El cuarto de hora del Rapid
El final del partido se acerca en el estadio Gerhard Hanappi de Viena. Restan quince minutos para el minuto 90 y de repente y sin que aparentemente ningún lance del juego lo provoque, todos los aficionados del Rapid de Viena presentes en el estadio comienzan a aplaudir al unísono y lo hacen durante varios minutos. Este acontecimiento se repite en todos los partidos que disputa el Rapid, pero lógicamente alcanza su mayor relevancia y significado en los partidos que el equipo de Hütteldorf disputa como local, ya que en esos partidos casi todo el estadio comienza a aplaudir al cumplirse el minuto 75. Se trata este del elemento más importante de la cultura de los aficionados del Rapid y se repite desde hace unos 90 años en todos los partidos del equipo blanquiverde.
Esta costumbre se inició en 1919 aunque el término “Die Rapid Viertelstunde (El cuarto de hora del Rapid)” existía ya con anterioridad a esa fecha. Ya en la temporada 1911/12, en la que el Rapid se proclamó campeón por primera vez en su historia, hubo varios partidos que se decidieron en su recta final a favor de los campeones. Por ejemplo, en los dos partidos que el equipo blanquiverde disputó contra el gran favorito Wiener AF, el Rapid anotó los goles decisivos (el de la victoria en la primera vuelta y el del empate en la segunda) en los últimos quince minutos. Además, en el último partido de la temporada contra el Vienna Cricket and Football-Club, se llegó con empate al minuto 84 pero en los últimos minutos los goles de Heinrich Krczal y Josef Schediwy dieron al Rapid su primer título liguero. En la siguiente temporada, en la que el Rapid se proclamó campeón de nuevo, se volvieron a dar situaciones en las que los partidos se decidieron a su favor en el último cuarto de hora. También los periódicos comenzaron a hacerse eco de la situación y en numerosas ocasiones se hizo referencia al “famoso cuarto de hora”. Por ejemplo, aquí dos menciones del Fremdenblatt:
Es en 1919 cuando los aficionados blanquiverdes empezaron a celebrar la llegada de los ya famosos últimos quince minutos del partido aplaudiendo durante aproximadamente dos minutos. En 1921, en un memorable partido que enfrentó al Rapid contra el Wiener AC esta curiosa costumbre se convirtió ya en una tradición fija. Al descanso se llegó con la victoria por cinco goles a uno del equipo visitante. Antes de llegar al “cuarto de hora del Rapid” el equipo blanquiverde consiguió dos goles más y el partido finalizó con la victoria local por un contundente 7-5 tras los cuatro goles obtenidos en los últimos 15 minutos. Los siete goles fueron obra del delantero de Ottakring Josef Uridil. Otro gran ejemplo del Rapid dándole la vuelta a un partido en los últimos minutos lo podemos encontrar en la final de la Copa de Alemania de 1938. El Rapid se enfrentaba al FSV Frankfurt y al minuto 80 se llegó con la victoria del equipo de Frankfurt por 1-0. En los últimos 10 minutos el Rapid dio la vuelta al partido con tres goles. También podemos encontrar ejemplos en el fútbol moderno y en la temporada 2009/10 el equipo de Hütteldorf consiguió 26 goles en los últimos 15 minutos, el doble que el segundo clasificado en este aspecto, el Austria de Viena. En cinco ocasiones esos goles provocaron la victoria del Rapid y en tres ocasiones el empate.
En marzo de 2011 un grupo de aficionados del Rapid presentó ante la UNESCO una solicitud para incluir el “Cuarto de hora del Rapid” en la lista austriaca de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Entre los eventos incluidos en la lista austriaca se encuentran por ejemplo el arte de equitación y la alta escuela de la Escuela Española de Equitación vienesa o la temporada de bailes de Viena. La Comisión Austriaca de la UNESCO se manifestó en contra de la inclusión en la lista. Eva Nowotny, presidenta de la Comisión, comentó que hubo una seria discusión al respecto pero que finalmente se llegó a la conclusión de que es discutible si las manifestaciones de los aficionados pueden ser consideradas Patrimonio Cultural Inmaterial.
De manera similar, desde hace ya 101 años, los aficionados del Young Boys de Berna celebran también la llegada de los últimos quince minutos de los partidos de su equipo. El conocido como “Cuarto de hora YB (YB-Viertelstunde)” existe desde el 28 de abril de 2010, en un partido en el que el Young Boys derrotó al FC Luzern 4-2 tras llegar al minuto 75 perdiendo por dos goles a uno. En el caso del Young Boys la llegada a los últimos quince minutos se celebra de forma distinta, en este caso, sus aficionados hacen una cuenta atrás y después cantan una canción.
Vídeos:
Rapid Viertelstunde en el Rapid - Hamburgo SV de la primera jornada de la fase de grupos de la Europa League de la temporada 2009/10 (Vídeo 1 y 2). Curiosamente, en este partido, los aficionados del Rapid todavía celebraban la llegada del último cuarto de hora cuando su equipo consiguió el definitivo 3-0.
Llegada de los últimos quince minutos en el Rapid - Austria Kärnten (5.4.2009).
YB Viertelstunde.
