Una alternativa al calendario FIFA

Vinicius, lesionado en el Colombia-Brasil de la eliminatoria sudamericana

El virus FIFA debe mutar para no afectar tanto a clubes y aficionados. Es algo que inevitablemente debería tratarse en las más altas esferas, con apoyo absoluto de jugadores y entidades dadas las enormes ventajas en todos los aspectos para todas las partes...excepto en el plano económico, que es donde está la trampa.

Ya en 2021 Thibaut Courtois, portero del Real Madrid y la selección de Bélgica, puso el grito en el cielo: "Solo se preocupan por el dinero", lo que ocupó algún efímero debate en los medios de comunicación ante la vorágine del día a día de la competición y el escaso apoyo que recibieron los lamentos del jugador.

Ahora mucha gente vuelve a torcer el gesto. Bien hinchas de la Real Sociedad, que han perdido a Oyarzabal cuando se encontraba en un gran momento, o del Real Madrid, por las importantes lesiones de Camavinga y Vinicius que les mantendrán alejados del terreno de juego hasta 2024. Son los nombres más conocidos, pero no los únicos, porque basta que cualquier equipo de cualquier liga, por humilde que sea, tenga un internacional absoluto, para que su jugador pueda sufrir una lesión por la que cualquier compensación se queda muy corta.

¿Qué podría hacerse?
Mi propuesta es bastante sencilla, y creo que coherente también. Agrupar cada año los partidos de selecciones en los meses de mayo y junio. No teniendo que haber parones por los encuentros internacionales, todas las ligas podrían finalizar tranquilamente en abril, o quizá a inicios de mayo. Esto incluye las competiciones internacionales de clubes. Habrá quien diga (y con razón) que esta es una perspectiva eurocentrista: lo es, pero tiene su porqué. La razón es que UEFA acoge a más internacionales de otras confederaciones que ninguna otra, especialmente si hablamos de latinoamericanos y africanos. 

Ay, si quisiera tanto al balón como al dinero...

Si una mayoría de jugadores habitualmente llamados por sus selecciones juegan en clubes europeos, estos deberían tener un mayor peso en una eventual negociación con la FIFA. No es solo un mayor porcentaje de futbolistas jugando en la confederación europea, también son los que más pagan por ellos, tanto en traspasos como en concepto de fichas. Un periodo de entre 6 a 8 semanas entre mayo y junio de cada año cubriría perfectamente periodos clasificatorios a Mundiales y torneos regionales (sea una Eurocopa o una Copa de Asia, por ejemplo), así como amistosos o Nations League dependiendo del año. 

¿Por qué a final de temporada? La respuesta es bien sencilla: si hay una lesión o no afectará o lo hará mucho menos a esos clubes, que normalmente no reiniciarán la competición hasta agosto. Antes de ello quedará todo el mes de julio para que los futbolistas descansen e inicien la pretemporada, o se reincorporen en el caso de las ligas escandinavas (juegan en año natural) y las latinoamericanas, muchas de las cuales siguen disputando dos campeonatos al año, por lo que en teoría no les afectaría tanto. De hecho las hay que incluso juegan partidos de competición nacional mientras juegan sus propias selecciones, como ejemplifica que anteayer se disputase la ida de la final de la Copa Colombia entre Millonarios y Atlético Nacional, tan solo 24 horas antes del importante Colombia v Brasil.

Además esto sería maravilloso para los seleccionadores nacionales, que habitualmente suelen tener unos pocos días cada 2-3 meses para trabajar con sus jugadores. Aunque tengan una base establecida, cuesta desarrollar sistemas, realizar trabajo específico, trabajar la táctica, hacer probaturas, etcétera. No solo eso: ante una eventual lesión de 2-3 semanas que actualmente les impide volver a contar con el jugador, con un periodo más largo ese problema desaparecería. Con todos los jugadores nacionales disponibles ante el fin/parón de las ligas nacionales, no habría problema en convocar a alguien más en su lugar llegado el caso.

¿Quién sería el teórico perjudicado? Quizá tan solo la muy obscenamente millonaria FIFA, la cual seguiría siendo monstruosamente rica (así como sus directivos) con este ligero pero extremadamente beneficioso cambio para jugadores, clubes y selecciones nacionales. Vamos, para el 99'99% de los interesados. Sí, la FIFA en teoría perdería ingresos televisivos que no necesita, pero todos los actores del mundo del fútbol, absolutamente todos, recibirían esta medida con los brazos abiertos. Esto no eliminaría las lesiones que los jugadores puedan sufrir con sus selecciones, pero sin duda éstos dispondrían de más tiempo para recuperarse, además de reducir enormemente el perjuicio a sus empleadores, los clubes.

¿Qué os parece esta propuesta que no va a llegar a nada?

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