Ambientazo en el Ciudad de La Plata, con la afición pincharrata copando una cancha que ha sido una caldera toda la noche llevando en volandas a los de la capital bonaerense, que no pudieron corresponder a los suyos en el marcador pero si con las ganas puestas sobre el césped. Partido serio de ambos, más de los visitantes, que pese a contar con uno menos se llevaron la victoria con un 0-1 que les deja todo de cara.Comenzó Estudiantes con mucho ímpetu pero poco orden, dejándose llevar más por el empuje que llegaba desde la platea que por el orden que pretendían imponer sus cerebros a ras de césped. Un Internacional bien replegado aprovechaba los huecos que dejaba el contrario en la retaguardia para soltar latigazos que llegaban con cuentagotas pero amenazaban con atormentar a la fiel hinchada rojiblanca.
Así, pese a la expulsión por doble amarilla de Guiñazú en el plantel visitante (a los 24’ de juego), en una contra bien trenzada a los 32’ minutos un penalti cometido por Desábato sobre Nilmar que Alex transformó (en el segundo intento) con maestría dio a los brasileños una ventaja que mantendría hasta el descanso y que casi consigue ampliar D’Alessandro con un gran lanzamiento de falta poco después.
Iba a ser el único tanto de la noche, pese a que los brasileños tendrían varias chances más y a la oportunidad clarísima que se perdió en el segundo tiempo Bosselli tras un gran pase de Verón. La disciplina de los jugadores del Colorado, muy serios en labores defensivas y saliendo con gran acierto a la contra les otorga un triunfo que si bien no es decisivo deja muy encarrilada la final para ellos, pues resolverán la semana que viene en el Beira-Rio, todo un fortín inexpugnable hasta ahora en la competencia.
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