Semana de pasión en Buenos Aires

Brian Fernández intenta eludir la marca de la zaga de River
 Ajenos a la vorágine de los grandes campeonatos europeos que están por finalizar e incluso lejos de las batallas de la Champions, Sudamérica disfruta una realidad balompédica tanto o más apasionante que la del Viejo Continente. Solo ayer se disputaron varios duelos tremendos en la primera fecha del Brasileirão, un Barcelona-Emelec o un Atlético Nacional-Santa Fe. Por tanto poco que envidiar al Viejo Continente. 

No obstante uno de los países que vive días de resurgimiento de su fútbol en los últimos tiempos es Argentina. Jamás dejaron de ser grandes, pero prosiguiendo la estela de un 2014 fabuloso (la albiceleste subcampeona mundial, San Lorenzo y River ganando las dos copas internacionales) pasa por una época de pasión y locura desbordada en el buen sentido de la palabra. Si la semana pasada se disputaron en pocos días dos Superclásicos entre el campeonato nacional y la ida de octavos de la Libertadores, lo que se viene ahora promete ser aún mejor.

Por un lado queda por definir una serie en la que River tiene ventaja de 1-0. La Bombonera estará a reventar para el gran duelo entre los titanes argentinos entre un rey que se coronó el año pasado y otro que aspira a arrebatarle ante su gente tal condición. La batalla, que se espera épica y sin concesiones, ojalá sea más bella que en los dos recientes envites entre ambos. La lástima, eso sí, es que no estará Teófilo Gutiérrez, expulsado en las postrimerías del anterior choque.

Ya anoche ambos vivieron partidos complicados ante dos clásicos rivales. River recibía al campeón, aunque la importancia vital de los futuros compromisos internacionales hicieron que tanto Gallardo como Diego Cocca alineasen a muchos de los no habituales. El espectáculo fue flojo, con pocas ocasiones (casi todas para los millonarios) que aseguraron el 0-0 final. Así, River se mantiene quinto a tres puntos de la cabeza, mientras que Racing es séptimo a siete. 

Ah, bueno...
Más al sur de Buenos Aires otra gran pugna tuvo lugar. Independiente, que no gana desde marzo y se ubica en el ecuador de la tabla, recibía al puntero Boca, que al igual que hicieran poco antes los adversarios que se enfrentaron en el Monumental, también alineó a muchos suplentes. El rojo se adelantó pronto con un buen testarazo de Albertengo, pero en la recta final del primer tiempo igualó Burdisso para el xeneize sellando el empate definitivo que mantiene a unos lejos de la cabeza y a otros punteros en solitario.

¿Quieren más? Decíamos que habrá un Boca-River la noche del jueves en el marco de la vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores. Ahí se la jugará en casa Racing Club ante Wanderers de Montevideo, en un Cilindro que debe reventar para superar el turno y encarar el superclásico de Avellaneda domingo cuando reciban a Independiente, el íntimo rival de toda la vida que no podrá contar con su mejor jugador por la estúpida expulsión que relatan las imágenes del siguiente video.


Qué duda cabe que ser aficionado al fútbol y vivir estos días en Buenos Aires supone un goce inigualable. A disfrutarlo.

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