El retorno del Efese

Son muchos, muchos recuerdos negativos los que acumula cualquier aficionado del “Efese” en las ultimas dos décadas.

Desde que en la temporada 1987-88 el histórico Efese (pronúnciese sus iniciales, FC, con el típico seseo cartagenero, ese que dice sienes y sienes en vez de cientos y cientos, y se entenderá de que le viene el apodo) descendiera de la segunda división (el mismo año que el Elche lograra por ultima vez un ascenso a primera Chimo, justo ese año), uno tras otros, los proyectos destinados a que la ciudad (posiblemente la de mayor importancia de España que no disfrutó fútbol de primera) recuperara la categoría perdida, iban fracasando, destrozando al tiempo las ilusiones de la afición, y de paso, al propio equipo.

El actual FC Cartagena, no es en realidad el clásico, el Cartagena FC, sino una especie de “refundación” (entre comillas, puesto que el histórico no desapareció, sino que sigue existiendo, pero incapacitado de ascender a categorías nacionales por la deuda). No, no es tampoco exactamente un “engendro”, es mas bien una situación asumida, una especie de intercambio de identidad (de hecho, el antiguo Cartagena es ahora mismo filial del moderno), una especie de nuevo comienzo…que ahora, tras iniciar su andadura con el nombre de Cartagonova, volvió hace unos años a recuperar el nombre de la población.

La crónica de estos últimos 20 años del futbol cartagenero es una especie de crónica negra. Son todas esas fases de ascenso perdidas, muchas veces in extremis.

Es esa jornada final donde Racing y Getafe, en el último minuto de la última jornada, le robaron un ascenso que ya se tocaba. Es ese choque contra el Badajoz, donde una goleada puso fin al sueño. Es esa eliminatoria con el Córdoba, donde le bastaba un punto en dos encuentros, donde ganaba 1 a 0 a mitad de la segunda parte, en un estadio Cartagonova entregado, y donde los andaluces, con sus dos tantos, firmaron la noche mas triste del balompié local, allí murieron muchas cosas, además de la esperanza del ascenso, la fe en el equipo nunca volvería a ser la misma, y las consecuencias sobre el ya de por si pesimista carácter de la hinchada aladroque…trágicas. La comunión que había alcanzado club y afición, nunca volvería a repetirse, y a partir de entonces, pocos creían ya que fuera posible el ascenso, de una forma u otra, pensaban, sabían, creían, que algo, en el último momento, fallaría.

Años después, el Vecindario volvía a dar una bofetada en la cara a los albinegros. Desde entonces, un par de temporadas quedándose a las puertas de la promoción…hasta esta.

Con el liderato del grupo segundo, el Efese se jugaba el ascenso en una sola eliminatoria, su rival, el alcoyano. Tras el 2-1 de la ida, un empate en Alcoy le abría las puertas de segunda.

Y no pudo iniciarse mejor el encuentro. En el descanso, los visitantes marchaban con ventaja, 0 a 1, gol de Mena. 45 minutos para la gloria.

Aunque por el desarrollo de los mismos, parecieran mas bien que esos tres cuartos de hora a donde conducían era al infierno…el Cartagena se quedo con 10. Poco después, los locales empataban.


En el 81, el capitán del Alcoyano, lograba el 2 a 1, la eliminatoria, empatada, los aficionados del efese, inmersos en sus recuerdos, llenos de ese negro espíritu del pesimismo que nace de dentro, hacían viajar por sus mentes nombres jamás olvidados, Badajoz, Córdoba…

El asedio local era increíble, los cartageneristas, casi ansiaban que llegara la prorroga, que les liberara durante unos instantes del sufrimiento que parecía no tener fin…

Y entonces, en el minuto 92 de partido, un fallo enorme, garrafal, tremendo, de Fernando Martín, que se resbala y pierde en balón, provoca un contraataque fulminante, Carmona pasa a Juan Pablo y este bate al portero. Fin.



Fin del partido, del sufrimiento, del gafe, del pesimismo, de las urgencias históricas, de los lloros, los cabreos, de tocar con las manos la gloria y ver como la jodida escapa, en manos de otro…

Si, tal vez el próximo año el Cartagena baje, pero…ya no será lo mismo, si se hizo una vez, ¿Por qué no otra?

De hecho…hace casi un año, escribía aquí sobre el descenso de unos de mis equipos. El Cádiz acababa de bajar a segunda B, tras fallar un penalti en el tiempo añadido, que le hubiera dado la salvación…Ayer, y al tiempo que el Cartagena se morreaba con la diosa Fortuna, con ese ansia de quien no ha disfrutado los labios de la muy esquiva desde hace demasiado tiempo, el Cádiz, con seriedad, como a lo largo de una campaña impecable, retornaba por la vía rápida de donde jamás debería haber bajado. Lo que el futbol te quita, el futbol te lo da otra vez. Y un año después, de la tristeza pasamos a la alegría, juntos, de nuevo….