La rivalidad no siempre es cosa de dos

El derby de Palma, ¿pronto en Primera?
Por Juan Torrandell @xtaoth 

Escribo esto mientras disfruto del descenso del Villarreal a segunda división. Uno de los placeres inconfesables del fútbol (por mucho que digan los puristas) es ver a tu rival morder el polvo, y el Villarreal se ganó -en los despachos- el derecho a ser enemigo de todo aficionado bermellón (pregunten, pregunten, a ver si alguno piensa diferente).

Además, ese pequeño capricho era algo que aún me quedaba por probar como aficionado mallorquín en esta época dorada de mi equipo. Bueno, eso, y vivir un derby palmesano.

Y es que un derby balear (ya no digo capitalino) en categoría nacional es algo difícil de ver. Si exceptuamos el Mallorca, el fútbol balear da escalofríos: La última vez que un equipo balear estuvo en la categoría de plata, la 2ªB no existía aún (Constancia, temporada 67/68). Así pues, este tipo de partidos están restringidos casi siempre a la tercera división o a 2ªB los años que hay algún equipo isleño.

(Por si os lo estáis preguntando: no, no levantan mucha expectación más allá de las respectivas hinchadas, que suelen ser escasas).

Todo esto viene como introducción al hecho de que, por primera vez en la historia de la liga española, un equipo que no es el Mallorca (o su filial), va a disputar una fase de ascenso de segunda división 'B' a segunda división 'A'. Y no es un equipo cualquiera, es el Atlético Baleares, histórico rival de los mallorquines y segundo equipo de la capital. …

Bueno, si me permitís la coña, prehistórico rival de los mallorquines...

Y es que -si no contamos filiales- el Mallorca y el Baleares sólo han coincidido en una liga en cinco ocasiones si contamos los últimos cincuenta años. Cuatro de esas veces fue en tercera división y una en la temporada inaugural de la 2ªB, todas ellas seguidas y que acabó cuando el Mallorca se libró de sus problemas económicos (ay) y comenzó a subir divisiones hasta volver a Primera.

De eso hace 32 años.

Como comprenderéis, eso implica que la última vez que se vieron las caras en liga, yo tenía un añito y como que mis gritos no eran para celebrar la victoria sobre el (ehem) sempiterno rival.

Con todas estas referencias, os podéis imaginar el panorama desolador que representaba la ciudad de Palma. El 95% de aficionados al fútbol son del Mallorca, un 4% del Baleares y el resto son aficionados de equipos de barriadas. Ese 4%, sin embargo, como el pueblo de Astérix, son irreductibles, leales al 100%, arman ruido, montan campañas de captación de socios y presumen de equipo e historia como nadie.

Estos aficionados ven al Mallorca como el rival que nunca les ha dejado respirar, el gigante que siempre estaba encima y que llegó a probar el sabor del triunfo y el vino europeo, algo que ellos ven tan real y cercano como el sueño de una noche de verano. De hecho, en toda mi vida he llegado a conocer a -ehem- exactamente, dos 'balearicos' y realmente viven para ver el día en que su equipo esté, al fin, por encima del Mallorca.

Yo entiendo su postura, pero me cuesta sentir lo mismo por el Baleares. Al fin y al cabo, el Baleares no nos ha hecho nada desde hace mucho tiempo (se habla de campeonatos regionales en la prehistoria del fútbol, pero eso es como si el C.D. Europa le guardase rencor al Bilbao por la final de copa del año 23). De hecho, el Baleares actual está construido utilizando el dinero de Bartolomé Cursach (ex-presidente del Mallorca) y Gustavo Siviero (ex-jugador e ídolo de la afición bermellona). Por el banquillo balearico han pasado, a demás, 'Chichi' Soler y Ángel Pedraza (D.E.P.), también ex-jugadores -y muy importantes- del Mallorca... Y nadie -excepto uno o dos exaltados que no saben ni por qué odian al Baleares- se ha echado las manos a la cabeza ni ha quemado las fotos de sus antiguos ídolos.

¿Para qué?

Así pues, lo único que me irrita del Baleares son que insistan en que el Mallorca baje de una vez para verse las caras con ellos. Por eso me alegro de que esta vez vayan a ascender (si es que lo hacen). Para que, si tenemos que vernos las caras, sea en primera y no en tercera. Para ver un derby como dios manda con un estadio abarrotado (o, al menos, tres cuartas partes -sigh-), para reírme o esconderme de mi compañero de trabajo al día siguiente o para picarme haciendo un bermellones contra blanquiazules en vez de solteros contra casados...

