Venezuela: un punto sobre el que edificar

Wilker Ángel y Richarlison pugnan por el balón

Venezuela obtuvo anoche en el Arena Pantanal de Cuiabá un puntazo ante Brasil en el marco de la tercera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. La Vinotinto se presentaba ante un poderoso rival que había vencido sus 15 anteriores encuentros como local en fase clasificatoria al Mundial. Es decir, desde que Uruguay les empatase en 2017, nadie había conseguido arrancarles ni si quiera un punto.

Evidentemente el cuadro de Fernando Diniz (también técnico de Fluminense, finalista de la Libertadores 2023), llevó el peso ofensivo del encuentro. Del otro lado, los hombres del argentino Fernando Batista supieron plantarse con aplomo y diligencia para poner en dificultades a un rival cuyo peligro llegaba casi siempre de disparos lejanos o centros laterales, toda vez que la doble línea defensiva cortocircuitaba los pasillos interiores.

Con todo, la verdeamarela se adelantó al inicio del segundo tiempo. Un lanzamiento de esquina de Neymar dio con Gabriel Magalhaes, cuyo excelente testarazo besó las redes, poniendo en franquía a Brasil. Ello conllevó un cambio de paradigma en el partido. A Venezuela le tocaba arriesgar, dejando espacios que Brasil intentó capitalizar. La canarinha tuvo varias ocasiones para sentenciar el choque, e incluso Vinicius vio como se le anulaba un gol en el tramo final por un fuera de juego previo de un compañero. 

La Vinotinto aún tenía algo que decir. El buen sabor de boca que estaba dejando su actuación no podía dejarles sin premio. Así, un golazo de tijereta de Eduard Bello llevaba el empate al electrónico a pocos minutos del final. Los intentos posteriores de Brasil fueron infructuosos, dejando escapar un liderato que compartían con Argentina (ahora la albiceleste puntea en solitario). 

Por su parte para Venezuela el punto es histórico. No solo es la segunda ocasión que lograr puntuar en tierras brasileñas en el marco de las eliminatorias mundialistas (2009 fue la otra vez), sino que al haberse ampliado el número de plazas de CONMEBOL a seis, ahora mismo ocupan precisamente la sexta plaza que da acceso directo a la Copa de 2026. Ahora la generación de los Darwin Machis, Rondón, Yangel Herrera, Soteldo, Rincón o Josef Martínez sueña con llevar a su selección por primera vez a un Mundial.

El buen inicio, más un calendario teóricamente favorable, dan para que los caribeños puedan ilusionarse. Sus dos próximos encuentros, en casa ante Chile y Ecuador, deberían certificar las sensaciones positivas, porque para ellos será o eso o caer a un grupo de cola cuya aspiración será llegar como sea al 7º lugar que da derecho a la repesca. Tras esos dos choques, visitarán Perú y Bolivia, salidas nada fáciles en la altura pero de obligada puntuación si quieren tener opciones.

Por lo pronto, el gran empate de anoche debe suponer un sólido pilar sobre el que edificar sus aspiraciones mundialistas. El martes ante Chile en el Monumental de Maturín, la siguiente prueba.




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