El ogro de la Atalanta
Dumfries anota el 1-0 en el partido de anoche. En Bérgamo viven la mejor época en la historia del club local, aquel que más temporadas ha disputado en la élite italiana sin ganar nunca el Scudetto. Este curso lo están liderando, en línea con el espectacular trabajo que lleva años llevando a cabo Gian Piero Gasperini. No se les puede exigir que lo ganen, faltaría más. Su estadio no es enorme, su historia es bella aunque falta de galardones. Tampoco es un plantel repleto de estrellas, ni formado a base de talonario. Se trata de un trabajo espectacular de todos los estamentos del club, con confían en un Gasp capacitado para dar batalla a todos. Bueno, puede que no al Inter. Ya a principios de temporada sorprendió el 4-0 con el que los vigentes campeones se impusieron en San Siro en el duelo que les enfrentó. No es que un equipo del potencial del Inter no pueda golear en casa a un adversario, pero sí pareció lograrlo con sencillez, pues antes de la hora de juego ya había anotado los cuatro...