Déjà vu carioca

Así pues, antes de que sepamos si Botafogo completa su corona o hay doble final adicional si es que Flamengo es vencedor, haremos un breve repaso a lo acontecido desde 2006, cuando el Fogão conquistó su último cetro tras ganar la Taça Río e imponerse en la final absoluta al Madureira (ganador de la Taça Guanabara) por un global de 5-1. Al año siguiente daría comienzo una tradición aterradora para los que torcemos por la Estrella Solitaria, que se repite cada 12 meses con el mismo guión, como si del Día de la Marmota se tratase.
2007: tras una decepcionante primera mitad de campeonato para Botafogo donde no entraron ni si quiera en semifinales pudieron resarcirse en la Taça Río, donde tras eliminar en penaltis a Vasco luego de una increíble semifinal (4-4, hablamos de partido único) consiguieron imponerse al Cabofriense. La final absoluta contra el Mengão se la llevaron estos en los penaltis tras remontar en sendos encuentros, que finalizaron con idéntico resultado de 2-2. De nada le valió a Dodô proclamarse máximo artillero con 13 tantos (igual que Marcelo, de Madureira)
2008: Un 2-0 sobre Flu les llevó a la final de la Guanabara ante Flamengo, que dejó en la cuneta a Vasco. Wellington Paulista adelantó a los blanquinegros pero el Rubro-Negro consumó otra remontada para imponerse por 2-1 con un tanto de Diego Tardelli en el descuento. Sin embargo, Botafogo se tomaría su merecida venganza al golearles 3-0 en las semis de la Taça Río, copa que se llevaría al derrotar por 0-1 a Fluminense.
La ocasión de devolverle a uno de los clásicos rivales la bofetada estaba servida, aunque sería Flamengo quien vencería ambos envites para volver a dejar con la miel en los labios a los entrenados por Cuca.
2009: tras acabar segundo en el mismo grupo que Flamengo en la Taça Guanabara, eliminaron en semis a Fluminense por un pírrico pero suficiente 0-1 gracias a un tanto de Fahel acabando el primer periodo. El otro finalista fue el Resende, que eliminó sorprendentemente a Flamengo por 1-3 aunque cedió ante el Fogao por un incontestable 3-0. Ya en la Taça Río un 0-4 a Vasco los plantó en la final, a la que también llegó Flamengo tras dejar por el camino a Fluminense. El título se decidiría con un tanto en contra de Emerson, por lo que hubo de jugarse una final más (a doble partido) para dilucidar al campeón carioca. Tras sendos empates 2-2 (si, como dos años antes), el Mengão se llevó de nuevo el título por un global de 4-2 en la tanda de penaltis. Tocaba llorar de nuevo.

En la Taça Río cumplieron los pronósticos en la fase inicial, derrotando posteriormente en un partido tan polémico como loco a Fluminense (3-2), para llegar al mismo punto que en todos los años anteriores, la final ante Flamengo. ¿Les suena? Los franceses los llaman dèjá vu, básicamente “ya visto”, aunque servidor está más que harto de ello, e imagino que varios millones de torcedores de mi Fogão sienten lo mismo, así que seré más parcial que nunca: espero y deseo que ganemos este domingo de una vez el Torneo Carioca, ya sea por lo civil o por lo criminal, con un gol con el trasero o goleando atrozmente. Todo me vale con tal de festejar ante un rival que me tiene negro como aquel ídolo caído de cuyo sobrenombre me valgo para escribir.
El domingo pues, la final de la Taça Río desde Maracaná: Flamengo vs Botafogo, con el tridente Petkovic-Adriano-Vagner Love (13 goles éste último) ante el corazón de los Abreu (!), Lúcio Flávio y compañía.
Comentarios
A ver si empieza pronto el Brasileirao que este año están todos los grandes, aunque eso me hace no saber muy bien a quién elegir en la Serie B.
¡Grande el Loco!
PD: escuchando el himno del botafogo es imposible que te caiga mal el equipo, pocos himnos tan bonitos como el del fogao.
Un saludo!