¿Se acabará la violencia algún día en el fútbol argentino?

“El fútbol es un claro reflejo de la sociedad y el país. Aunque nos quieran vender otra realidad, acá lo único que sobran son problemas”. La frase no es mía, sino de mi buen amigo y compañero Agustín Devoti, ferviente seguidor de River, porteño, argentino, pero por sobre su pasión futbolera, persona cabal. Quizá esto es lo que falta un poco en el balompié de su país: un poco de orden, de lógica y sentido común. Menos odio, rivalidad picante pero sana. Cargar al rival, pero siempre dentro del marco del respeto.

Todo ello viene a cuenta de un nuevo fallecimiento en otra jornada triste para todos los que amamos este deporte. En el marco del Vélez Sarsfield-San Lorenzo, cae sin vida un hincha del Cuervo. Dicen los fanáticos visitantes que fue golpeado por un policía. El vicepresidente del club de Liniers, que fallece a causa de un infarto. Perdonen que por desgracia me tenga que creer mucho antes a los seguidores sanlorenzistas. El hecho objetivo es que un hombre ha muerto cuando iba a la cancha en disposición de disfrutar con las hazañas de su equipo.

¿A quién hay que pedir responsabilidades? ¿Una vez más a Grondona y su corrupta AFA? ¿A la Ministra de Seguridad Nilda Garré? ¿Al superior del policía que actuó con mayor contundencia que los supuestos violentos? ¿A la sociedad? Hagan lo que hagan, a la familia del fallecido nadie le va a devolver su ser querido, aunque si algún día (ojalá no muy lejano) encuentran una solución adecuada a esta vorágine, al menos su desgracia habrá servido de algo. Que sea una lección. Descanse en paz, ahora le toca alentar desde el Cielo a su San Lorenzo de Almagro.