Pandev: el que no jugaba nada y ganó todo
Manolo, de Bar Deportes, suele hablar en cachondeo (¡y que siga por muchos años!), pero a veces suelta disparos con una carga de profundidad tremenda. Hace un mes, tras la eliminación del Barça a manos del Inter y con los nombres de la final de la Champions decididos, nos decía: "Robben vs. Sneijder. Van Gaal vs. Mourinho. ¡Cambiasso (sí, fue FP) vs. Van Bommel!, Motta, Samuel,...Europa nos ha dado una bofetada en la cara. Los apestados de la mejor Liga del mundo se juegan ser campeones de Europa". Y sí, el partido que se jugó el sábado en el Bernabéu pareció ser una especie de reivindicación para muchos que parecían haber sido apartados del primerísimo nivel, tanto en nuestra liga como en el resto. Ya se ha hablado muchísimo de los hirientes (para Florentino) casos de Robben y Sneijder, verdaderos líderes en sus respectivos equipos y no hace tanto tachados de cojos, borrachos o bien vendidos. O de un Motta que, sí, quizás no encajaría en el Barça actual, pero que cumplió más que decentemente en Genoa e Inter o de un Cambiasso ninguneado en su selección y quién sabe por qué se marchó del Madrid. O de un Samuel que salió huyendo del club blanco y que, bien arropado, triunfa en Milán y en la albiceleste. O de un Lucio irónicamente apartado del Bayern por el propio Van Gaal. O de un Chivu que, sí, sufrió muchísimo ante las internadas de Robben, pero que jugó una final cuando muchos auguraban tras su brutal accidente, su retirada del fútbol.
Pero si hay un nombre que condensa todas estas historias de caída a los infiernos y regreso a la gloria es el de Goran Pandev. La de este delantero que se pasó media temporada sin jugar es, también, una historia más compleja que la de el resto y no tiene tanto que ver con lo que ocurría en los terrenos de juego. Tras destacar muy joven en su Macedonia natal, Goran fue fichado precisamente por el Inter, pero sin jugar un solo partido, fue cedido a los no tan exigentes Spezia y Ancona (por aquel entonces en Serie A). Sus actuaciones llamaron la atención de la Lazio, que le fichó en 2004. Allí acabó de explotar, convirtiéndose en el séptimo goleador histórico del equipo azul. Curiosamente, la relación entre Pandev y la Lazio de Lotito murió de éxito: en el verano de 2009 ambas partes discutieron agriamente, debido a que el jugador pedía un aumento de sueldo acorde con su rendimiento al que se negaba el presidente. Tampoco fue posible la salida: Lotito pedía una suma (casi 20 millones de euros) que ningún club quería asumir para un jugador al que sólo le quedaba un año de contrato. La solución fue pésima: Pandev fue apartado, entrenando en solitario, y no volvió a vestir la camiseta laziale. Tampoco fue buena para el equipo, que desde un principio se vio inmerso en la lucha contra el descenso.
Tras litigar, Goran consiguió desvincularse de su club en diciembre y en el verano invernal firmó por el Inter. La incógnita de un jugador que llevaba meses sin disputar competición parecía más bien un parche para un Etoo que se marchaba a la Copa África, pero la cosa acabó cuajando y Pandev empezó a jugar más y más, curiosamente ocupando una de las bandas y haciendo un trabajo de mucho desgaste. Y así hasta llegar a Madrid.
Curiosa la historia de un jugador que no jugaba y que sólo unos meses más tarde ganaba todo lo que se podía ganar. La vida da demasiadas vueltas como para venirse abajo... y quién sabe si el año que viene no estaremos alabando las actuaciones de Quaresma o Drenthe.
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