Copa Libertadores: zarpazo de Boca en Belo Horizonte

75000 almas alentando desde las plateas, 11 guerreros por plantel con los brasileños buscando la remontada, más la mística habitual de la Copa por excelencia del continente americano eran suficiente aliciente para no perderse este auténtico partidazo que nos han brindado esta noche (ya madrugada en Europa) Cruzeiro y Boca Juniors en el estadio Mineiro, pero que se han llevado los de siempre, con la misma sobriedad, las armas, los goleadores y el poso del 10 ... como siempre.

Nada más comenzar, en apenas un minuto Gilherme hizo el primer disparo sobre Caranta en lo que era toda una declaración de intenciones, algo que no achantó a los xeneizes, muy bregadores y con mucha presión arriba sobre los defensores brasileños, clara seña de que venderían muy cara su derrota.

No fue hasta el minuto 20 cuando un cabezazo de Marcelo Moreno a centro de Nelinho exigió de verdad a Caranta. Poco después otro testarazo de Thiago Heleno pasó cerca del larguero. El Raposa subía poco a poco su intensidad, sin conceder tregua a un contrincante que solo tomaba aire tras alguna falta de Battaglia o algún balón que Riquelme conseguía templar.

El ataque local se compenetraba a la perfección, con un Ramíres muy activo y buenos movimientos en el área de Marcelo Moreno, aunque Wagner casi no apareció. Bien los laterales en las subidas, especialmente Fabricio. Genial Gilherme, dejándose caer a las bandas y apareciendo por todos lados.

Todo parecía de color de rosa para los de Belo Horizonte, que tenían arrinconados a unos xeneizes que lo fiaban todo a una defensa que hacía aguas. Sin embargo, tras una pésima definición de Palacio en una contra llevada a la perfección (e iniciada por Caranta), apenas un minuto después el propio punta de Bahía Blanca la puso en la escuadra para resarcirse y dejar a los suyos con un pie en cuartos.

Cruzeiro no bajó los brazos, casi logrando el empate en el 39’ con remate de volea cruzado por parte de Marcelo Moreno tras un buen centro deWagner. Parecía que las tablas estaban al caer cuando en el 44, justo antes del descanso Palermo anota un golazo de cabeza a centro de Monzón. Golpe moral para los brasileños y demasiado premio para Boca en un primer tiempo en el que no había mostrado prácticamente nada.

La segunda mitad comenzó con el cambio de Marcinho por Gilherme y un Cruzeiro aún más volcado que en los primeros 45 minutos. Boca marcó el territorio pronto por medio de Maidana, que hizo una durísima entrada a Ramires merecedora de la roja, que paradójicamente acabaría viendo el volante brasileño en los instantes finales del choque tras haber sufrido la dureza del propio Maidana y de Battaglia durante todo el encuentro.

Siguiendo con el duelo, una cantada de Caranta que casi fue aprovechada por Marcelo Moreno, que cabeceó desestabilizado al no esperar el fallo del arquero rival. Una nueva pifia del arquero boquense propició el golazo de tijera de Wagner (minuto 56), que reducía distancias y daba algo de emoción al encuentro. Sin embargo, Riquelme estuvo a punto de liquidar definitivamente al conjunto mineiro un minuto después, cuando su disparo desde la frontal tras una rápida transición casi se convierte en el 1-3.

Por momentos Cruzeiro creyó en el milagro, auspiciado por su animosa hinchada y el ánimo que les había insuflado el tanto de Wagner. Seguían apretando sin suerte, colgando balones con la esperanza de un cabezazo del espigado Marcelo Moreno, que llegó a los 68 minutos, pero que escupió el poste en la que fue la gran ocasión para iniciar de verdad la remontada.

De ahí al final, carrusel de cambios, la expulsión de Ramires en el 82’ tras una fea entrada por atrás a Riquelme y una última ocasión para Marcinho, esta vez bien atajada por Caranta junto al palo derecho.

En definitiva no se puede hablar de injusticia en la clasificación de Boca a tenor del global de la eliminatoria, con el gran baño de la ida sobre su rival, aunque hoy merecieron una derrota clara y se llevaron un triunfo tan cierto como inmerecido. La mística copera de Boca lo llaman, y bien que lo ha vuelto a comprobar hoy un conjunto brasileño, con los que los xeneizes no pierden una eliminatoria desde hace ya bastantes años pese a los muchos duelos por el camino.

En cuartos, el Atlas que dirige Brindisi y en el que Marioni ejecuta será el rival, con claro favoritismo para los argentinos. Por último, elogiar a Boca, que culmina bien otra semana de grandes choques, pues si en la anterior cayó ante San Lorenzo y superó a Cruzeiro, en esta ha vuelto a vencer a los brasileños y se ha llevado el superclásico ante su eterno rival. Ahora les espera Estudiantes con la punta del Clausura en juego. Es lo que tienen los grandes, que siempre deben estar listos para los choques trascendentales, y tras sus últimos partidos, Boca demuestra porque es un grande y lo preparado que está.




5 comentarios:

Anfield dijo...

ese wagner es el mismo que jugaba en el betis?

Jose David Lopez dijo...

El Maracanazo de América al Flamengo (0-3) no tiene desperdicio.

Anónimo dijo...

Se viene el Boca-River en las semifinales de la Copa Libertadores.

Anónimo dijo...

Retiro lo dicho anteriormente, histórico de los azulgranas.

Garrincha dijo...

No te preocupes Darío, yo tampoco daba un duro por San Lorenzo tras el 2-0 (y los dos jugadores menos) ni por América ante Flamengo ... pero parece que la Libertadores se han empeñado en depararnos muchas sorpresas. Ojalá no hayan sido las últimas.

Ah, ya dejé algo ahí sobre el milagro de San Lorenzo.

@ Anfield

No, no es el mismo. El Wagner al que haces referencia juega ahora en Sao Paulo.

Un saludo!