Liga BBVA: Jornada de despedidas




Este domingo pone su punto final la liga BBVA. Irremisiblemente, y como cada año, la última jornada del campeonato trae consigo un buen número de despedidas de jugadores respecto a sus clubes. Unos lo hacen por cambiar de destino, otros lo hacen porque deciden retirarse, pero no dejan de resultar un distanciamiento entre los aficionados y esa persona que se esconde tras una camiseta de fibra y unos pantalones cortos. Tres historias componen esta entrada, correspondientes a jugadores (todos ellos capitanes en sus clubes) que han servido para identificar unos determinados colores durante un larguísimo periodo de tiempo.


La historia de Joseba Etxeberría parecería la de un biopic inspirado en un canterano exitoso del Athletic Club: jugador prometedor desde el primer día, que llega al primer equipo, se asienta e incluso se convierte en habitual de la selección nacional. Con la salvedad que nuestro protagonista fue un fichaje del otro grande del fútbol vasco, la Real Sociedad de San Sebastián. Mucho se habló en su día del salto de Etxebe al club de San Mamés, tanto por el montante del traspaso como por el cambio de club en sí. Pero la identificación y asimilación de los valores del club rojiblanco por parte del jugador fueron absolutos, convirtiéndose durante años en el estandarte de su club, en una relación de simbiosis de la que ambos salieron beneficiados: el Athletic llegaría a alcanzar el subcampeonato en liga en 1998 lo que le permitía disputar la máxima competición continental, mientras que Etxeberría se veía como una promesa confirmada llegando a participar en numerosos partidos con la selección española ( 53 partidos, en los que logró 12 goles), incluyendo los mundiales de Francia 1998 y la Eurocopa de 2000. Como gesto de agradecimiento, Joseba Etxeberría alcanzó un acuerdo con el club bilbaino para disputar una última temporada, la actual, sin recibir dinero alguno por sus servicios. Un gesto absolutamente elogiable, desde el punto de vista humano, y por supuesto, económico.

Otro capitán que parece cambiará de barco el próximo ejercicio es el 14 del Madrid, Guti. Compañero de generación de Raúl (del que se rumorea podría salir del club también este verano) y Álvaro Benito, el de Torrejón ha vivido a lo largo de sus más de quince años en el primer equipo del Madrid un constante sube y baja de sensaciones con todo aquello que le rodeaba. Falto de la regularidad que hubiera sido deseable a lo largo de toda su carrera, y esto no es ningún alarde de originalidad, el 14 nunca ha terminado de convencer a sus críticos, que son legión...al igual que sus defensores. Internacional ocasional, sus mejores años de blanco los vivió con Vicente del Bosque en el banquillo, quien supo extraer de Guti lo mejor de si mismo, como en la temporada 2000-01 cuando se reconvirtió en delantero por la lesión de Fernando Morientes, respondiendo al reto con una cifra más que aceptable de goles. En el otro lado de la balanza, su mal temperamento puntual –reconocido por el mismo- , y la sospecha por parte de muchos aficionados de elegir qué partidos merece la pena luchar y cuales no. Tan grande es el abanico de características de Gutiérrez que ofrece argumentos tanto a favor como en contra, por lo que cada uno decidirá con qué recuerdo quedarse de Guti vestido de blanco, si con deslumbrantes pases al hueco o con su indolencia ocasional.

La última despedida que resaltaremos hoy será la de Rubén Baraja. El vallisoletano dirá adios al Valencia tras diez años en el club Che, al que llego tras el descenso de su anterior club, el hoy eufórico Atlético de Madrid. La andadura del “Pipo” Baraja desde su llegada a la ciudad del Turia tuvo una marcada linea ascendente, en su primera temporada disputaron la final de la Champions League frente al Bayern de Munich, con fatal desenlace para los Chés en la tanda de penaltis. Pero el equipo no se vino abajo, y de la mano de un Rafa Benítez que comenzaba a labrarse su prestigio internacional, lograrían varios títulos, dos ligas y una copa de la UEFA, con Baraja como timonel del equipo. Todo ello no había pasado desapercibido para José Antonio Camacho, entonces seleccionador nacional, quien comenzó a convocar al jugador para la selección desde el año, llegando a contar con él para una de las mejores participaciones hasta la actualidad de la roja, en el Mundial de 2002 en Corea y Japón, así como para la Eurocopa de Portugal en 2004, en la que España caería eliminada en primera ronda. A partir de ese momento, la carrera de Baraja empieza a sufrir altibajos, con una nueva generación que comienza a despuntar en la selección nacional, mientras que en el Valencia la situación no es mucho más estable. La llegada al club de Soler trajo consigo una gestión que llevaría algún título a las vitrinas (la Copa del Rey de 2008, levantada como capitán por nuestro protagonista, tras haber sido apartados de la disciplina del equipo Albelda, Cañizares y Angulo) a cambio una situación institucional al borde del caos, con demandas incluidas, empresas fantasma y coqueteos con el descenso. En la última temporada, en lo deportivo, parece que el asentamiento definitivo de Banega y el inexorable paso del tiempo han terminado por inclinar al Valencia a no renovar al jugador, del que de momento desconocemos su futuro paradero.

3 comentarios:

Martín dijo...

A mi estas cosas me hacen dar cuenta del paso del tiempo, si recuerdo perfectamente los fichajes de etxebe y el de baraja...es como lo de Busquets, pensar que estoy viendo jugar al hijo de un portero de no hace tanto tiempo, de mi adolescencia...te haces mayor.

Y cuando estos tipos, que si, que no significan nada en realidad, pero que siempre han estado ahi, se van, pierdes algo de lo que te mantiene atado al presente, ese tipo de cosas sin importancia, que de tan cotidianas que son no te das cuenta ni de que estan, pero que te tranquilizan con su presencia, porque siempre estuvieron a tu lado...

Maldito paso del tiempo, joder.

cityground dijo...

Pues si como pasa el tiempo, aun recuerdo a Joseba Etxberria como bota de oro de un Mundial sub´20 con Raul, Morientes, De la peña, etc.. entonces aun estaba en la Real y era nuestra gran promesa, cuando ficho por el Athletic paso a mi lista negra, 500 millones costo cuanto tenía 17 años.

Guti se le puede catalogar como "eterna promesa", pudo llegar a bastante mas de lo que ha llegado.

y Baraja un gran profesional y un jugador muy regular, con bastante gol, clave en el mejor Valencia que he visto, el de Benitez claro.

míster CF Palencia dijo...

Etxebe tb jugó la Euro 2004. Todavía recuerdo aquel partido de España en Oporto ante Grecia y cómo le pitaba la gente cada vez q sacaba un córner...