Vai pra cima deles, Fogo!

Seedorf, Rafael Marques y Lodeiro, la tripleta ofensiva alvinegra.
¡Sobre ellos! o !a por ellos! vendría a significar uno de los cánticos de apoyo más famosos de la hinchada de Botafogo para con su equipo. Anoche lo comentaba en Twitter: la actual es la temporada más importante del histórico club brasileño en lo que va de siglo. Cuna de infinidad de talentos e ídolos de la pelota nacional, el Fogão no ha vivido precisamente una relación idílica con títulos ni gloria, especialmente en el aspecto internacional.

Campeones cariocas este año, 2013 se ha convertido inesperadamente y pese a los habituales traspasos al extranjero (Elkeson, Andrezinho y ya hace menos de dos meses Vitinho) en una oportunidad para volver a soñar. Poco más de medio campeonato punteando bastó para despertar de nuevo la ilusión por hacer de nuevo algo grande mucho tiempo después. Echando un vistazo a la historia, Botafogo no se proclama campeón nacional desde 1995, disputando al año siguiente la última de sus tres participaciones totales en la Copa Libertadores. Muy poco para una entidad de su enjundia y tradición.

Con Vasco envuelto en un mar de dudas que amenaza con devolverlos de nuevo a Serie B, con Flamengo embarrado en la zona medio-baja y sin terminar de despertar y un Fluminense desarmado (Deco retirado por el caso de dopaje y Wellington Nem y Thiago Neves al extranjero), Botafogo mantiene la bandera carioca alta en un Brasileirão que salvo catástrofe será para Cruzeiro.

Tercer clasificado tras una pésima racha que lo alejó de sus chances por el título (hace poco perdía 3-0 en su visita al líder cuando se encontraba a cuatro puntos), los dos meses que restan de competición deben centrarse en asegurar un puesto en la próxima Copa Libertadores. Afortunadamente para los Alvinegros las opciones son dos, ambas jugosas y posibles pero nada sencillas de lograr. ¿Por qué? Por el temible calendario que les espera.

Repasemos: esta noche reciben a su gran archirrival Flamengo en Maracaná, al que llevan sin vencer en el campeonato nacional desde 2000. Una maldición. La madrugada del próximo jueves viajarán a Salvador de Bahía para enfrentarse al Vitória, actualmente 5º clasificado tras su victoria anoche en el adelanto de la 28ª jornada. Un triunfo aclararía mucho las opciones de acceso a Libertadores. Tras ello nuevo clásico carioca, esta vez ante un Vasco da Gama muy necesitado para huir del descenso que vuelve a acecharles. Nuevamente Flamengo aparecerá en su camino al disputarse la vuelta de los cuartos de final de la Copa do Brasil (en la ida empataron a uno), para finalizar con el quinto gran choque en apenas dos semanas ante Atlético Mineiro, vigente campeón continental que va al alza ante la perspectiva del Mundial de Clubes que disputará en Diciembre en Marruecos.

Son por tanto muchos retos concentrados en pocos días. La torcida exige un éxito tras muchos años aguantando a los adversarios cariocas y del resto del país. Los jugadores saben que lo tienen en la mano. Hay ansia, hay ganas. Hay que lograrlo para que todo el esfuerzo anterior, para que los últimos trazos de fútbol de Seedorf no caigan en saco roto. Por la memoria de los grandes y de los que llevan demasiado tiempo esperando. Vai pra cima deles, Fogo!



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ser hincha de Botafogo és una dádiva y una maldición!

Por dios, como sufrimos!

Rafael Botafoguense

Camisetas de futbol dijo...

Desaceleración pasará
Esperamos con interés el desempeño futuro