Ferrara, Ars et Labor

Nueva entrega de la serie sobre Heráldica balómpedica que estoy realizando a medias para El Enganche y el Café. Allí podéis leer el artículo básico, aquí, a continuación, la versión extendida...donde al final logré revelar el misterio...

Situémonos.

Italia, el país del mundo geográficamente mas futbolístico, cuyo perimetro pareciera haber sido trazado por algún Dios con mucho sentido del humor.

Estrecho y alargado, sin embargo en su parte norte se amplía en las llanuras al pie de los Alpes, recorridas por el Po, que les da nombre.

A orillas de dicho río, muy cerca de donde se inicia su majestuoso delta, nos encontramos con Ferrara, una de esas “Cittá d´Arte” tan típicas en Italia, pequeña, hermosa y ciclista, no en vano existen 100.000 bicicletas a repartir entre poco mas de 130.000 habitantes (Lo cual tiene mas mérito aun si tenemos en cuenta de que se trata de la ciudad de Italia de cierto tamaño con la población mas envejecida…).

Feudo durante largos siglos de la celebre familia Este, conocidos por su importante labor de mecenazgo a favor de algunos de los mas interesantes artistas del renacimiento (de cuyos trabajos dan fe, entre otros elementos, los variados monumentos repartidos por la ciudad), fue también foco de conflicto permanente entre la dinastía gobernante y el Papado, a quien en teoría debían obediencia.

Y es en esta pequeña villa provinciana, donde a comienzos del siglo XX, en el marco de un oratorio Salesiano se formo una asociación de carácter cultural, que con el tiempo introduciría entre sus actividades algunas de carácter deportivas, entre ellas, en 1912, una sección de futbol.

El nombre de ese circulo recreativo es el que finalmente terminó adoptando el equipo de futbol, que en sus comienzos era simplemente la Associazione Calcio Ferrara, de lo mas vulgar. Cosa que no se puede decir del actual…

Y es que detrás de ese acrónimo de SPAL Ferrara se oculta la Sociedad Polideportiva Ars et Labor (algo así como Sociedad polideportiva Arte y Trabajo), en mi opinión una denominación realmente deliciosa.

Este equipo, actualmente refundado (De ahi que añadiera un 1907 al nombre histórico en el 2005), juega en uno de los grupos de la serie C1.

Tras una primera etapa en la serie A en los años 20, su época de esplendor se tejió en los 50 y 60, decenios entre los cuales sumo 16 presencias en la serie A (de las 20 con las que cuenta), un subcampeonato de copa (en una final perdida frente al Nápoles, por entonces equipo de segunda) y una serie de plantillas con figuras tan conocidas en los banquillos actuales como Luigi del Neri o Fabio Capello, que de hecho debutó en el calcio en las filas blanquiazules.

Lejos quedan ya esos momentos de gloria, pero es hora de devolverle un poco de lustre, dando a conocer la historia de su emblema.

O emblemas, podríamos decir, porque aunque los elementos que ha venido usando en el son similares, si que han sufrido ciertos cambios estéticos.

Como vemos, varias cosas permanecen inmutables, los colores azul y blanco, y ese pequeño escudito en el interior. Lo que si varía es la forma y la disposición de los colores.

El paso del azul completo a las rayas es algo lógico desde que en 1963 el equipo cambiara la camiseta que portaba hasta entonces (azul con motivos blancos en las mangas) por la actual rayada.

Dichos colores tienen su origen precisamente en la comunidad religiosa donde nació el club, la salesiana, cuyo escudo es también azul, como podéis comprobar.

Aclarado este punto, nos quedaría comentar de donde sale ese omnipresente escudito blanquinegro.

Y como todos habréis supuesto, no es ni mas ni menos que el de la ciudad, que en la versión antigua aparece descoronado, y en las modernas ceñido por una corona, en este caso, ducal, ya que desde 1471 la familia Este poseía el titulo de Duques de Ferrara, gracia otorgada por el Papado.

Pero… ¿Qué significado tienen esos dos simples, y a la vez opuestos colores dentro del escudo municipal? Pues bien, esto casi es un misterio, y lo que viene a continuación es mas que nada una especulación, una teoría propia que advierto que debe ser cogida con pinzas…

En la edad media, en los territorios que formaban parte, de formas teórica al menos, del imperio romano Germánico, se desarrollo una intensa lucha (especialmente fuerte en los territorios itálicos del mismo) entre dos facciones rivales, los güelfos, partidarios del Papa y de su primacía, y los gibelinos, que apoyaban al emperador, poder temporal y terrenal contra el divino y eterno.

