¡España campeona de Europa!

Morata alza la Copa ante el júbilo de sus compañeros.

Disculpad el titular tan genérico, pero es difícil englobar tanto en tan poco, y para explayarnos ya tengo el texto bajo estas líneas, pues hay mucho que decir de esta cuarta Eurocopa conquistada por la Selección Española. La tercera en 16 años, algo absolutamente inimaginable antes de Luis Aragonés, para mi el padre que refundó al equipo nacional, otorgándole una identidad y carácter nunca antes visto. Gracias eternas, maestro.

Como dicen los chavales hoy día, lo de España es "de locos". Resumamos: 7 victorias en 7 partidos; tan solo 4 goles encajados; venciendo a las otras cuatro campeonas del mundo europeas: es decir, Italia, Alemania, Francia e Inglaterra, en ese orden. Un equipo de perfil bajo que no estaba entre los principales favoritos, a los que habría que incluir de la anterior terna a Portugal. Con 10 goleadores repartiéndose los 15 goles anotados. E increíblemente, con el segundo título como seleccionador absoluto para Luis de la Fuente, cuya dirección de la selección nos ha sorprendido a todos.

Hemos de reconocer que la primera fase cambió la perspectiva a todo el mundo. La goleada a Croacia fue chocante. Dejó alguna pequeña duda por la fase defensiva, comprensible por la entidad del rival. También quedó un poso de "a saber dónde llegaremos, pero nos vamos a divertir". A Italia se le ganó por la mínima, si bien en cuanto a juego y ocasiones se les arrasó. El choque de Albania vino genial para activar a los que habían jugado menos, dándoles la ocasión de entrar en dinámica. Luego se llegó a pasar mal ante una Georgia que acabó goleada. 

Y llegamos al momento que durante décadas supuso el techo de cristal para el fútbol español: los cuartos de final. Delante, un miura que además jugaba en casa, lo que de por sí aumentaba la dificultad de una contienda que fue muy dura. Nos dejamos a Pedri por el camino, Carvajal tuvo que tirar de una llave de artes marciales para frenar a Musiala en una prórroga interminable, pero batimos a Alemania en su hogar con un testarazo de Mikel Merino en un memorable encuentro de Dani Olmo. Francia fue menos fiera de lo que aparentaba, cediendo ante el genio de Lamine Yamal y nuevamente un Dani Olmo espectacular.

Nico Williams festeja el 1-0 que anotó ante Inglaterra.

Así alcanzamos la final. Con una etiqueta inevitable de favoritos. Inglaterra lo sentía así también. El conjunto británico sufrió durante todo el camino, venciendo tan solo tres encuentros en un torneo en el que se mostraron irregulares. Eso sí, sabiendo sobrevivir hasta la batalla final. Por eso, Southgate fue tan conservador desde el inicio. Taaaaanto lo fue, que el primer tiempo fue aburrido hasta el tedio. Ninguna ocasión clara, ni española ni inglesa.

Afortunadamente para el espectador (y para nuestros intereses), todo cambió rápidamente tras el descanso. Una rápida jugada desde atrás dio con el balón en los pies de Lamine Yamal, cuyo giro hacia dentro despistó a Luke Shaw. La diagonal del joven valor español desequilibró la zaga rival, permitiéndole asistir a Nico Williams, que definió a la perfección con la zurda. ¡Gol de España! Los chavales, los puñales de los que tanto nos enorgullecemos, fabricaron un golazo con el que nos pusimos por delante.

El tanto dejó aturdida a Inglaterra, algo que casi aprovechamos. Un minuto después del 1-0, Dani Olmo desaprovechó un gran pase de Nico. El propio Nico soltó desde fuera del área un latigazo que se marchó desviado. Pickford sacó una gran oportunidad a Lamine Yamal. Tuvimos varias para sentenciar, por lo que al no llegar el segundo se acabó cumpliendo una de las máximas del fútbol: contra inglesa por la derecha, conducción de Saka, que cede a un Bellingham que descargó a la frontal, donde un buen disparo de Cole Palmer estableció el empate.

España mantuvo la entereza. Equilibrio y paciencia volvieron a hacer acto de presencia. Se sabía cómo dañar a un rival crecido por el empate, pero que mostraba grietas defensivas. Lamine Yamal volvió a gozar de un balón franco para adelantar a España, mas Pickford se hizo gigante de nuevo para negarle la gloria al 'niño'. Nada podría hacer poco después ante una rápida transición española, que culminó Oyarzabal tras un excelente pase de Cucurella. Gol reivindicativo: para el lateral, cuyo torneo ha sido encomiable, y para el atacante, que tan mal lo pasó con aquella grave lesión que le dejó fuera del anterior Mundial.

Festejos, abrazos, locura. Una vorágine de sensaciones. Pero quedaban unos minutos por disputar. Escasos, aunque ahí estaban. De hecho Inglaterra rozó el empate en un córner. Primero, Unai Simón despejó un testarazo, luego Dani Olmo se vistió de salvador para hacer lo propio bajo palos. Poco más sucedió después, salvo algarabía, alegría desatada, lágrimas de unos y otros, con otra copa para el zurrón de una selección española que se convierte en la más ganadora de la historia de las Eurocopas, y que ya sueña con hacer un gran papel en el próximo objetivo: el Mundial 2026. 

Oyarzabal remata el definitivo 2-1.

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