Porque esta ahí

Llueve en Cartagena. En una tierra yerma, donde los inviernos suelen pasar sin que apenas unas gotas empapen los campos, este extraño año ha transformado los paisajes y las vidas.

Agradecida, la naturaleza desplegó su hermosura desaforadamente, como una joven novicia salida del convento, deseosa de mostrar sus encantos por tanto tiempo ocultos. El verde se extendió por doquier, las flores crecieron en cada rincón, y todo el conjunto recordaba por momentos más a ciertos lugares del norte de España que a esta perdida esquina de la península…

…Aunque a cambio perdimos el sol y la magia de esos días de invierno brillantes y despejados, cuando el mundo parece detenerse mientras los rayos del astro rey parecen acariciarte con delicadeza, como si solo tú fueras merecedor de sus atenciones, como si solo por ti estuvieran brillando, y su calidez acogedora fuera el premio merecido por tu sonrisa.

Pero seguro que el próximo año el sol volverá, y entonces tal vez echemos de menos estos mojados momentos, que ahora se nos antojan tan oscuros y molestos.

Se puede hacer un paralelismo no demasiado retorcido entre estas variaciones climáticas y la situación del Sevilla, en un año gris y donde nunca parece parar de llover…

Por una parte vemos a un equipo lastrado por las lesiones y por el pobre estado de forma de buena parte de la plantilla, con un juego insulso, aburrido y sin la chispa de sus glorias europeas, con un entrenador cuestionado, que no transmite precisamente optimismo ni alegría ofensiva, eliminado de nuevo de la Champions de forma si no deshonrosa si triste…

Por otra, a un equipo que a pesar de todo esta aun entre los mejores de la liga (en una liga llena de mediocridad fuera del escalón mas alto, ciertamente), y clasificado para la final de copa…una situación que no hace tantos años se hubiera antojado casi de ciencia ficción, de sueño imposible.

Es el eterno debate entre ver la copa medio vacía o medio llena, entre el optimismo (la mayoría de las veces fruto de la ignorancia) y el pesimismo (que solo es peligroso cuando cae en el derrotismo).

En realidad no creo que importe tanto esta cuestión y la situación actual…sino como encararla. Si, el Sevilla ha ganado cosas, y esta mucho mejor de lo que se podía imaginar hace unos años. Si, tal vez ahora se mira demasiado alto, se exige por encima de las posibilidades de la plantilla(o tal vez no). Pero… ¿Qué queda si no? ¿El conformismo? ¿El recordar el pasado, el vivir de la memoria en lugar de buscar una vida memorable?

El hombre, como especie es especial no por evitar caer en problemas, sino por afrontarlos y resolverlos. Un hombre no es mas grande por no haber caído, sino por caer y levantarse y seguir ascendiendo. Los mediocres se conforman, no buscan nada, solo de los audaces es el mundo.

Si no se piensa en la victoria, si no se busca el triunfo, no se merece. Y si uno cree que simplemente con estar es suficiente, que nada mas allá merece el esfuerzo…a nada más que la nada debe aspirar, nada más que la nada merece.

A George Mallory, el legendario montañero que intento ascender al Everest y pereció en el intento, le preguntaron una vez sobre ese afán, absurdo para muchos, de intentar llegar a la cima, cual era el motivo de tan irracional interés. Según la leyenda, su respuesta fue simplemente: “Porque esta ahí”.

Y por eso, en mitad de la decepción, de una racha negativa que parece no tener fin, del desanimo de una afición y la impotencia de cuerpo técnico y jugadores, de no ver demasiado claro el futuro inmediato, por eso y por todo lo que somos y fuimos, no puedo evitar seguir soñando con que los tiempos mejores no pertenecen al pasado, sino que nos están esperando ahí delante, que a pesar de todo debemos seguir avanzando, que nadie recuerda a los cobardes y a quienes se rinden con otra cosa que el desprecio. Y yo, que he sido toda la vida un pesimista compulsivo, por una vez prefiero vivir con una sonrisa en la cara, quien sabe, lo bueno de la vida es que mañana siempre será otro día, y volverá a amanecer…

5 comentarios:

Martín dijo...

Empecé este artículo cuando el Sevilla aun iba ganando uno a cero. Lo continué y terminé tras el empate(que confieso que apenas me dolió, supongo que porque me lo veía venir,incluso desde antes del choque), y nada mas publicarlo, me entero de la destitución de Jimenez.

Espero que sea una decisión acertada aunque he defendido a Jimenez, todo se le había puesto en su contra, no había resultados(y para un entrenador que vive de ellos, es lo peor que puede haber), las lesiones se han comido al equipo, y en cierto sentido parecía estar sobrepasado por las circunstancias.

Lo siento por el, ojala le vaya bien, y ojala nos vaya bien.

MeryAl dijo...

Ojalá Martín, ojalá

web dijo...

Precioso texto Martín.

Hay una frase que yo suelo decir muy a menudo que escuché en la película "El Cuervo": nunca llueve eternamente. La suelo decir cuando algo se tuerce, pero supongo que también sirve en el sentido inverso.

Yo no se si la solución es la destitución de Jiménez, quien por cierto, ha metido al Sevilla en la final de la Copa como el que no quiere la cosa. Al César lo que es del César.

Un abrazo y recuerda esa frase...en el sentido que cada uno quiera darle.

cityground dijo...

El Sevilla esta haciendo una temporada muy irregular, no esta para pelear con Madrid y Barca pero es mucho mas equipo que equipos como Mallorca, Depor, etc... Lleva varios partidos muy flojos, el día del CSKA y Espanyol no me gusto nada y ayer vi la 2ª parte por internet y se le vio sin ninguna chispa, un equipo muy tocado.

Cuando un entrenador esta tan cuestionado por la afición la cosa no funciona, hay demasiado presión y se hace irrespirable el ambiente.

Lo siento por Jimenez porque me cae bien y no lo ha tenido fácil desde el principio, al menos se va con el equipo en la final de Copa que no es poca cosa.

Que bien escribes martín.

Julípides dijo...

No me esperaba el cese de Jiménez, al menos si la racha negativa no seguía más, pero lo cierto es que en el Sevilla hacía 11 años que se destituía a un técnico. Se dice que Manzano cogerá el equipo el año que viene, o al menos que es el elegido.

Salvando las distancias, la situación del Sevilla (deportiva) empezaba a parecer a la del Valencia de hace dos años o el Atleti de este año, con muchas lesiones, jugadores a un nivel muy por debajo de sus posibilidades.