Mi nuevo equipo favorito es el Sportivo Trinidense, al cual conocí anoche de forma totalmente casual. Estaba mirando resultados en Livescore, ya que se estaban disputando varios encuentros importantes de la 33ª jornada del Brasileirão, así como un dramático San Lorenzo - Boca Juniors, cuando de repente topé con las semifinales de la Copa Paraguay.
Comencemos pues por ahí. La Copa Paraguay se disputa tan solo desde 2018, por lo que se trata de un torneo de reciente creación, con un antecedente histórico en el Torneo República, jugado irregularmente entre mediados de los 70 y de los 90. Como no arraigó, dejó de jugarse. Pero hace un lustro la Federación aprobó el nuevo torneo, el cual ha dejado ya varios campeones diferentes, curiosamente ninguno de ellos Olimpia, el club más grande del país (3 veces campeón de la Libertadores).
El caso es que en esta 5ª edición (en 2020 no se disputó por la COVID19) concurrían 74 clubes de entre todas las divisiones nacionales. Así, nuestros protagonistas apearon en su primer cruce al 3 de Febrero, al que vencieron por 0-1. Posteriormente hicieron lo propio ante Tacuary, derrotándole 1-2 con doblete de Delvalle. Ya en cuartos de final chocaron ante Sportivo Ameliano, vigente campeón, que también hincó la rodilla gracias a un tempranero gol de Ayala. Ya anoche, ante Guaraní, sucedió la magia que acontece en las imágenes:
El Triqui, ascendido en 2022 por sexta vez en su historia (nunca se ha mantenido más de un año en la máxima categoría), y con tan solo un punto más que el colista de Primera, espera ahora al vencedor del duelo entre Libertad y Nacional.
Si Sportivo Trinidense lograse la gesta final de obtener el título, que sería el primero de su historia, se clasificaría automáticamente para la Copa Libertadores 2024, además de aspirar a la Supercopa de Paraguay 2024. Un triple golpe de una tacada con el que sueñan en el humilde barrio de la Santísima Trinidad de Asunción.
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