O'Reymar

La Champions ante la Juventus, su mayor éxito europeo.
Iban a acribillarlo ya que en Europa las defensas no son tan blandas. O eso dicen los que no han visto nunca un clásico sudamericano. Sería el Robinho de nuestra época, con el razonamiento de que venía del Santos y compartía posición con su compatriota. Sería un bluff, no solo por el precio, sino porque ni se acoplaría a un sistema tan coral como el del Barcelona ni soportaría no acaparar tanto el esférico como en el Peixe y en la selección brasileña. Memeces.

Si el Balón de Oro se otorgase de acuerdo a la temporada europea (sería más lógico que el sistema actual teniendo en cuenta donde radican los que lo conceden así como las raíces del mismo), a día de hoy Neymar Jr. sería el favorito número 1 para alzarse con el mismo, bajo mi criterio seguido de Luis Suárez y Lewandowski. La poca participación de Messi en la 2015/16 y la apatía de Cristiano les sacarían de concurso en esas hipotéticas condiciones. 

Ya en sus dos campañas anteriores en el Camp Nou demostró un potencial cada vez mayor que poco a poco le alzó como crack mundial. Sin embargo, actualmente se encuentra en un estado de forma que confirma lo que pocos se aventuraban a vaticinar hace un lustro cuando dominaba a su gusto en el ámbito del cono sur: que algún día sería el mejor del mundo. En este momento, quizá solo en este último mes, esté siendo así. Pero ya antes de estas últimas semanas su campaña estaba siendo sobresaliente.

Se entiende a la perfección con los otros dos 'animales' con los que comparte delantera. Cada vez sus regates son menos efectistas, más efectivos, con un fin desestabilizador logrando destrozar a sus pares en el costado izquierdo, yéndose al centro con inteligencia, asociándose a un ritmo endiablado pero a la vez sumando, ya que se ha convertido en una máquina de generar goles ya sea culminándolos él o cediéndole el esférico a algún compañero. Ha comprendido que haciendo mejor al resto se hace mejor a sí mismo (¡hola Cristiano!), algo que ha repercutido notablemente en su estratosférica progresión hasta nuestros días.

Aún con 23 años (!), ya es el líder indiscutible de toda una pentacampeona mundial, de cuyo plantel fue máxima referencia durante el Mundial disputado en Brasil en 2014. A su edad no cabe duda que probablemente ascenderá mucho en la clasificación de máximos goleadores históricos de la verdeamarelha, una lista en la que le preceden nada menos que Pelé, Zico, Ronaldo y Romário. A esa altura se sitúa. Y quizá no hoy, puede que no mientras comparta vestuario con Messi, pero Neymar está en plena disposición de alzarse con el trono de mejor jugador del mundo algún día no muy lejano. Todo con el permiso de su amigo argentino, pero qué duda cabe que si sigue en esta línea es probable que así sea dentro de no demasiado tiempo. Será emocionante ver como prosigue la escalada de O'Reymar.