Copa do Brasil: Verdão campeão

Marcos Assunção alza al cielo la Copa 

Ganar un título importante siempre implica muchas cosas. En el caso de determinados países los logros adquieren una mayor dificultad que le otorgan un componente aún más especial. Es por ello que en Brasil, donde hay 12 grandes históricos y una batería importante de equipos que siempre se rebelan contra ellos, alzar un trofeo requiere mucho sacrificio, dosis de fortuna y un buen trabajo previo. Bien lo pueden atestiguar las lágrimas de Marcos Assunção anoche a la conclusión del encuentro que erigió a Palmeiras como campeón de la Copa de Brasil por segunda vez en su historia, poniendo fin a demasiados años de sequía. 

Para los no iniciados, la Copa de Brasil es un torneo relativamente joven (su primera edición data de 1989) pero de gran arraigo en el fútbol nacional. Se disputa a ida y vuelta cada eliminatoria, aunque hasta ahora solo podían participar 64 clubes entre los no-clasificados a la Copa Libertadores de ese mismo año, los mejores clubes de cada estado así como los diez equipos con mejor ranking CBF. Eso sí, de cara a 2013 el formato sufrirá algunas modificaciones de las que hablaremos otro día. 

El caso es que anoche Palmeiras, un grande de veras, conquistaba su título más importante en lo que va de siglo. Los últimos tiempos fueron duros para el Verdão, con el descenso en 2002 poco tiempo después de proclamarse campeón nacional, sudamericano y mundial. El palo apenas los mantuvo un año en segunda, pero desde su retorno apenas habían sumado el Torneo Paulista de 2008. 

Ayer por tanto se enfrentaban no solo al pujante Coritiba, sino también a sus propios fantasmas. Su rival, el Coxa, les había preparado un ambiente infernal para recibirlos en el Couto Pereira, donde solo la mala suerte les privó de la Copa el año anterior. Esta vez el reto era superar el 2-0 que traía Palmeiras de la ida, y cerca anduvieron de lograrlo. 

Tras alcanzar el descanso sin modificaciones, Coritiba tomó ventaja con un gran tiro libre transformado por Ayrton. Apenas un tanto les separaba de igualar la eliminatoria, pero unos pocos minutos después Marcos Assunção botaba una falta que Betinho cabeceaba a gol. A partir de ahí ambos equipos gozaron de ocasiones para llevarse el encuentro, pero la suerte ya estaba echada y Palmeiras iba a ser campeón de nuevo. Para hacerlo más especial, el hombre que les ha devuelto al éxito es Luiz Felipe Scolari, que llegó en 2010 con el objetivo de reverdecer los laureles logrados bajo su anterior mandato en lo que significó la mejor época en la historia de la entidad de Palestra Italia.

                      

El lado dulce de la Victoria permite a la afición palmeirense festejar un título apenas una semana más tarde de que Corinthians, su mayor rival, se proclamase campeón de la Copa Libertadores, torneo en el que se verán las caras el año que viene. Palmeiras pasa a ser en solitario el primer y único club brasileño que acapara al 10 títulos nacionales importantes entre sus 8 ligas y ahora sus 2 copas. Si es el primer paso en una resurrección efectiva o apenas un éxito efímero solo lo dirán los acontecimientos futuros. Pero lo que es seguro es que solo de la mano de Scolari (Rey de Copas, anoche sumó su cuarta particular) estarán más cerca de repetir alegrías pasadas que hoy vuelven a parecer factibles. Es el regreso por todo lo alto de la Sociedade Esportiva Palmeiras.