Clubes Históricos II: Pro Vercelli, la casa de Silvio Piola

Recuperamos la serie acerca de aquellos clubes desconocidos para el público en general cuyo aporte al fútbol es mucho más que simbólico, y que en su momento tuvieron una relevancia superlativa en su país por los títulos logrados, por los jugadores que vestían su zamarra o la dimensión misma de estos clubes.

Nuestro club en esta ocasión es el Pro Vercelli, un grande de inicios del Siglo XX en el Calcio que abandonó la Serie A en 1935 para no regresar más, pues ha estado deambulando desde entonces por las sucesivas categorías inferiores italianas, llegando incluso a jugar en la Interregionale (una especie de regional preferente española) algunos años.

Pero olvidemos las penas y echemos un vistazo al pasado glorioso de este club creado en 1982 por el profesor Domenico Luppi, un apasionado de la gimnasia que fundó la institución con el objetivo de convertirla en una referencia polideportiva de la zona. Así, no fue hasta 1903 que crearon la sección de fútbol, donde competirían en sus primeros años con otros grandes clubes futbolísticos del Piamonte como la Juventus o el Torino. Para entonces ya se había hecho con la presidencia Luigi Bozzino, un influyente abogado de la época que posteriormente ocuparía importantes cargos en la Federación Italiana y la F.I.F.A. La importancia de este hombre radica en que bajo su mandato llegaron los éxitos más importantes de la historia del Pro.

El primer encuentro de la historia de la institución se disputó el 3 de Agosto de 1903 en Santa Lidia, el día siguiente a las fiestas patronales de San Eusebio, contra el Forza e Constanza, siendo este el once inicial: Visconti, Giuseppe Servetto, Albertini, Celoria, Biginelli, Novaglio, Negri, Milano I, Bertinetti, Carlo Servetto y Visconti. Sería el inicio de una corta pero fructífera historia que pronto comenzaría a brotar a base de sucesivos éxitos en la máxima categoría del fútbol transalpino. De este modo, en 1906 comenzó la andadura del Pro Vercelli con la disputa del campeonato de 2ª categoría, donde serían eliminados en el primer turno. Sin embargo, al año siguiente se proclamaron campeones, logrando el ascenso a la división de honor de la mano del entrenador Marcello Bertinetti. Aún mayor sería la gesta al proclamarse por primera vez campeones de Italia en 1908 y repetir en 1909 (superando al U.S. Milanese y Andrea Doria genovés), esta última temporada ya con Giuseppe Milano I en la dirección técnica.

En 1910 sucedió un caso que aún hoy recuerdan los aficionados más viejos del lugar, ya que perdieron la final a manos del Inter de Milán tras jugar con los juveniles por un desacuerdo con la Federación Italiana. Pero para los tifosi la culpa siempre será del Inter, ya que desde su óptica, fueron estos los que no quisieron aplazar el encuentro final, en una decisión para ellos deshonesta, por lo que alinearon a los jugadores de la 4ª escuadra, compuesta por ragazzi, que perdieron por 10-4.

Aún así, esto no fue más que un pequeño lapsus en la racha victoriosa de la entidad, que se impondría en los 3 campeonatos siguientes (1911-12-13), aunque en las 2 siguientes temporadas no pudo repetir éxito, lo cual no fue óbice para realizar buenas campañas finalizando en las posiciones de honor. Luego llegaría la Primera Guerra Mundial, por lo que se produjo un lapsus entre 1914 y 1918 en las actividades deportivas no sólo de la entidad sino de todo el país transalpino.

El Pro Vercelli tuvo que esperar a que terminara la Primera Guerra Mundial para ganar su siguiente campeonato, que obtuvo en la temporada 1920/21. En la temporada siguiente, la 1921/22, se creó un nuevo campeonato, el C.C.I., del que el Pro Vercelli también fue campeón. Ese fue el último título de la antaño gloriosa institución piamontesa.

Cuando la década tocaba a su fin, apareció un jovencísimo delantero que con sólo 16 años se convertiría en el jugador más representativo de la historia del club, amén de uno de los más importantes del Calcio y la Nazionale: es Silvio Piola (en la foto de la izquierda), que debutaba en 1929 para hacerse con la titularidad un año más tarde, cuando comenzó a romper las redes de sus rivales irremisiblemente. No lograría ningún título con la casaca blanca, pero dejó un recuerdo imborrable con sus 51 goles en las 5 temporadas (127 partidos) en las que permaneció en Vercelli, sobre todo porque cuando se marchó a la SS Lazio en 1934, el equipo se vino abajo ante la ausencia de una referencia goleadora y descendió al año siguiente. Piola por su parte desarrollaría una importantísima carrera, en la que logró convertirse en el máximo goleador de la historia del Calcio con 274 anotaciones en 537 partidos, distribuidos entre el Pro Vercelli, Lazio, Juventus y Novara. Sería 2 veces capo cannonieri, en 1937 y en 1943, además de ostentar el récord de ser el único jugador en anotar 6 tantos en un encuentro, algo que años más tarde igualaría Omar Sívori. Por último, formó en la delantera que le daría a Italia su segunda Copa Jules Rimet (el Mundial) en 1938 en tierras francesas, anotando 2 tantos decisivos en la final ante una brillante selección húngara que cedió por 4-2. En la Nazionale, 30 goles en 34 envites le contemplan, una cifra de otros tiempos.

Volviendo a la historia principal, tras los años de vino y rosas, el Vercelli vivió el descenso a la serie B en la temporada 1934/35, y a la serie C en la 1940/41. Los años siguientes no traerían más que nuevos descensos y muy pocas alegrías, a excepción de 1967, cuando le fue concedida por el CONI la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.

Desde 1995 disputan la Serie C2 (zona A) con más pena que gloria, pues no han estado cerca de pelear un nuevo ascenso desde 2001, cuando finalizaron 4º. Actualmente, tras 2 jornadas disputadas, ocupan la décima posición tras caer en la primera jornada e imponerse en esta segunda al Sassari Torres por un 1-0 gracias a un tanto de Egbedi cuando el partido tocaba a su fin. La próxima jornada se medirán al también histórico Varese para intentar escalar posiciones de cara a un soñado ascenso que deje al club más cerca del lugar que por historia le pertenece.

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