Palmeiras campeão; Santos rebaixado!

La plantilla de Palmeiras alza el título de campeones de Brasil

Anoche concluyó un Brasileirão muy atípico en la lucha por un título logrado con un escaso bagaje de puntos. Si hace 10 días había hasta 5 contendientes, anoche parecía claro que el ganador sería tan solo uno de ellos, que lo logró con inusitada facilidad (spoiler: no nos referimos a Botafogo). Vamos con unos breves apuntes:

PALMEIRAS es campeón por 12ª vez en su historia. Los de Abel Braga amplían un ciclo dorado: es el cuarto Brasileirão desde 2016, han defendido la corona que conquistaron el año pasado, y en los últimos años suman también 2 Copas Libertadores y 2 Copas de Brasil amén de otros títulos. Eran el campeón lógico, toda vez que Flamengo se hizo el harakiri con Sampaoli y Botafogo siendo Botafogo.

BOTAFOGO hizo una primera vuelta histórica. Creo que es la mejor que hizo nunca nadie en Brasil en un torneo de puntos corridos. Parecía imposible que no ganase el título, pero los que conocemos al Fogo sabíamos que hasta que no fuera matemático no habría nada que festejar. Cuatro cambios de técnico, un dueño peleado públicamente con la CBF, la lesión de Tiquinho Soares cuando mejor estaba y un colapso inexplicable en una segunda vuelta vergonzosa (de descenso) les han dejado 5º. En Abril todo botafoguense habría firmado este puesto, en septiembre ninguno habría renunciado a un título que estaba cantado. Tan solo ganando a Palmeiras un encuentro que vencían 3-1 en el 85' con penalti a favor, y a Grêmio, al que se estaba venciendo 2-0 al descanso, y Botafogo estaría saboreando un título que no logra desde 1995.

SANTOS ha descendido por primera vez en su rica historia. Ha pasado abajo toda la campaña, si bien en el tramo final su salvación parecía casi hecha. Anoche se enfrentaban en casa ante un Fortaleza que no se jugaba nada. Al calor de Vila Belmiro, el Peixe debía certificar la salvación. Perdieron, lo que junto a la victoria de City Group Bahía, que había hecho de todo para ser rebaixado, certificaron la caída de Santos. Al menos el pobre Pelé no lo ha sufrido.