"Matar" a tu héroe

Abrimos hoy las puertas de Café Fútbol a la colaboración de uno de nuestros más preciados amigos, Xtaoth, quien se ha lanzado a la arena con un texto sobre su Real Mallorca y la figura de Héctor Cúper, en principio, y sobre los sentimientos en el fútbol, en realidad. Todo un placer para nosotros publicar este texto.


Esta temporada tengo un mal presentimiento con mi equipo, el Mallorca. Será la falta de gol, la pérdida inexplicable de la concentración del equipo, las dudas que me asaltan sobre la directiva después de la cantidad de absurdos que están acumulando... No lo sé. El caso es que tengo la sensación de que si esta temporada nos salvamos será por deméritos de nuestros rivales, igual que la temporada en la que el Levante se pegó un tiro en el pié y acabó por debajo de nosotros.


Así pues, partidos como el de hoy que le hemos ganado al Racing valen triple: tres puntos de colchón, aumento de moral y duro golpe a un rival directo. Y sin embargo, al acabar el partido y ver a uno de mis grandes ídolos hundido en la banda después de encajar una derrota que puede suponerle la destitución, me ha quitado todas las ganas de celebrar la victoria.

 

Los héroes que visten la camiseta de tu equipo son extraños en el fútbol. Unos cayeron al firmar contratos con otros equipos, otros se dejan llevar por la autocomplacencia y el cortoplacismo de los aficionados suele hacer el resto. Sólo aquellos que realmente se van porque sabes que son imposibles de retener o esos que lo dan todo hasta el final permanecen en la memoria. De hecho, creo que es más fácil ser seguidor de un jugador que no ha vestido tu camiseta, ya que es más difícil que te rompa el corazón.


Héctor Cúper es de los primeros. Desconocido cuando llegó al Mallorca, al cabo de dos años su brillo era tan grande que era imposible que se quedara. La afición lo sabía, pero a pesar de eso, un cuarto de hora después de que el árbitro pitara el final de su último partido, le hizo regresar al campo utilizando un grito de guerra unísono: “Cúper quedate”. El argentino, con lágrimas en los ojos porque sabía que eso no podía ser, salió del vestuario y estuvo cinco minutos en el campo despidiéndose mientras la afición, terca como ella sola, se negaba a aceptar aquello.

Yo era uno de ellos, gritando y aplaudiendo junto a mi padre.


El tiempo pasó. Cúper triunfó pero el destino cruel le señaló como el 'perdedor de finales', un título injusto de fracasado para alguien que llevaba a lo más alto a todo equipo que entrenaba. Pero lo peor para el maravilloso entrenador estaba por venir. Y su desgracia comenzó donde empezó su gloria: En casa.


 
Volvió, cuando estaba sin trabajo pero con su fama intacta, para salvar al equipo que se había ganado su amor. Lo hizo pero se dejó gran parte de su prestigio por el camino. Fue destituído la temporada siguiente para evitar lo que parecía un descenso seguro y la gran segunda vuelta de su sucesor puso la segunda piedra en su tumba. Aún asi, la afición le siguió queriendo. Había venido jugándose su crédito, lo perdió y, aún así, se fue perdonando lo que le quedaba de ficha. Un rara avis en estos tiempos, fracasar y salir por la puerta grande a la vez.



Desgraciadamente, desde entonces su carrera ha ido cuesta abajo. Su método era efectivo, pero no se adaptó. Se volvió previsible y, desde entonces, anda más sobrado de fracasos que de éxitos. Para los aficionados del Mallorca es muy duro ver a nuestro ídolo así, tanto es, que hoy le han recibido (si, 'han', yo lo he visto por televisión) como el héroe que fue, con todo nuestro agradecimiento.


… Pero en nuestra infinita necesidad de supervivencia, es posible que le hayamos puesto punto final a su carrera en el Racing y, posiblemente, a su último tren para volver a entrenar en primera división...


Así pues, ¿cómo diablos voy a estar contento?

2 comentarios:

cityground dijo...

Xtaoth, No debe ser fácil ver en serias dificultades a una persona a la que admiras o tienes mucha simpatía.

Pero supongo que lo primero será que se salve el mallorca y si además se salva el Racing con Cuper mejor para ti.

Buen artículo.

xtaoth dijo...

Pues si. Desde aquí tenemos la sensación de que con la plantilla del Racing, salvarse es un milagro aunque en el bancoe estuviese Mourinho.

Yo, desde luego, quería la victoria, pero el regusto amargo y más sabiendo que a Cúper no le están saliendo las cosas en ninguno de los equipos en los que ha estado últimamente, pues no me lo quita nadie...