El recuerdo de los Reggae Boyz (Parte I)

Hace algún tiempo tiempo, durante una conversación con uno de los compañeros de este blog, comenzaron a recorrer mi mente las diversas imágenes almacenadas del mundial de Francia 98. En esa charla compartimos algunas de nuestras memorias sobre un torneo que recuerdo muy bien, posiblemente porque todavía era un niño, lo que me concedía una enorme libertad horaria para disfrutar de todos los partidos, como así también una sensación de asombro y encanto ante lo que significaba semejante espectáculo.

Revolviendo entre viejas revistas y álbumes de figuritas rescaté, casi repentinamente, la figura de aquel equipo que representaba la mayor sorpresa del mundial: Jamaica. Con una apariencia despreocupada y alegre, los Reggae Boyz se ganaron el afecto de todos los espectadores. Después de aquella cita en tierras galas, este simpático conjunto caribeño desapareció para siempre de la escena internacional. A muchos de nosotros nos provoca cierta nostalgia recordar aquellos tiempos. Los protagonistas de la gran hazaña jamaiquina comenzaron a recorrer caminos distintos desde aquel entonces. Historias alegres, curiosas y tristes, todo tiene que ver con aquellos futbolistas llegados de la tierra de Bob Marley.

Contar la épica clasificación al mundial de los dirigidos por el brasileño René Simoes implica detenerse en la figura de quien era el cerebro de aquel equipo: Theodore Whitmore. Este volante ofensivo, de fina técnica y buena potencia física, marcó los dos últimos goles de Jamaica en Francia durante el 2-1 sobre Japón. Es uno de los pocos que se mantiene en actividad, defendiendo los colores del Seba United, club al que llegó hace un año y medio procedente del Tranmere. En Inglaterra pasó también por el Hull City, en el cual permaneció por espacio de tres temporadas y logró disfrutar de la mayor continuidad en su carrera. Además de los ya citados, “Tappa” también jugó en el Livingston escocés y tuvo una breve excursión por el Ajax de Ciudad del Cabo.

A Whitmore no le faltaban cualidades técnicas como para hacer una carrera más importante, pero terminó quedándose en el intento y pasó demasiado tiempo recluido en la marginal liga jamaiquina, donde ya había vestido las camisetas de los clubes Montego Bay Boys y Violet Kickers, además de un paso previo por su actual equipo. Dejando de lado el aspecto futbolístico, este hábil mediocampista recibió un durísimo golpe el 28 de enero de 2001. Después de disputar un amistoso frente a Bulgaria, sufrió un gravísimo accidente de tránsito en el que perdió la vida su compañero Stephen Malcolm. “Shorty”, como era llamado el volante debido a su escasa estatura, había sido otro de los partícipes del inolvidable mundial de Francia. El fútbol jamaiquino se vistió de luto por haber perdido a uno de los heroicos Reggae Boyz. Tristemente no sería la única vez, porque a principios de 2005 falleció de manera similar otro integrante de aquel equipo: Peter Cargill, quien jugó durante siete años en el Maccabi Netanya de Israel, país donde también integró el equipo del más renombrado Beitar Jerusalén.

La tragedia nunca se separó de los futbolistas jamaiquinos. Pocos meses antes de Cargill, quien murió en una carretera fue Winston Anglin, un jugador cuyos problemas con las drogas y actos de indisciplina lo fueron alejando del equipo nacional, por lo que no llegó a integrar el plantel que logró la histórica clasificación al mundial.

Para la próxima entrega, algunas historias más sobre los Reggae Boyz.