Las 8/8 finales blancas desde 1998

Amavisca y Jaime sostienen La Séptima (1998)

Que el Real Madrid es el gran dominador histórico del fútbol europeo no se le escapa a nadie. Varias han sido sus etapas gloriosas, la primera de ellas en el quinquenio en el que atesoró las 5 primeras ediciones de la competición, entre 1956 y 1960. Luego ganaría otro título más en 1966, perdiendo dos finales en los años previos. Y otra más, en 1981 ante el Liverpool, en el periodo de mayor preponderancia de los clubes ingleses a nivel continental.

Así, pasaron 32 largos años de frustraciones, eliminaciones dolorosas (Hamburgo, Kaiserslautern, PSV Eindhoven, etcétera), hasta que en 1998 el Real Madrid de Jupp Heynckes, que había creado Fabio Capello el curso anterior, se plantó de nuevo en una final. Su adversario era la muy favorita Juventus, campeona dos años antes y subcampeona posteriormente. Suponía por tanto su tercera final consecutiva, con jugadores de la categoría de Zidane, Davids, Del Piero, Inzaghi o Peruzzi. Un equipazo descomunal. Ante ellos, Roberto Carlos, Raúl, Hierro, Redondo o Seedorf, que se coronaron inesperadamente con un gol de Pedja Mijatovic. Por fin lograban la tan ansiada Séptima.

Dos años después, la misma base, ya sin Mijatovic, Seedorf o Suker, pero con el ínclito Anelka, el joven Iker Casillas o el inglés MacManaman, que anotaría uno de los tantos. La víctima por 3-0 fue el Valencia, en la que fue la primera vez en la historia que dos clubes del mismo país se enfrentaban en el choque definitivo de la Copa de Europa/Champions League.

Ya en 2002, los blancos se plantaron de nuevo en busca del cetro sagrado. El cuadro blanco había cambiado mucho, incorporando a Zidane, Makelele, Figo o Solari, dirigidos por Vicente del Bosque, que buscaba su segundo título. El rival fue el Bayer Leverkusen, que ese año pudo lograr el triplete... pero se fue de vacío. Los goles de Raúl y Zidane dieron al Real Madrid la Novena, justo en el año de su Centenario.

La famosa volea de Zidane en Glasgow

La Décima se hace de rogar.

Los años venideros no fueron sencillos en La Casa Blanca. El Barça vivió su mejor época histórica, dominando Liga y Champions con Ronaldinho, Eto'o, Iniesta, Xavi y Messi. El regreso de Florentino Pérez a la presidencia del club de Concha Espina trajo consigo un nuevo proyecto ganador que ya desde sus inicios se mostró prometedor, si bien tardó un poco en germinar. Cristiano Ronaldo, Di María, Benzema, Kaká, Xabi Alonso, Arbeloa... una nueva generación de grandes jugadores en plenitud se puso a disposición de Manuel Pellegrini, y posteriormente de José Mourinho, primero para recuperar terreno a nivel nacional, luego para pelear a lo grande de nuevo en Europa. Sería Carlo Ancelotti el que recogería los frutos de sus predecesores, cuando en 2014 lograría una épica Champions en Lisboa ante el Atlético de Madrid, al que empataron en el 92:48, llevando el choque a una prórroga en la que se impondrían por 4-1. Los tantos, obra de Sergio Ramos, Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo.

En 2016, ya que Zinedine Zidane en el banquillo, una nueva final ante el Atlético de Madrid del Cholo Simeone. En esta ocasión en San Siro, en Milán. Muy sufrida, vio como los blancos tomaban ventaja con un tanto entre Bale y Ramos, empatando Carrasco para los colchoneros en la segunda mitad. Sin más goles, tampoco en la prórroga, el cuadro merengue se impuso desde la tanda de penaltis. Era la Undécima.

2017 les dio la ocasión de ser el primer equipo en hilvanar dos veces el triunfo en la era Champions. Antes otros como Ajax y Juventus en los 90 se quedaron a las puertas, pero donde aquellos cayeron, el Real Madrid iba a triunfar. En un choque memorable, golearon 4-1 a la Juventus con goles de Cristiano Ronaldo (2), Casemiro y Marco Asensio. Y por si no fuera poco, en 2018 también se llevaron el gato al agua, batiendo por 3-1 al Liverpool con doblete de Gareth Bale (golazo de chilena incluido) y un tanto de Benzema. En honor a la verdad, tuvo gran peso la pésima actuación de Karius en la meta del Liverpool, culpable involuntario de dos de los goles encajados por los reds.

Chilena de Gareth Bale para la historia

No sería hasta 2022 que los blancos no regresarían a una final. Lo hicieron en una edición en la que tuvieron que tirar de épica en todas sus eliminatorias, pues varias veces estuvieron muertos... pero se levantaron milagrosamente. En octavos de final perdieron 1-0 en París. En Madrid, caían por el mismo resultado, pero un hattrick de Benzema le dio vuelta. 3-2 global para acceder a cuartos de final, donde esperaba el Chelsea. En Londres, los blancos ganaron 1-3, pero en el Bernabéu todo se complicó cuando los Blues se colocaron 0-3. Un gol de Rodrygo tras un increíble pase con el exterior de Modric, llevó el choque a la prórroga. Un nuevo tanto de Benzema otorgó el pase a semifinales.

En la penúltima ronda se dio el más difícil todavía. El Manchester City ganó en su casa 4-3. En la capital española, se imponían 0-1, desaprovechando ocasiones en la recta final del encuentro para colocar el 0-2... que nunca llegó. Sin embargo, dos goles casi seguidos de Rodrygo en los instantes finales llevaron a la prórroga. En la misma, un penalti transformado por Benzema dio el triunfo 3-1 a los hombres de Ancelotti. Los blancos regresaban a una final, otra vez ante el Liverpool de Jürgen Klopp. En la misma, un Courtois imbatible sacó mil y una ocasiones a los reds, que perdieron de nuevo, ahora gracias a un gol de Vinicius a pase de Fede Valverde. Fue la Decimocuarta, que se dice pronto.

El 1 de Junio, nueva cita con la historia

El madridismo asiste de nuevo a otra de esas dulces cuentas atrás, en la que va a ser su sexta final en 10 años (once ediciones). Qué maravilla. El 1 de Junio Wembley será el majestuoso escenario que dilucidará si Real Madrid o Borussia Dortmund se proclaman campeones de Europa. Unos, en buscan de su Decimoquinta Copa de Europa, otros, con la Segunda como objetivo. En todo caso, apunta a partido bonito. Ojalá lo disfrutemos y quede para la historia una bella final, independientemente de quien gane.