, Boca tiene bastante comprometida la posibilidad de obtener billete para la siguiente fase. Por su parte, el triunfo debería servir a Racing Club para superar el mal momento reciente y consolidarse en la parte alta de la tabla para avanzar a la segunda fase. Al fin y al cabo, es el único objetivo que le queda por delante a los de Avellaneda, mientras para Boca la mayor de las glorias espera a la vuelta de la esquina.

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