El soldatino Beckham contra los prejuicios

"Se vive como se juega y se juega como se vive" es uno de esos tópicos del fútbol que tanto escuchamos y al que (esta vez sí) no le falta razón. Difícilmente (salvo cracks ultraterrenales) un tipo que salga de juerga varias veces a la semana podrá el domingo tener un rendimiento aceptable. El problema viene cuando estiramos demasiado el tópico y (ocurre con frecuencia) cargamos de prejuicios el carácter de un jugador sobre el campo extrapolando datos de su vida "normal" (o viceversa).

Seguramente, tanto Javi Navarro como Alfaro o Ballesteros (los leñeros más famosos y recientes) son ciudadanos sumamente correctos en su vida diaria, por muchas patadas o codazos que les hayamos visto sobre el césped. Ejemplos parecidos hay muchos, pero quizás el jugador que más ha cargado en su vida deportiva las consecuencias y prejuicios de su vida civil ha sido David Beckham.

Pasó cuando fichó por el Real Madrid en el verano de 2003. Por su carácter de modelo de calzoncillos, esposo de cantante pija, asiduo a fiestas de etiqueta y a portadas de diarios sensacionalistas, muchos pensábamos por entonces que vendría a dar cuatro pases mientras se decantaba por un nuevo peinado y trataba de mantener limpia su camiseta blanca. Luego sorprendió a todos cuando las estadísticas demostraban que era el que más kilómetros se echaba, cuando se le veía protestando furioso las faltas y cuando metía la pierna como cualquier otro.

Cinco años después la historia se ha repetido. Muchos milanistas pensaban que más que un jugador (semiretirado se podría decir) habían contratado a un modelo que venía a cuidar su figura unos meses hasta que se reiniciara la liga estadounidense. Y nuevamente, Beckham ha sorprendido, por su compromiso y buen juego con los rossoneri. Candido Cannavò lo contaba así el lunes en La Gazzetta: "Llegó un superdivo de paso con su entorno chillón, hemos descubierto en cambio un artesano valeroso, disciplinado, inteligente, sensible".


Se puede discutir si Beckham es un jugador completamente sobrevalorado, si un tipo que ofrece sólo entrega y pases medidos debe ocupar tantas portadas, pero no se puede discutir que, más allá de su glamour y de su (buen) olor, el inglés es un tipo comprometido. En Milan ya buscan retenerlo.

Mientras escribía esto, Beckham marcó su segundo gol (esta vez de falta directa) en Italia. Prometo que fue casualidad y que no soy tan ventajista cuando elijo temas (pero un poco sí!).

5 comentarios:

Garrincha dijo...

Sobrevalorado: si. Comprometido siempre como el que más: también. Especialmente por esto último ha sido siempre un jugador al que he admirado mucho. Con todo lo que su figura arrastra hace mucho que pudo dormirse en los laureles y vivir de las rentas, y sin embargo más allá de algún error puntual (futbolístico, que no artístico, refiriéndome a su paso por USA) siempre ha sido un profesional digno de admirar.

Un saludo!

Estoja dijo...

Yo no creo que esté sobrevalorado. Creo que todo el mundo sabe que es capaz de hacer y que no puede hacer.

Lo único que pasa es que al ser guapo aparece más en la prensa que los menos guapos, le salen más contratos de publicidad que a los menos guapos,...

Creo que a día de hoy nadie puede discutir que haya sido titular indiscutible en el Manchester United, el Real Madrid, la selección inglesa y ahora en el Milan.

En mi opinión: sobrevalorado no. Sex symbol, icono de la moda, hombre anuncio,... si. Pero por suerte, creo que todo eso no le ha afectado el rendimiento de su carrera deportiva.

Martín dijo...

Hombre, desde luego no era la megaestrella que nos vendian cuando estaba en el Manchester, pero si que es un buen jugador con toques de genios en algunas facetas. Coincido con Estoja, su imagen publica, que le ayudo a ser mucho mas rico de lo que hubiera sido solo con el futbol, en este le afecto en sentido contrario.

Yo confieso que me cae bien, no parece un jugador de esos especialmente chulescos o imbeciles, y seguramente podria serlo mucho mas que otros...

Julípides dijo...

El mismo origen, el prejuicio, tiene que Beckham haya sido considerado una estrella (futbolística, no mediática), cuando no ha pasado de jugador bueno tirando a normal. En ese sentido, sobrevalorado no, sobrevaloradísimo. Eso sí, gran profesional, salvo cuando se le ha ido la olla, y si no, que os lo cuenten los fans de los Pross.

No creo que Beckham sea un caso claro de jugador al que se le apliquen los prejuicios para juzgarle injustamente. Si no fuera por lo guapo y rico, pasaría más bien desapercibido. A Guti, por ejemplo, o a Fernando Torres se les desprecia mucho más por razones extradeportivas. Por su peinado, por caer mal o por lo que sea.

Anónimo dijo...

Beckham se ha visto favorecido por su repercusión mediática, pero a la vez también se le ha estigmatizado. ¿Sobrevalorado? Pues sí pero para una parte de aficionados, no para todos.
A mí me parece un gran jugador, con un pie derecho de los que pocos se han visto en el fútbol. Probablemente no pasará a leyenda, pero es justo reconocerle su mérito.