Jordania festeja en medio del caos

No es la primera vez que hablamos en Café Fútbol sobre Uzbekistán. El crecimiento que experimenta el fútbol en aquellas latitudes así como el gafe que llevan años sufriendo han tenido su hueco en este espacio. Y hoy le brindamos una entrada más, ¿por qué no? Eso sí, los méritos para Jordania, que de la nada ha alcanzado contra pronóstico la victoria en la repesca asiática, por lo que se enfrentará en Noviembre al 5º clasificado de la zona CONMEBOL (a día de hoy Uruguay).

La ex-república soviética de Uzbekistán, que tan buenos momentos ha brindado en todo el proceso clasificatorio (varias goleadas a favor con un juego muy vistoso o gestas a domicilio como la victoria en Japón), salió desde el primer instante decidida a imponer su teórica superioridad. Varios intentos precedieron al gol local que abrió el marcador. Una falta lanzada por Djeparov desde la frontal acabó con el balón en los pies de Izmailov, que no perdonó ante el error del arquero Amer Shafia. El tanto hizo daño a la escuadra dirigida por Hossam Hassan, acusando inicialmente un golpe que no supo aprovechar su rival. Profundo pero escasos de lucidez ofensiva, los ataques de Uzbekistán acababan casi siempre en un centro lateral que no suponía mayor inconveniente para la zaga jornada.

A medida que transcurría el primer tiempo Jordania fue creciendo. Confianza y necesidad se aunaron para apretar con descaro a un rival que no acertaba a encontrar respuestas. Pese a la dificultad de los jugadores jordanos para crear peligro real se palpaba en el ambiente que algo podía suceder. Y así fue. Un saque lateral junto al corner izquierdo de la defensa local trajo varias combinaciones entre los visitantes (destacable en este sentido tanto el imberbe Ahmed Saleh como Amer Deeb), pero no encontrar hueco en la zaga uzbeka resultó una bendición cuando un balón sin aparente peligro salió despedido hasta los pies de Saeed Al Murjan, que con una preciosa volea igualó tanto el marcador como la eliminatoria. Todo ello poco antes del descanso, con el golpe anímico que implica para unos y otros.

                      
(El tremendo gol de Jordania)

Tras el ecuador el choque aumentó exponencialmente su intensidad. Ambos técnicos agitaron sus banquillos, pero donde mayor movimiento había era sobre el césped, lugar en el que las transiciones de uno y otro lado se sucedían continuamente al principio del segundo tiempo. Tras un par de sustos propiciados por el ataque jordano Uzbekistán tomó las riendas. La presión a la que sometieron al rival, tanto con balón como sin él, les hizo crecer hasta ofrecer lo mejor de sí mismos. Las oportunidades comenzaron a hacerse presentes, pero el buen hacer de la defensa de Jordania frustró sus fulgurantes intentos, tan vertiginosos en las bandas como estériles dentro del área.

El tramo final del encuentro fue un quiero y no puedo por parte uzbeka (y eso que Djeparov colgó mil balones al área) en el que los hombres de Hossam Hassan perdieron todo el tiempo posible para apurar tiempo hasta la prórroga. Y ya se sabe lo que suele suceder en estas ocasiones. Si crees que jugar 30 minutos más es "ganar tiempo" (me pregunto para qué) es que en lo que piensas realmente es en no encajar gol, y en caso de no lograr uno propio, jugártela en los penaltis. Con todos los cambios realizados en el tiempo reglamentario el duelo finalizó 1-1, alcanzando un tiempo extra que auguraba el drama.

La película no cambió ni un ápice. Conocedores unos de su favoritismo y otros de sus limitaciones, adoptaron el papel que cabía esperar. Los nervios y las prisas ganaron protagonismo, aunque lo más llamativo fue el parón producido por un apagón que interrumpió el juego en el minuto 100. Ya reanudada la acción Djeparov puso a prueba a Amer Shafia, de lo poco vistoso de un complemento que tuvo más emoción e incidentes que fútbol. Los inevitables penaltis hicieron su aparición con la traca final: la señal internacional de televisión se perdió, por lo que en la red reinó la confusión durano varios minutos con informaciones contradictorias. Todo ello hasta la confirmación oficial por parte de la FIFA de la victoria de Jordania, que festeja a estas horas un triunfo histórico que les permite seguir soñando con estar en Brasil el año que viene. Para Uzbekistán, tras la enésima decepción, toca reflexión y paciencia, pues calidad y futuro tienen para seguir intentándolo en las próximas eliminatorias.

3 comentarios:

Ricardo Carranza dijo...

Merecian clasificar las dos selecciones, por cierto, ojala Mexico no clasifique al mundial, a mi parecer no lo merece pues los jugadores pecan en demasia de soberbios y subestiman a las otras selecciones de CONCACAF.

Sabalera dijo...

Mexico, debe entrar! A pesar que deben revisar muchas cosas.

Camisetas de futbol dijo...

ojala Mexico no clasifique al mundial,
saludos