Supercopa (semis): R.Madrid 5 Atlético 3, un espectáculo de otro tiempo
Joselu festeja el gol del 4-3 |
Anoche Real Madrid y Atlético de Madrid nos regalaron un divertido choque de trenes en el choque que abría la Supercopa de España, con una primera semifinal vibrante, repleta de goles, ocasiones, jugadas vertiginosas, algunos errores cómicos, alternativas en el marcador, y sobre todo, un gran espectáculo poco usual entre los dos grandes de la capital (al menos en lo relativo a tantos goles).
Si de algo ha presumido el Atlético de Simeone desde que éste llegase a su banquillo ha sido de solidez. Un porterazo como Oblak, sin duda de los mejores del mundo, así como una gran zaga repleta de expertos en la materia, dentro de un conjunto esforzado y solidario. Hubo un tiempo en que verles encajar un par de goles era una rareza. Enfrente, un Madrid que está siendo de lejos el más seguro atrás en Liga (10 porterías a cero en 19 encuentros), todo ello pese a bajas tan significativas como las de Courtois, Alaba y Militao, sus problemas en ambos laterales (especialmente el izquierdo) y el baile del arco entre Kepa y Lunin. Por ello no es que el pronóstico debiera ser un empate sin goles. De hecho en Liga el Atlético ganó 3-1 el pasado mes de septiembre. Pero convengamos que no esperábamos una orgía de goles tan espectacular.
Ya en los primeros compases, pese a que el Madrid se lanzó al ataque, se adelantó el Atlético con un buen testarazo de Mario Hermoso a saque de córner. También desde la esquina sirvió Modric a Rudiger para que igualase minutos después, con un tanto que recordó al de Ramos en Lisboa. Luego Mendy remataría de forma poco ortodoxa un centro raso de Carvajal para adelantar a los blancos, si bien Griezmann volvió a igualar con un precioso tanto antes del descanso.
El segundo periodo tuvo menos acierto, pero no menos emoción. El Madrid gozó de mayor control, aunque sería de nuevo el conjunto colchonero el que marcaría, cuando un barullo en un centro hizo que entre Rudiger y Kepa el balón acabase dentro de la portería merengue, para alegría de un Morata que pasaba por allí. No faltaban ni 15' para el final, por lo que pintaban bastos para los de Ancelotti. Pero todavía el juguetón destino quería regalarnos otra sorpresa.
La presión alta del Atlético se descompensó, una serie de pases rápidos en salida del balón del Madrid surtieron efecto. Vinicius enfiló el carril izquierdo ante un lento Giménez que no pudo frenarlo. Luego Oblak y la defensa sacaron el disparo del brasileño, el consiguiente de Bellingham, nuevamente otro del inglés... y nada pudieron hacer ante un Carvajal que llegó con todo para colocar en la escuadra el esférico del 3-3.
La prórroga ofreció un Atlético a la retaguardia, que puso un muro difícil de penetrar. Simeone lo fio todo a la contra, aunque sus mejores hombres estaban fundidos. Correa aportó poco desde el banco, Memphis era baja, y a esas alturas Morata y Griezmann ya no daban más de sí. También Ancelotti movió el árbol, dando entrada a Kroos, Camavinga, Joselu, Ceballos y un Arda Güler al que aún le queda bastante para ponerse a tono.
Para alegría de Simeone los minutos transcurrieron sin que sucediera nada. Así parecía que nos encaminábamos a los penaltis, hasta que en el 115 una buena acción de Carvajal (MVP del encuentro) sirvió una asistencia que Joselu remató defectuosamente, mas la fortuna quiso que rebotase su cabezazo en Savic para introducirse en la valla rojiblanca. Ya en el 121', con el Atlético volcado, incluido Oblak, un despeje permitió al supersónico Brahim superar en el sprint al portero esloveno, marcando a placer desde unos 40 metros el definitivo 5-3 que cerró un derbi madrileño para el recuerdo.
Esta noche Barcelona y Osasuna, en calidad de campeón de Liga y subcampeón de Copa respectivamente, disputarán la otra semifinal. El vencedor lo conoceremos el domingo, cuando uno de estos dos contendientes se enfrente al Real Madrid por el primer título oficial del curso 2023-24.
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