Un OM épico asalta Lyon

Los jugadores del OM celebran uno de los goles de la noche.

Hace un año, más o menos a estas alturas, Marsella ardía. Era un lugar peligroso para trabajar. Tanto, que Marcelino García Toral y su cuerpo técnico abandonaron un club al que acababan de llegar en verano. ¿Quién puede soportar amenazas de muerte por desarrollar tu labor? El propio Pablo Longoria se planteó dejar la presidencia por culpa de unos ultras que estaban destrozando al Olympique que tanto proclaman amar.

Doce meses después las aguas se han calmado. Además, el equipo va viento en popa. La ilusionante llegada de Roberto de Zerbi (ex Brighton, Shakhtar y Sassuolo, entre otros) ha tenido impacto inmediato en la Côte d'Azur. Tras cinco jornadas, están invictos, liderando la Ligue 1 codo a codo con AS Mónaco y el multicampeón y archirrival PSG. Eso sí, anoche lograron un triunfo de esos que difícilmente se olvidan.

El Parc Olympique Lyonnais recibía a los suyos lleno como siempre para un duelo ante uno de sus adversarios tradicionales, un OM in crescendo. Veretout, Lacazette, Cherki, Tolisso, Matic... un gran grupo que no ha comenzado bien el curso tenía la ocasión de redimirse en un partido grande. Pero el OM tenía otros planes, aunque casi se van al traste cuando a los 5' el argentino Balerdi se marchó expulsado al ver la segunda amarilla. Iban a jugar todo el partido con 10 hombres, a domicilio, ante un contrincante de calidad que además necesitaba ganar para mejorar su irregular inicio de curso.

Les Lions olieron la sangre. Un disparo al larguero precedió a un disparo de Tolisso despejado bajo palos. El OM aguantaba como podía, aunque avisó a la contra con una doble ocasión con la que rozó el gol. Hasta que los locales gozaron de un penalti antes del descanso. Lacazette disparó flojo y centrado, permitiendo a Gerónimo Rulli erigirse en héroe para la visita. Eso sí, tras el paso por vestuarios, Caleta-Car adelantó al OL al cabecear un córner botado por Clinton Mata. Ventaja ante tu público, contra diez hombres. Pues ya estaría, ¿no? 

Nada más lejos de la realidad. Una buena salida del OM permitió a Pol Lirola empatar en el mano a mano (¿Cómo te generan un 1v1 con un jugador más?). El propio futbolista español asistiría poco después a Ulisses García, cuyo remate en semifallo fue imparable para Lucas Perri. Estupefacción en Lyon. Obviamente se volcaron en ataque, alcanzando el empate en el 90+3 cuando Cherki se adelantó a la zaga marsellesa para introducir el balón suavemente en la portería. Alegría, camiseta al cielo, al menos salvaban el empate.

Pero ya se sabe en este deporte: hasta el rabo todo es toro, ¿no? El OM sacó, envió el balón arriba, tuvo fe y encontró en Jonathan Rowe a un creyente imparable capaz de lograr en el 90+5 un gol estratosférico que llevó al éxtasis a compañeros y técnicos, abrazados en una piña sobre el césped que simboliza el estado de felicidad en que se ha instalado un Olympique de Marsella que vuelve a sentirse grande.

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