¿Adiós, Lukita?
Modric y sus compañeros se lamentan tras el empate. |
Croacia es probablemente la mayor decepción de lo que llevamos de Eurocopa. No tanto respecto al juego, pero sí en cuanto a los resultados. Englobados en el Grupo de la Muerte junto a España, Albania e Italia, al menos tanto ellos como españoles e italianos albergaban el comodín albano para pensar en una clasificación a octavos como uno de los mejores terceros.
Sin embargo, los planes no resultaron desde el primer día. Una inspirada España les goleó 3-0. Da igual que creasen ocasiones, gozasen de un penalti (que detuvo Unai Simón, como todo lo demás) y merecieran algún que otro tanto. El castigo fue duro, pero vencer a Albania en el segundo choque aliviaría su situación, mientras españoles e italianos se quitaban puntos entre sí. Pero de nuevo erraron el tiro. Tuvieron que remontar, para ver como en el descuento el acierto de sus vecinos balcánicos les condenaba a un futuro incierto.
Tocaba derrotar a Italia. Mostraron mejor tono, gozaron de más ocasiones. Un nuevo penalti, esta vez detenido por Donnarumma tras disparo de Modric, auguraba el peor de los destinos. En un guiño del mismo, el propio Modric remachó un balón suelto en el área apenas un minuto después, adelantando a Croacia, que superaba a Italia en la tabla. Los octavos estaban a menos de 20 minutos, más el descuento.
Italia despertó. La Azzura se fue arriba, introdujo a Chiesa y Scamacca, llegando desordenadamente, mientras los ajedrezados se habían replegado esperando cerrar espacios y aprovechar a la contra. Quisieron los dioses del fútbol que la desgracia volviera a cruzarse en el camino croata. Calafiori avanzó por el centro del ataque italiano, llegó a la frontal del área, cediendo a su izquierda para que Zaccagni anotase un golazo salvador para unos, con sabor a derrota para otros.
¿Ha sido el último partido de Modric en esta Eurocopa? Las posibilidades de acceder como uno de los mejores terceros, contando con tan solo 2 puntos, es ínfima. ¿Será su último choque con Croacia? El que probablemente sea el mejor jugador de su historia, el que les ha guiado a la final de un Mundial (y las semis de otro), a una final de la Nations League, el único Balón de Oro del país (y de los Balcanes) merece un broche más digno a su gran carrera internacional.
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