La década prodigiosa del Depor

Hace un par de años a estas alturas hice un esbozo de este artículo que dejé inacabado en un cajón. Lo proseguí el día que por desgracia abandonó la máxima categoría del fútbol español, al término de la anterior campaña 2010-2011. Ahora que lideran la Segunda con solvencia, espero sirva como recuerdo de grandeza para evocar un pronto regreso a Primera, y para que nuestro compañero Estoja (al que dedico este artículo) recupere pronto la felicidad por los suyos.

Cuando el inevitable paso de los años nos hace mirar atrás con aires de melancolía, en el terreno futbolero no podemos dejar de acordarnos del Deportivo de La Coruña, ese entrañable ‘Súper Depor’ que pasó en poco tiempo de ser ‘equipo ascensor’ a plantarse en la élite europea, repartiendo sopapos por doquier ya fuera a nivel local o internacional.

Son tiempos que difícilmente volverán, pero que nadie podrá quitar a una afición que vivió durante un buen puñado de años un sueño memorable, ya historia del balompié español, con gestas imborrables que bien merecían un post desde hace tiempo.

¿Son capaces de recordar un equipo que en apenas un par de años haya salido victorioso de templos como Delle Alpi, Highbury, Old Trafford, Santiago Bernabéu, Allianz Arena y Camp Nou? Los estadios europeos fueron en Champions, donde completaron una gesta enorme remontándole un 4-1 al Milan de Kaká, Cafú, Maldini y compañía, que en una noche mágica en Riazor recibieron un histórico 4-0 (ver vídeo), siendo la primera vez que un vigente campeón de Europa recibía tal correctivo y le superaban una desventaja de 3 goles. En España profanaron las casas de nuestros gigantes, imponiéndose incluso en el Santiago Bernabéu en la final de Copa a un Madrid que festejaba en tan señalada fecha sus cien años, conociéndose aquella gesta como el ‘Centenariazo’.



Aquella fue una de sus hazañas más conocidas, pero no la única. Muchas noches y fechas para el recuerdo dejó la época dorada del club coruñés. De aquella primera versión con Arsenio Iglesias en la banca gozamos con Bebeto, Voro, Liaño, Fran, Mauro Silva, Claudio y Djukic, fatalmente recordado no por su gran trayectoria sino por el penalti que erró ante el Valencia que les privó de ganar la Liga en 1994.

Un año después Amavisca y Zamorano les arrebataron otro sueño, dándoles al Madrid en casa su primera Liga de los 90’ y dejando al Depor sin ‘desvirgarse’ una vez más. Al menos en la siguiente temporada Alfredo Santaelena se vengó de los ‘chés’ con un testarazo redentor que les dio la Copa del Rey en el Bernabéu. Aliviaban el dolor sufrido un par de años antes ante el mismo rival, festejando su primer título a lo grande en una final que tuvo que aplazarse una vez iniciada por la tromba de agua que cayó sobre Madrid. Pero esperar esta vez mereció la pena.

Entre medias, en 1996 disputaron una gran Recopa, dejando por el camino a APOEL Nicosia, Trabzonspor y Real Zaragoza (por entonces vigente campeón), alcanzando unas semifinales en las que solo el PSG de Djorkaeff y Loko los superó. El conjunto francés acabó levantando el título, pero el Depor ya había dejado su sello en Europa, territorio donde cosecharía grandes éxitos y enorme admiración.

Aquella generación se fue yendo, aunque algunos referentes aguantaron el tipo. Llegaría Rivaldo, cuya sensacional campaña le llevó al Barcelona en el último suspiro del mercado de fichajes para disgusto de Lendoiro y toda la afición deportivista. Cayeron en la trampa de su propia clausula de rescisión, pero aquel dinero a la larga ayudaría a reforzar al club para los retos que estaban por llegar.

Asì se grita una Liga
Los siguientes años no estarían mal, pero fue al final del siglo cuando se alcanzó la mayor emoción, el trofeo soñado que algún tiempo antes parecía una quimera. La campaña 1999-2000 le coronó campeón ante el RCD Español en Riazor por primera y única vez el precioso proyecto de Augusto César Lendoiro. Donato, santo y seña del deportivismo, y el elegante neerlandés Makaay, certificaron con sus goles la victoria, el grito máximo. Ahí seguían Fran y Mauro Silva, ahora acompañados por Molina, Manuel Pablo, Djalminha, Scaloni y Víctor, componentes de un histórico plantel conducido por Jabo Irureta que superó en la recta final a Barcelona y Zaragoza, que llegaban a esa última jornada con opciones matemáticas.

