BVB: redención inesperada

Hummels celebra el gol del triunfo en París

No debe haber sido una década sencilla en Dortmund. Tras brillar con esplendor en los años de Jürgen Klopp, dominando el fútbol alemán a base de rock & roll e incluso aplastando al Bayern, aquella bella época dio paso a diez años de Bundesligas para los de Múnich. Más la Champions que les ganó en 2013. Más el título que les arrebató en 2023, aunque a decir verdad el BVB hizo todo lo posible por no ganar el campeonato alemán. Más Lewandowski, Götze y Hummels en Múnich. Viendo como Pulisic, Gungogan, Haaland y Bellingham no triunfan vestidos de amarillo y negro. Más la irrupción del Red Bull Leipzig, el renacimiento del Stuttgart y la preeminencia del Bayer Leverkusen. Otro Bayer, aunque les falte la 'n'.

No ha debido ser fácil.

Y sin embargo, anoche resistieron un asedio en París (hasta 6 postes en toda la eliminatoria ha tenido el PSG) ante Mbappe y las huestes de Luis Enrique. Fueron inferiores. Teóricamente así iba a ser en este cruce, aunque pudieron traerse una renta mayor del Westfalenstadion. Allí, donde hincó la rodilla el cuadro galo, también lo hizo el Atlético de Madrid en cuartos de final, al que remontaron un 2-1 para superarles 4-2. Y el PSV, en unos octavos que ya quedan lejanos.

Cuando Matts Hummels cabeceó a la red al inicio del segundo tiempo el gol del triunfo, sintieron que esta vez no se les escapaba el sueño. Que en esta ocasión la fortuna les sonreiría, que resistirían los intentos desesperados de un PSG que veía esfurmarse otra posibilidad de lograr la anhelada Champions, en el posiblemente último encuentro de Kylian Mbappé vistiendo su zamarra en competiciones europeas.

Bayern Munich, como en 2013 y tantas otras ocasiones, o Real Madrid, serán los rivales del Borussia Dortmund en unas semanas, cuando vuelvan a viajar a Wembley en busca de su segunda Orejona. No serán el mejor equipo de Europa, pero su mérito para pelear por el cetro es indiscutible.

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