Un Valladolid desamparado
Ronaldo, en rueda de prensa. |
Las noticias de las últimas semanas en torno al Real Valladolid son preocupantes. Imagino que su hinchada no tiene motivos ni para estar feliz, ni para ser optimista. La situación deportiva no invita a ello, y mucho menos la institucional, sobre todo con un Ronaldo Nazario cada vez más desentendido de la entidad pucelana.
El astro brasileño lleva tiempo reconociendo abiertamente que está estudiando ofertas por la entidad, sin pasar por el palco de Zorrilla, y con una política a todos los niveles de dudosa credibilidad. Tal es la crispación con el propietario que este sábado, con motivo del duelo en el que recibirán al Real Madrid, habrá protesta generalizada de la afición blanquivioleta. Centrado en su candidatura a la presidencia de Confederación Brasileña para 2026, tarde o temprano Ronaldo va a vender un Valladolid que recibirá aliviado el cambio de manos. Ojalá con mejor suerte que la actual y que no llegue un Peter Lim de la vida.
El caso es que sobre el césped tampoco es bueno el rumbo. Pese a que Paulo Pezzolano logró el ascenso el pasado curso, la afición no le quería. Su reciente marcha trajo consigo la llegada de Diego Cocca, de muy buena trayectoria en Latinoamérica, pero sin experiencia en Europa más allá de las semanas que lleva en Valladolid. Sin embargo, el técnico argentino no ha logrado enderezar la nave, o al menos no del todo. Los pucelanos han vencido sus dos últimos encuentros en casa, ante Valencia (rival directo) y Real Betis, pero todo lo que ganan como locales lo están perdiendo fuera. Es cierto que esa extraña media probablemente les daría la salvación si logran batir a todos sus rivales en su feudo, pero también es improbable que venzan a Madrid y Barça a estas alturas de temporada, siendo estas una de las razones para empezar a sumar también a domicilio.
A la plantilla limitada se suman dos importantes contratiempos. Su mejor atacante, Raúl Moro, cayó lesionado en la visita al Espanyol. Ya ha sido operado, esperándose una recuperación de entre 2 a 3 meses. Eso si sigue en el club, ya que se encontraba en la rampa de salida. A esto se suma la situación de Juma Bah. El central sierraleonés está forzando su marcha al Manchester City, algo que ha causado enfado en el Valladolid. Perder a su mejor central, justo en este momento de la temporada, tratándose además de un jugador de una gran proyección, podría suponer otro varapalo para el colista de la competición, que no va sobrado de efectivos de calidad.
Así pues, entre lesiones, posibles salidas, la clasificación liguera y la dejadez de Ronaldo Nazario, en Pucela tan solo les queda remar contra viento y marea para intentar salvar la temporada de un club que no sabe si el cambio de propiedad se producirá en la máxima categoría o en la siempre salvaje Segunda División.
Comentarios