West Ham: los Hammers buscan el retorno
Si algo caracteriza a la asumida comúnmente como mejor liga del mundo, la Premier League, es la competitividad encarnizada entre sus componentes. Ello fomenta un torneo abierto lleno de sorpresas pero también con algún sobresalto inesperado, especialmente en la recta final. El Blackpool retornó tras muchísimos años, completó una campaña digna (venciendo incluso en Anfield Road) pero perdió la categoría la última jornada en Old Trafford luchando hasta el último minuto. El Birmingham City campeón de la Carling Cup ante el Arsenal se relajó y acabó cayendo al pozo por diferencia de goles. ¿Y el West Ham? Simplemente decepcionó.
No se puede calificar de otra manera la trayectoria del club londinense, relegado a la Championship con antelación al desenlace de la liga. Si bien no había plantel para pelear con los de arriba seguramente tampoco lo había para perder la categoría, más aún tras tantos años seguidos en una Premier de la que era asiduo desde que en 2005 obtuviese una plaza que muchos dábamos por segura durante bastante más tiempo. Avram Grant abandonó el Este de Londres, haciéndose cargo del proyecto de retorno el experimentado Sam Allardyce.
Desde que aquel 1 de Junio firmase ‘Big Sam’ todo ha ido encaminado en la misma dirección: devolver a The Academy (merecido sobrenombre por la enorme cantidad de grandes jugadores que han salido de sus huestes) entre los grandes. Para garantizar el éxito se ha mantenido gran parte de la base anterior, con Robert Green, Carlton Cole, el mexicano Barrera, Julien Faubert, Kevin Nolan y el francés Frédéric Piquionne, a los que se han unido entre otros el gigante noruego John Carew o el ex-Newcastle Mark Noble. Con una escuadra así todo lo que no sea estar arriba debe ser pecado.
Sin embargo el pasado domingo dieron de bruces con la realidad cuando el incombustible Kenny Miller daba la victoria al Cardiff City en el último instante, silenciando las gradas de Upton Park donde solo se escuchaba el griterío de una exacerbada afición visitante que se llevaba la victoria en una de las canchas presumiblemente más complicadas contra unos Hammers estupefactos ante la gran cantidad de chances desechadas.
Es el sino que les espera en esta temporada que apenas comienza. Remar muchísimo, concentración máxima y el ápice necesario de suerte para abandonar lo antes posible un pozo del que muchos no consiguen salir con el paso de los años.
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