En un país destrozado por la guerra que vive desde que hace meses los rebeldes se levantasen contra la dictadura de Muamar El Gadafi, desde ayer tienen una razón más para sonreír, aunque aquí deberíamos aplicar una de las mejores máximas que ha dejado Jorge Valdano: “el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”. Es decir, que la pelota no arreglará la nación, pero puede hacer un poco más llevadera la transición. Dadas las circunstancias, en mitad del conflicto, teniendo que jugar fuera y sin ser una selección especialmente potente en el panorama africano, podemos hablar de hazaña. El técnico brasileño Marcos Paquetá ha sido el artífice de la clasificación, tercera en la historia del combinado nacional libio. De sus seis encuentros logró un pleno en ‘casa’ (ante Islas Comoros ejerció de local en Malí y ante Mozambique en Egipto) con tres empates fuera, por lo que finalizaron invictos, obteniendo el pase como uno de los mejores segundos tras empatar en casa del líder Zambia, que apenas los superó por un punto.
Queda por ver cuando se reanuda la Liga, paralizada desde marzo, y sobre todo cuando se estabiliza la situación político-social del país, un hecho que cada día parece más cercano y que ayudará a normalizar el ambiente en todos los contextos. En relación con ello, cabe destacar que la mayoría de integrantes del combinado nacional juegan en su campeonato local, por lo que sus únicos partidos desde marzo han sido con la selección, más allá de los pocos que juegan en Marruecos, Túnez, Portugal o Irlanda, aunque apenas suman a seis del total.
Enhorabuena pues al pueblo libio, y mucha suerte en el torneo que se disputará el próximo verano en Gabón y Guinea Ecuatorial, país debutante éste último al igual que Níger y Bostwana, equipos a los que también seguiremos y de los cuales hablaremos en su momento.
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