Copa América: Argentina tiene al enemigo en casa
Solo un técnico mediocre es capaz de convertir a un equipo plagado de estrellas en un conjunto baladí. La constelación no admite dudas. Se puede echar en falta a algún jugador concreto, pero lo que hay debe ser suficiente para hegemonizar América y atemorizar al mundo, no hacerlo reír por incompetencia propia. Estos son los sentimientos que provoca Sergio “Checho” Batista, seleccionador nacional de la albiceleste, para desgracia del pueblo argentino.
Repasemos: Gago (¿cuáles son sus méritos para estar acá?) es insultantemente intrascendente. Algunos jóvenes que merecen mucho más hueco por calidad e incluso coraje como Higuaín, Agüero y Pastore prácticamente no figuran, pasándose los encuentros en el banco de suplentes mientras Lavezzi y Tévez (¿qué ha sido del gran Apache?) dan el cante. Habituales baluartes como Mascherano, Cambiasso o Ever Banega se disipan en un mediocampo sin chispa. De Gabi Milito no queda ni la sombra de lo que fue en Independiente y Real Zaragoza. Javier Zanetti fuera del ecosistema interista no aporta demasiado, al igual que Messi no es él cuando se le separa de sus compañeros en el Barcelona. Quizá ese sea el mayor crimen del Checho, que prometió que su equipo jugaría a imagen y semejanza del Barça cuando en realidad no solo ni lo intenta sino que por jugadores y estrategia se encuentra en las antípodas del conjunto culé.
Durante el encuentro las únicas chances argentinas llegaron merced a la calidad incuestionable de sus figuras, más allá del penoso juego mostrado anoche en Santa Fe. Usando un sencillo juego de palabras se explica la actuación de uno de los mejores futbolistas del mundo: Messi se hizo un Lío. Hastiado, se le vio sin su habitual chispa. Le tienen mareado, además de la presión que se impone a sí mismo por querer agradar a su gente siendo el mismo jugador que abruma a todos del otro lado del charco, pero al regresar a su tierra natal no puede. Ni el equipo le ayuda ni el está dando lo mejor de sí mismo. Al menos por ahora. Del resto del plantel casi mejor ni hablar.
Por su parte Colombia se plantó bien, seria en su planteamiento y consciente de que según pasasen los minutos el marcador inalterado jugaría a su favor por los nervios del rival. Nada que achacar a los chicos del Bolillo Gómez, que de no ser por la buena actuación del arquero Sergio Romero se hubieran llevado los 3 puntos, sellando una clasificación que si bien no es matemática si lo es de forma virtual.
Esta noche Costa Rica intentará inaugurar su casillero de puntos ante Bolivia, que perfectamente pudo vencer en la primera fecha pero al menos tiene un punto. Los ticos se la juegan, pero aún sin ganar todavía tendrían opciones de clasificar como mejor tercero si superan a esta paupérrima Argentina. Visto lo visto pocos se atreven a negar tajantemente lo contrario, apenas un recalcitrante Batista que está echando a perder a una escuadra que da para mucho más. Hoy por hoy, él es el mayor enemigo de Argentina.
Comentarios
En cuanto a tu comentario Marl, yo pienso que Messi debería jugar siempre. También creo que aún está en deuda en la selección. Sin embargo creo que debería jugar siempre porque es un jugador diferente. Igual, como decís, sólo es una opinión, y por eso respeto la tuya.
Pero también Batista tiene culpa y mucha por que no puede ser que no puedas armar a un equipazo con todos esos jugadores aunque no es muy bueno tener a todos los mejores jugadores en un mismo equipo por que siempre van a haber jugadores que juegen mas de una posicion que de otra y pocos que jueguen de otra posicion y asi no hay equilibrio
Culpables son todos, pero el responsable, que no es lo mismo, suele ser sólo uno. Y diría que a Argentina lo que le falla es no tiene muy claro a qué ni cómo jugar. En España hemos sido especialistas en eso durante años.