Pugna en el Ródano

Esta semana puede suponer la confirmación de dos acontecimientos realmente importantes en el fútbol galo. Por un lado, una victoria esta misma noche del AS Mónaco en su visita al Sedan (penúltimo) supondría el regreso de los monegascos a la máxima categoría. Por otro, el PSG puede proclamarse campeón nacional diecinueve años después el próximo domingo.

Pero si una batalla mantiene en vilo al aficionado francés es la que mantienen cuatro clubes en la pugna por un puesto de Champions. Niza, Lille, St.Étienne y O.Lyon se postulan por obtener un lugar que ya ha asegurado el PSG y que salvo sorpresa también ocupará el O.Marsella. Son precisamente Les Gones y Les Verts los que más cerca tienen el objetivo, enfrentándose ayer a mediodía en un precioso derby del Ródano, que ya va por más de 100 ediciones.

La seguridad de jugar en Gerland junto a la ventaja clasificatoria otorgaban al O.Lyon una chance única para abrir brecha respecto a sus rivales. Una hipotética victoria podía enterrar las ilusiones de su resucitado rival regional, que llegaba en volandas tras un 2013 en el que aún no han perdido en Ligue 1 y sumaron recientemente la Coupe de la Ligue.

Así es, St.Étienne vive la efervescencia del momento, de haberse reencontrado consigo mismos. Tres décadas y varios descensos más tarde el equipo vuelve a aspirar a colocarse de verdad entre los grandes de Francia. Si la reciente Coupe de la Ligue sirvió para romper una maldición que perduraba desde la década de los 80, el objetivo de la Champions League parece el paso lógico y más cercano para reingresar definitivamente en una élite que les espera desde hace mucho tiempo.

Por ello los hombres de Christophe Galtier saltaron al césped de Gerland a por todas desde el primer minuto, lo que facilitó un precioso encuentro de ida y vuelta en el que Les Verts gozaron de más ocasiones para desequilibrar el marcador. Brandao se mostró tan batallador como siempre, si bien su presencia en el área fue escasa. Mucho mayor fue la incidencia de Aubameyang no tuvo su tarde, que lo hizo todo bien a excepción de lo más importante, el gol.

Zouma adelantó al St.Étienne en un córner a la media hora de juego. A esas alturas los visitantes ya habían hecho méritos más que de sobra para ir por delante. La única inquietud que había creado hasta entonces el OL fue un testarazo de Lisandro López que despejó Ruffier, no sin problemas. Poco a poco el choque fue volcándose hacia la portería de éste último, si bien las ocasiones más claras llegaban del otro lado.

Tras perdonar varias veces el segundo, una larga jugada resuelta a trompicones por Gourcuff permitió al O.Lyon igualar el marcador en el tramo inicial del segundo tiempo. El choque se puso precioso. Ambos buscaban la victoria, si bien la mayor clarividencia del St.Étienne les permitía generar chances más claras que increíblemente no acabaron en gol gracias a la desafortunada tarde de sus atacantes (en especial Aubameyang) y las buenas intervenciones de Anthony Lopes.

El 1-1 final dejó un sabor agridulce en los visitantes, que quizá merecieron mejor suerte. Un triunfo les hubiera aupado a la tercera plaza que ocupaba su rival (60), del que les separan dos puntos. Justo por atrás llegan Niza y Lille (ambos con 57), lanzados en busca de la posibilidad de colarse en la Champions, un terreno que algunos llevan mucho tiempo sin visitar y que mantendrá una dura y abierta brega entre los cuatro clubes por hacerse con la plaza restante.