Fútbol en la isla

Después de una ausencia prolongada —quizás un poco más que lo debido— aquí estoy de vuelta en el Café, y ¿qué mejor manera de regresar que un artículo sobre el fútbol en un rincón donde pocos imaginan que existe?

Marginal, aislado de los medios de comunicación y absolutamente desconocido para casi todo el planeta. Así es el fútbol de Aruba, uno de los países cuya selección nacional ostenta resultados poco alentadores en una confederación sin demasiada fuerza, pero que aún así sueña con progresar. Muy lejos del mar de dinero en el que navega el deporte mundial, el deporte en esta pequeña isla de arenas blancas tiene una historia muy corta.

Si bien la Arubaanse Voetbal Bond fue fundada en 1932, el primer campeonato organizado por esta entidad recién tuvo lugar casi tres décadas después, en el año 1960. En aquella época, el fútbol ya representaba una enorme atracción en todo el planeta, y la pasión por el juego iba en aumento. Pero mientras un joven Pelé se preparaba para conquistar el mundo, la situación balompédica en Aruba era netamente distinta. Los clubes que participaban del torneo oficial eran apenas diversos grupos de amigos que se unían para representar a sus barrios. La organización era extremadamente precaria y cada giro de pelota era presenciado por unas pocas decenas de espectadores. Al mismo tiempo, el objetivo de intentar establecer un torneo en una despoblada sociedad caribeña no producía más que dificultades.

Pese al carácter dependiente de Aruba —por aquel entonces perteneciente a las Antillas Holandesas— este campeonato siempre fue exclusivo para los equipos que se encontraban dentro de los límites de la isla. Aún así, los mejores conjuntos del certamen anual eran invitados a participar de la Kopa Antiano, un trofeo en el que debían enfrentarse a clubes de Curaçao y Bonaire, las otras dos islas holandesas. Este título solamente fue conseguido en dos ocasiones por representantes de Aruba: Racing Club en el 65 y SV Estrella en el 70. Esta disposición se mantuvo hasta 1985, dado que la isla obtuvo su independencia al año siguiente.

A partir de que Aruba logró separarse del resto de las antillas, el SV Estrella se convirtió en el club más exitoso, habiendo conseguido ocho de sus doce títulos en estos últimos 21 años. Por el contrario, el equipo que se mantiene como el máximo ganador de la liga, el Dakota, apenas obtuvo una de sus 15 coronaciones en el mismo período. Con una decena de campeonatos aparece un club con una denominación habitual en muchas otras latitudes: el Racing Club, conjunto de camiseta tricolor: blanca, azul y roja.

Actualmente, diez equipos conforman la División de Honor. Éstos se enfrentan dos veces entre sí a lo largo de las 18 fechas que tiene como duración el certamen. Después de esa primera fase, los cuatro mejores disputan un cuadrangular, que consta de seis jornadas y clasifica a dos clubes para las finales. Los conjuntos ubicados en el octavo y noveno puesto juegan una liguilla de promoción, mientras que el último desciende a la División Uno. La tercera categoría es denominada División Dos y tiene un formato similar a las anteriores. El líder de la División de Honor es La Fama, que nunca pudo consagrarse campeón. Segundo se ubica Brittania, que obtuvo su primera y única corona en 2005. El defensor del título es Deportivo Nacional, de la ciudad de Noord, y se encuentra en la cuarta colocación.

Un último dato acerca del fútbol doméstico en este país: las 46 ediciones que se llevan disputadas del torneo se repartieron entre ocho equipos. De esos conjuntos, seis se encuentran en la División de Honor. Bubali, ganador del certamen en 1975, se encuentra en el cuarto puesto de la División Uno, mientras que San Luis Deportivo, campeón en 1984, descendió a la tercera categoría a mediados del año pasado.

La selección nacional de Aruba puede jactarse de ser una de las menos exitosas sobre la faz de la tierra. Actualmente está posicionado 201 en el ranking de la FIFA y comparte este último escalón con ignotos países como Guam y Belice. Desde el empate en dos conseguido ante Puerto Rico el 18 de marzo de 2000 ha perdido los diez encuentros oficiales que disputó. Eso no es todo. A lo largo de su historia, este equipo ha jugado 61 partidos, de los cuales apenas ganó cinco. Todas sus victorias fueron ante conjuntos diferentes: Surinam (en el 44), Cuba (55), Guyana Francesa (98), Puerto Rico (2000) y Antillas Holandesas (97). El dato más curioso está relacionado con los partidos en los que Aruba se vio las caras ante este último rival, su vecino, porque desde 1924 estas selecciones registran 29 enfrentamientos, de los cuales 20 terminaron en triunfo para los antillanos, 8 resultaron en empates y tan sólo el ya mencionado hecho histórico de 1997 torció un poquito las tendencias.

El representativo nacional hace de local en el estadio Guillermo Próspero Trinidad, una modesta construcción con capacidad para cerca de seis mil espectadores. Además de albergar los esporádicos encuentros internacionales que disputa la isla, en este recinto se disputan buena parte de los partidos de liga, ya que la mayoría de los equipos no tiene un estadio propio. Así transcurre el fútbol en pleno Caribe, un lugar que permanece alejado de los primeros planos, pero donde la pasión es la misma que en todo el mundo.