Las siguientes temporadas rayaron a un nivel muy alto, obteniendo sendos subcampeonatos ligueros en 2001 y 2002, año que coronaron con la Copa del Rey en el Bernabéu y la Supercopa de España, ésta última tras batir al Valencia de Rafa Benítez.

En Europa el desempeño del equipo era muy bueno, pero al llegar a las eliminatorias siempre sucedía algo. Primero fue el inesperado tropiezo ante el Leeds United en 2001. Al año siguiente el Manchester United confirmaba en la misma instancia que los clubes ingleses no se les daban bien.

Pero 2004 parecía ser el año. Accedieron a la Champions en la previa, al deshacerse del Rosenborg por la mínima. La fase de grupos fue rocambolesca, con la recordada paliza encajada en Mónaco (8-3) como punto negro. Pero cuando nadie daba un duro por ellos, se rebelaron contra un destino que parecía marcado de antemano. Primero, dejando a la Juventus en la cuneta contra pronóstico. Luego, superando a un Milan que creía tener sellada la clasificación tras el 4-1 de la ida pero que se llevó de Coruña un repaso histórico.

Ahora sí, esta era la ocasión del Depor. Afortunadamente el rival en semifinales sería el Oporto, un equipo que si bien venía de ganar la UEFA no contaba en las quinielas con posibilidades de dar la campanada. Segundos de un grupo que encabezó el Real Madrid, eliminaron al Manchester United en el último instante en Old Trafford. Después fue el turno para el O.Lyon, al que vencieron sin demasiados aspavientos.

Se les consideraba un rival rocoso pero factible, especialmente tras los cruces anteriores. Pero nada más lejos de la realidad, ya que tras el 0-0 en el Estadio do Dragão no fueron capaces de resolver en casa, donde una desafortunada expulsión de Andrade y un penalti de Derlei les dejaron sin el anhelado sueño por el que tanto habían luchado. En Gelsenkirchen Mourinho y los suyos levantaron la Champions ante un impotente Mónaco, aunque eso ya poco importaba en Riazor.

Tranquilo y locuaz, camina hacia el èxito
Aquel fue el último gran hito del Depor, que poco a poco se iría apagando. Con el tiempo la mediocridad se fue instalando en el equipo. Los fichajes no salieron bien, tampoco las ventas reportaron los millones esperados. Sin el maná del dinero, el nivel del plantel fue bajando poco a poco hasta llevarse un susto en la 2009-2010, donde un mal comienzo hizo temer lo peor. El equipo acabó salvándose sin demasiados problemas, pero el susto advertía de lo que podía acabar sucediendo.

Y así fue como tras coquetear toda la temporada con los puestos bajos, el equipo acabó quemándose en el fuego del descenso luego de dos inolvidables décadas en la élite en las que pudo disfrutar de los mejores momentos de gloria de su historia. Una derrota en casa ante el Valencia, una de sus bestias negras, finiquitaba la etapa deportivista entre los grandes.

Pero tras el traumático 2011, el desempeño actual del equipo trae esperanzas fundadas para recuperar de nuevo la ilusión. A día de hoy ocupan el liderato en la dura Segunda División, donde queda mucho camino para los de José Luis Oltra, cuya excelente labor apunta a un retorno tan inmediato como merecido. Así sea, para que pronto podamos volver a gozar con el gran Súper Depor.

3 comentarios:

cityground dijo...

Gran recuerdo de ese Depor.

Todos fuimos un poco del equipo gallego, con sus inolvidables noches europeas, la épica remontada al Milán que era un equipazo o la copa del Rey en el Bernabeu ante el Madrid.

La temporada que viene los volveremos a tener en 1ª que es su sitio.

Kbro dijo...

El Depor se media de tu a tu con el Madrid y el Barcelona que grandes los partidos contra el Madrid en Riazor.Fran se merecio mucho mas reconocimiento del que tuvo.Un aplauso a la aficion por como apoyo el año pasado y como apoya desde el primer dia este año.

Anónimo dijo...

Este Depor es de esos equipos que todos queremos, tiene esa afinidad con el aficionado, de ser pequeño pero de dar cosas buenas con mucha garra, que Grande el Depor.