Gritar gol décadas después

Tras mucho tiempo esperando para cantar un gol así es como se festeja.
Décadas después, en tiempos de otro siglo, tras muchísimos torneos, cambios en la reglamentación e incluso en la dimensión social del juego. Di Stéfano estaba vigente, Uruguay y Hungría contaban entre las mejores del mundo, Yugoslavia y la URSS aún existían así como Checoslovaquia, pero Cruyff era el hijo de una limpiadora de Ámsterdam. Maradona aún no había nacido, y mucho menos su sucesor. El Real Madrid apenas tenía 3 copas de Europa, el desastre aéreo de Múnich que acabó con casi toda la plantilla del Manchester United sucedió unos meses antes mientras que Eduard Streltsov sería encarcelado ese año en un gulag, donde permanecería durante todo un lustro. 

Era 1958, hace 68 años, toda una vida. Es también el lapso que ha tardado País de Gales en volver a disputar un torneo importante de selecciones, es decir una Eurocopa (la primera edición sería en 1960) o un Mundial, ya que disputaron el de aquel año para no volver a jugarlo más hasta la fecha. En aquella ocasión alcanzaron los cuartos de final, donde les eliminaría Brasil camino de su primer entorchado. Un imberbe Pelé anotaría en único tanto aquella tarde en Norrköping. Pero había sido unos días antes, en un desempate ante Hungría para obtener el billete a cuartos, cuando los galeses gritarían su último gol en el panorama internacional en mucho tiempo. 

Los magiares, invadidos tiempo antes por los soviéticos, vieron como muchos de sus mejores jugadores abandonaron el país en busca de un mejor porvenir. Por ello jugadores como Puskás o Kocsis no estaban ya, a la vez que se estaba dando un relevo generacional. En cambio Gales se presentaba sin complejos ni nada que perder. Había hecho una buena fase de grupos, debutando con empate ante los propios húngaros, para después hacer lo propio ante Suecia y México. Al igualar a puntos con Hungría debieron disputar un desempate en el que el cuadro centroeuropeo se adelantó gracias a un tanto de volea obra de Lajos Tichy. En el segundo tiempo Allchurch igualaría el envite con un zurdazo espectacular, logrando Medwin voltear definitivamente el marcador en el 77' al aprovechar un error de entendimiento entre el mítico Grosics y su defensa.



Esta noche veremos bastantes veces repetido en la televisión el tiro libre de Bale con el que rompió la maldición galesa, pero aquí os dejamos el último tanto que lograron antes de que la mayoría (si no todos) los que leerán este post hubieran nacido. Desde este rincón en el que tanto amamos el fútbol, historias así nos congratulan con el mismo. Sea como sea la trayectoria de los británicos en el recién comenzado torneo, no nos queda otra que felicitar a Gales, ya que pocas cosas hay más emocionantes en el esta vida que gritar un gol tanto tiempo esperado.

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