Manchando ascensos (de 2ºb a 2º)

Que lo que debería ser una crónica deportiva se ajuste mas a alguna de la sección de sucesos no es buena señal. Pero que esto suceda dos veces, da idea de cómo se viven en la liga española los encuentros de eliminatorias por el ascenso. No dudo que la tensión es inmensa, pero eso no implica tener que comportarse como un vándalo. Y algo de eso, de salvajismo, incivismo, mal perder o mal ganar, fueron los principales protagonistas tanto en el Sant Andréu- Barcelona B como en el Alcorcón- Ontinyent.

En el primer match de la tarde, el filial blaugrana, de la mano de Luis Enrique, fue capaz de mantener el resultado inicial, con el que se aseguraba el ascenso (si uno quisiera hacer demagogia, y leyendo ciertas cosas, se podría decir que el B no aplicó demasiado la filosofía de sus mayores).

Por desgracia, el final del encuentro, lejos de calmar los ánimos, ya muy excitados previamente, supuso la invasión del campo y la agresión al trío arbitral, como refleja el acta.

Con ese triste epilogo concluía una eliminatoria que nos dejaba un filial mas en segunda (algo lamentable para mi, pero bien ganado deportivamente), que regresaba doce años después de su ultima estancia.

Pero los incidentes no fueron cosa solo de Barcelona. Lo vivido en Alcorcon, con una segunda mitad que duro mas de una hora, lo prueba.

Los amarillos, con el empate a uno cosechado a la ida en Valencia parecían tenerlo mas fácil de salida, pero el resultado al descanso dejaba claro que el encuentro iba por otros derroteros. Cero a dos, y el Ontinyent a un paso de retornar a segunda cuarenta años después.

No fue así, dos goles del Alcorcon igualaron el marcador (aunque no la eliminatoria), y aun tuvo tiempo de fallar un penalti antes de, a un minuto del final del tiempo añadido, Iñigo López batiera la portería valenciana.



Desde ahí en adelante, el esperpento. Invasión del campo por los aficionados, jugadores en pelotas (¿si quitarte la camiseta es amarilla, si te quitas el pantalón, es roja directa?), y los jugadores del Ontinyent y el equipo arbitral en el vestuario. Veinte minutos después se jugo el minuto que faltaba por jugar. El Alcorcon ascendía, los jugadores valencianos no podían retener sus lágrimas, ni el entrenador visitante su boca.

Durísima esa manera de caer, tremenda la imagen desolada de los jugadores del equipo derrotado, y penosa la que nos dejan ambas eliminatorias sobre la seguridad en los estadios y el comportamiento de las aficiones. Si queremos un futbol moderno, donde ir a un partido no suponga riesgo alguno, no se pueden permitir cosas como las vividas ayer, y por desgracia a lo largo de las eliminatorias. Si hay gente incapaz de soportar la tensión, de controlarse, que no vaya al campo, que se meta en una jaula, pero que no se desfogue arrojando objetos o pegándole al árbitro. Si ser aficionado es equivalente a comportarte como un energúmeno, no le veo la ganancia. Esto es un juego, el que necesite emociones fuertes, que se tire de un puente. Incluso si quiere, con cuerda…

Fotografia: AS

Varios de los enlaces, obtenidos gracias al twitter de La liga en números.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es dificil no perder los nervios (caso del Sant Andreu) cuando te joden la eliminatoria por el ascenso por dos errores arbitrales. Y no en el mismo partido: ya sucedió en el duelo directo de ascenso entre campeones

Martín dijo...

Nunca esta justificado perder los nervios, si eso implica agresiones, y bueno, sobre los arbitros...llevo toda la temporada escuchando aqui(hablo de Cartagena) que nos estaban haciendo la cruz, que hemos perdido cantidad de partidos por ellos...creo que en el 90% de los casos los arbitros solo sirven de justificante (no digo que sea ese el caso del Sant Andreu,hablo en general). Creo que uno de los problemas del futbol español es que se habla demasiado de los arbitros y pocas de lo que fallan los delanteros, las cantadas de los defensas o los errores de los entrenadores.

Y que conste, que me hubiera gustado 100 veces mas ver al Sant andreu que al Barca B en segunda, pero eso no quita que lo que paso en el Narcis Sala sea gravisimo.

Carlos Pérez dijo...

Martín, estoy de acuerdo contigo al 110%, no hablamos de los fallos en ataque o en defensa NUNCA. Tú fíjate, es más fácil decir que la cantada te hizo perder el partido o que el árbitro anuló tal o cual gol en el minuto 20.

Yo sólo culpo a los árbitros (y ojo, muuuuuy de vez en cuando) cuando es una jugada dudosa en el tiempo de descuento, cuando no hay apenas tiempo de reaccionar.

Un saludo Martín.

PD: Aclaro que no tiene nada que ver el árbitro con lo del Murcia y el Girona, ojo, yo creo que no fue penalti, pero si fuéramos 0-2, con 1-2 estaría feliz. Tampoco la culpa es de Alberto porque se le escurriera el balón. Pero resulta que es más fácil individualizar los errores.

jose sousa dijo...

Martín estoy de acuerdo contigo en que la violencia no es el camino pero yo estaba viendo el partido y soy de un pueblo de cerquita de ontinyent i te juro que lloré con la injusticia del gol del alcorcón, que no digo que no fuese merecido pero en la jugad hay manos y fuera de juego. Por lo demas suerte a ambos ascendidos en segunda y a los que se quedan, a lluxhar!! amunt ontinyent

Elkjaer dijo...

Desde que empezaron los play-offs de ascenso a 2ª A y 2ªB siempre hay quejas de encerronas, arbitrajes "sospechosos", invasiones de campos, modificaciones de campos; si se empequeñecen, encharcan, ponen o quitan grades...problemas con las aficiones (Lo ocurrido con el Pontevedra en Oviedo, este año, por ejemplo, etc.)
A mí no me parece normal, pero parece que nadie va a hacer nada por solventar esta situación.
A mí los play-offs me encantan; campos semivacíos durante la temporada se llenan a reventar, se movilizan ciudades: autobuses, camisetas, con lo que supone esto para el comercio/hostelería de los pueblos y ciudades que se visitan, y futbolísticamente hay muchísima emoción, muchísima tensión, cualquier jugada puede ser decisiva... pero si fuera aficionado de cualquier equipo que debe viajar a otro campo, a veces me lo pensaría seriamente aunque hay muchas ciudades que reciben a los rivales como auténticos invitados.