Es decir, yo quiero que el Mallorca tenga un archienemigo balear de una vez, para no tener que conformarme con un Villarreal del tres al cuarto.

7 comentarios:

xtaoth dijo...

Como siempre, gracias por publicarme el texto. Sé que soy algo monotemático con el Mallorca, pero estoy seguro que este tipo de artículos se pueden extrapolar a otros equipos nacionales.

Ahora mismo, tendría que buscar quién es el rival histórico de equipos como el Racing, el Osasuna o, si me apuras, el Zaragoza y seguro que sus aficionados sienten por sus respectivos 'rivales' algo parecido a lo que yo siento por el Baleares.

Garrincha dijo...

A nosotros en Málaga nos pasa algo parecido. Siempre hubo mucha rivalidad con el Granada pero eso hace bastantes años que murió.

Desde que tengo memoria los clubes sevillanos han sido los grandes rivales, aunque ellos no nos considerasen así (algo que tenía su cierta lógica). Supongo que el nuevo rol del Málaga ayudará a reconsiderar su posición respecto a nosotros :)

Anónimo dijo...

Yo estuve un año trabajando (y malviviendo en Ibiza, y mi jefe era un aleman que acababa de ser destinado a ibiza despues de 30 años en Mallorca, pues el tio era muy Balearico, todos los lunes me preguntaba o comentaba el partido del Baleares que, si no recuerdo mal estaba en 2ªB junto al SA Eivissa y el Penya StaEulalia. Aprovecho para decir que el Ibiza-Eivissa o como se llame este año tambien tiene un buen artículo en vista de todos sus proyectos fallidos, millonarios que huyen etc..

Anónimo dijo...

En Zaragoza había dos grandes rivales, pero se fusionaron para dar lugar al actual Real Zaragoza. Así que esa relación se tiene ahora más o menos con el Huesca. La última vez que estuvo el Zaragoza en Segunda (hace cuatro años) fue la primera vez que coincidían en la misma categoría desde los años 50.

Por cierto, al hilo de las relaciones entre mallorquinistas y baleáricos, aquí un artículo que leí hace poco y que al leer esto me ha venido a la cabeza:
http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2010/12/cuando-manda-el-enemigo/

Martín dijo...

No puedo evitarlo, pero casi siempre soy del 2º(o 3º equipo) de una ciudad, primero porque tiendo a ir con el humilde, y luego(y seguramente más por esto,que soy bastante friki), porque sus nombres suelen ser mucho más bonitos. Donde este un Europa un Levante o un Baleares que se quiten Barcelonas,Valencias o Mallorcas. Lastima lo de Zaragoza, que teniendo un equipo con uno de los nombres más preciosos posibles (ese Iberia),se quedo con lo de Zaragoza...supongo que por eso tambien me suele fastidiar el excesivo enlace entre equipo---ciudad, no puedo con el caracter ultraprovinciano que quieran dar algunos...

xtaoth dijo...

Pues mira que a mi el Baleares nunca me entusiasmó como nombre, prefiero de lejos el Constancia (que no es de la capital) o el Ferriolense por ser nombre de equipo de barrio.

También es cierto que en las islas no nos identificamos con el locativo 'balear', se nos hace extraño que alguien se nos dirija como 'balear' en vez de como 'mallorquín', 'menorquín' o 'ibicenco', quizás por eso me chirría tanto el 'Atlético Baleares' y, quizás por eso sus aficionados son 'balearicos', que no es el localizador correcto para alguien de las Baleares :)

Anónimo dijo...

La verdad es que tener un rival, uno de verdad, es algo maravilloso. Le da sentido a tu pasión. Me refiero a una rivalidad sana, deportiva y un poquito más, pero sin llegar al drama con el que se la toman muchos. Y recíproca, porque si no no tiene gracia. Yo soy sevillista, y me encanta nuestra rivalidad sevillana. Bien entendida claro. Sin peleas ni deseos de muerte, que para eso tengo muchos béticos en mi corazón (mi padre, mi tío, mis abuelos, muchos amigos).

Ser tú del tuyo, aquí, y enfrente los del otro. Y el que dice enfrente, dice al lado. Todos en busca de lo mismo. El fútbol no tiene mejor salsa.