Hay que pensar que se trató a la vez de un conflicto interno y externo. Es decir, en cada una de las ciudades existían representantes de cada uno de los bandos (Aunque generalmente uno predominara), y a su vez las mismas estaban enfrentadas entre si por su lealtad a una u otra corriente, cosa que generalmente, a pesar de lo que se pudiera pensar no tenia que ver con que fueran mas o menos “católicos”, sino a la situación política y estratégica de la ciudad. Es decir, si una ciudad estaba dominada por el Papado, posiblemente esa ciudad para sacudirse su yugo se declararía Gibelina, mientras si veía que sus intereses estaban mas amenazados por el emperador, se haría Güelfa. Ah, y por supuesto, las mas simplemente se pasaban al lado del bando contrario que escogía la ciudad rival…¿no os recuerda esto a lo que pasa en el Fútbol?

Estas facciones a su vez, con el tiempo, se dividieron entre si, dando origen, en el caso de los Güelfos triunfantes, a las luchas entre Guelfos Negros y Guelfos Blancos, los primeros con la misma fijación papal, mientras los segundos asumiendo parte de los postulados de sus antiguos rivales, al menos en cuanto a la desconfianza hacia el poder del Papa…la realidad del asunto, es que básicamente se trataba de un conflicto de poder, y una vez obtenido, del reparto del mismo. Por cierto, que en estas luchas estuvo implicado uno de los intelectuales mas laureados del siglo, Dante Alighieri, el autor de la divina comedia, que tuvo que exiliarse de Florencia por su pertenencia al grupo de los blancos.

Pues bien, la única referencia que encontré sobre el origen del escudo de la ciudad hablaba de que el mismo era el símbolo de la paz entre dos facciones opuestas, sin dar mas detalles. Mi idea es que dichos bandos debían ser justamente los dos guelfos, lo cual explicaría los colores escogidos.

La otra posibilidad, de que uno de los colores representara a los Güelfos y otro a los Gibelinos, ya que en el caso de Ferrara, la pertenencia a uno u otro bando nunca estuvo del todo clara (mientras Florencia o Genova eran decididamente Güelfas, y otras como Siena y Pisa, Gibelinas).

Sin embargo, hasta que no encuentre algo que confirme mi hipótesis, siempre nos quedara la duda…

Actualización tras la publicación en el Enganche


Ayer noche , como por casualidad, encontré el escudo de la ciudad de Cesena, en cuyo interior aparece el mismo motivo Negro y Blanco del escudo ferralense. Decidido a desvelar el misterio por completo, empecé a investigar su historia, y…Eureka. Mientras de Ferrara apenas se encontraba nada, sobre el porque de la presencia de los colores opuestos en Cesena, encontré un artículo muy revelador…y si, había acertado, (lo cual, que queréis, no deja de dar un cierto gustito, ji, ji):

…probabilmente nel 1318, avrebbe richiesto a Cesena uomini in soccorso dei Bianchi fiorentini in esilio e, ottenuto il loro ritorno in patria, avrebbe inteso premiare la città coi gigli fiorentini e i due emblemi delle parti in lotta, Bianchi e Neri…

…el 1310 quest’ultimo invia nelle nostre terre Nicola Caracciolo, suo Vicario, a porre rimedio alle decennali diatribe tra opposte fazioni. La sua opera è premiata dal successo e la raggiunta pacificazione dà occasione a Roberto d’Angiò di premiare, in segno di giubilo, Cesena concedendole di potersi fregiare di uno stemma in cui campeggino: la bipartizione nero-argentea in ricordo della pacificazione tra Ghibellini e Guelfi…

Si, esto es de Cesena, pero dudo que el origen de el de Ferrara varíe mucho. Y con este buen gusto final, os dejo hasta pronto...

3 comentarios:

Ariel dijo...

Tremenda historia, Martín. Genial de verdad :-)

Al final tuviste razón con lo de la hipótesis. Buen trabajo.

Más allá de los escudos —que claramente son más bonitos— la historia de muchos de ellos los hace indudablemente especiales.

Por aquí no tenemos escudos lindos ni historias para contar. Todos provienen del mismo molde y sólo cambian los colores en cuestión.

Historias como la del SPAL Ferrara son las que vale la pena rescatar y leer. Por cierto, no sabía que este club tuvo un pasado tan glorioso. No se por qué pero asociaba su nombre al de un equipo que como mucho llegó a ser ascensor pero nada más.

Saludos

Anónimo dijo...

en el mes de noviembre estube en bologna, y decidimos ver la ciudad de ferrara, siendo domingo nos decidimos ir al futbol, un estadio tipico italiano, con aluminosis, una banda de 12 matros hasta la grada principal, si que destaco que la gente acudia al campo en bici, el partido infumable, el spal de los de arriba con algo mas de calidad, el sanbenettese una banda, una aficion entregada y un campo asediado por la policia(cuatro manzanas). sin duda una ciudad muy bonita y un club, al que lo sigo desde entonces.
un saludo

web dijo...

Vaya preciosidad de artículo Martín, bonito de verdad.

Contigo siempre se aprende algo. Mil gracias.