La noche del sábado el Domingo Burgueño de Maldonado, Uruguay, acogió la gran final de la Copa Sudamericana entre Fortaleza y Liga de Quito, que culminaban un largo camino en el que apearon a grandes rivales hasta alcanzar la instancia decisiva. Ñublense, Botafogo, Corinthians, Sao Paulo, Defensa y Justicia... todos quedaron eliminados hasta dar con los dos mejores de la competición.
Para el Tricolor de Aço, que alcanzaba su primera final continental, era una gran oportunidad teniendo en cuenta que hace apenas 5 años se encontraban en Serie B. En cambio, para el conjunto universitario suponía la ocasión de obtener su 5º título internacional.
El partido fue bastante igualado, ganando en belleza y emoción según transcurrían los minutos. Fortaleza se adelantó nada más regresar de vestuarios, con un latigazo del argentino Lucero aprovechando un buen centro lateral. Pocos minutos después, su compatriota Alzugaray igualaba con una gran maniobra en la que dejó atrás dos rivales antes de definir con un gran zurdazo.
El marcador no se movería más, tampoco en la prórroga, pasando a una tanda de penaltis en la que el arquero ecuatoriano Alexander Domínguez se erigió como gran héroe de la tarde. Antes, el brasileño Pedro Augusto tuvo en sus botas la ocasión de darle a Fortaleza el primer título grande de su centenaria historia (fueron subcampeones de Brasil en 1960 y 1968), pero su lanzamiento demasiado centrado no puso en dificultades al arquero rival. Así fue como las inspiradas intervenciones de Alexander Domínguez, que paró también el siguiente y decisivo penalti, llevaron a Liga Universitaria de Quito a obtener la 2ª Copa Sudamericana de su historia. Para Fortaleza, desgraciadamente, tendrá que ser en otra ocasión.
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