Información para el artículo obtenida de:
Rapid Archiv
Die Presse
Christian Bruckner
Esta costumbre se inició en 1919 aunque el término “Die Rapid Viertelstunde (El cuarto de hora del Rapid)” existía ya con anterioridad a esa fecha. Ya en la temporada 1911/12, en la que el Rapid se proclamó campeón por primera vez en su historia, hubo varios partidos que se decidieron en su recta final a favor de los campeones. Por ejemplo, en los dos partidos que el equipo blanquiverde disputó contra el gran favorito Wiener AF, el Rapid anotó los goles decisivos (el de la victoria en la primera vuelta y el del empate en la segunda) en los últimos quince minutos. Además, en el último partido de la temporada contra el Vienna Cricket and Football-Club, se llegó con empate al minuto 84 pero en los últimos minutos los goles de Heinrich Krczal y Josef Schediwy dieron al Rapid su primer título liguero. En la siguiente temporada, en la que el Rapid se proclamó campeón de nuevo, se volvieron a dar situaciones en las que los partidos se decidieron a su favor en el último cuarto de hora. También los periódicos comenzaron a hacerse eco de la situación y en numerosas ocasiones se hizo referencia al “famoso cuarto de hora”. Por ejemplo, aquí dos menciones del Fremdenblatt:
- El 22.09.1913 en un artículo sobre un partido contra el Ferencvaros: “En ese momento llegó el cuarto de hora de los vieneses en el que el Rapid demostró su forma ejemplar."
- El 10.05.1915 en un artículo sobre el partido contra el FAC: “Y llegó el esperadísimo cuarto de hora, que casi se ha convertido en una frase hecha."
Es en 1919 cuando los aficionados blanquiverdes empezaron a celebrar la llegada de los ya famosos últimos quince minutos del partido aplaudiendo durante aproximadamente dos minutos. En 1921, en un memorable partido que enfrentó al Rapid contra el Wiener AC esta curiosa costumbre se convirtió ya en una tradición fija. Al descanso se llegó con la victoria por cinco goles a uno del equipo visitante. Antes de llegar al “cuarto de hora del Rapid” el equipo blanquiverde consiguió dos goles más y el partido finalizó con la victoria local por un contundente 7-5 tras los cuatro goles obtenidos en los últimos 15 minutos. Los siete goles fueron obra del delantero de Ottakring Josef Uridil. Otro gran ejemplo del Rapid dándole la vuelta a un partido en los últimos minutos lo podemos encontrar en la final de la Copa de Alemania de 1938. El Rapid se enfrentaba al FSV Frankfurt y al minuto 80 se llegó con la victoria del equipo de Frankfurt por 1-0. En los últimos 10 minutos el Rapid dio la vuelta al partido con tres goles. También podemos encontrar ejemplos en el fútbol moderno y en la temporada 2009/10 el equipo de Hütteldorf consiguió 26 goles en los últimos 15 minutos, el doble que el segundo clasificado en este aspecto, el Austria de Viena. En cinco ocasiones esos goles provocaron la victoria del Rapid y en tres ocasiones el empate.
En marzo de 2011 un grupo de aficionados del Rapid presentó ante la UNESCO una solicitud para incluir el “Cuarto de hora del Rapid” en la lista austriaca de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Entre los eventos incluidos en la lista austriaca se encuentran por ejemplo el arte de equitación y la alta escuela de la Escuela Española de Equitación vienesa o la temporada de bailes de Viena. La Comisión Austriaca de la UNESCO se manifestó en contra de la inclusión en la lista. Eva Nowotny, presidenta de la Comisión, comentó que hubo una seria discusión al respecto pero que finalmente se llegó a la conclusión de que es discutible si las manifestaciones de los aficionados pueden ser consideradas Patrimonio Cultural Inmaterial.
De manera similar, desde hace ya 101 años, los aficionados del Young Boys de Berna celebran también la llegada de los últimos quince minutos de los partidos de su equipo. El conocido como “Cuarto de hora YB (YB-Viertelstunde)” existe desde el 28 de abril de 2010, en un partido en el que el Young Boys derrotó al FC Luzern 4-2 tras llegar al minuto 75 perdiendo por dos goles a uno. En el caso del Young Boys la llegada a los últimos quince minutos se celebra de forma distinta, en este caso, sus aficionados hacen una cuenta atrás y después cantan una canción.
Vídeos:
Rapid Viertelstunde en el Rapid - Hamburgo SV de la primera jornada de la fase de grupos de la Europa League de la temporada 2009/10 (Vídeo 1 y 2). Curiosamente, en este partido, los aficionados del Rapid todavía celebraban la llegada del último cuarto de hora cuando su equipo consiguió el definitivo 3-0.
Llegada de los últimos quince minutos en el Rapid - Austria Kärnten (5.4.2009).
YB Viertelstunde.
Información para el artículo obtenida de:
Rapid Archiv
Die Presse
Christian Bruckner
Comentarios
Qué importante es a veces el público. Por ejemplo, me pregunto si es casualidad la trayectoria ascendente del Espanyol desde que abandonó Montjuic, o cómo influiría a Osasuna jugar en un campo con pista de atletismo....
Por cierto, tengo que reconocer que a pesar de haber estado ya en varios partidos del Rapid (4 como local y 1 como visitante) nunca me he dado cuenta de la celebración del "cuarto de hora del Rapid". La explicación es que aún no sabía que existía algo así.
Me explico, creo que para darse cuenta de que se trata de algo especial hay que saber que existe porque si no te crees que se trata de una forma más de animar al equipo como las que hay en cualquier otro momento del partido.
Ahora tengo ya ganas de volver al Hanappi para poder disfrutar conscientemente de ese cuarto de hora.