Históricos de la Serie C1 (III): Foggia y Salernitana

Les dejo la tercera entrega de esta serie, que recuerda a los equipos caídos en la Serie C1. En esta ocasión, los clubes que nos ocupan son el Foggia y la Salernitana, dos instituciones que gozaron la gloria de codearse con los más grandes hace no muchos años y ahora militan en la tercera categoría del calcio.

El Foggia sueña con recuperar su mística ganadora

Un goleador implacable y un entrenador ultra ofensivo: esa fue la fórmula del Foggia para entrar en los primeros planos del calcio durante el inicio de los ’90. El encargado de perforar las redes rivales era un joven prácticamente desconocido que apenas superaba los 20 años. Se llamaba Giuseppe Signori, y durante las tres temporadas que permaneció en el club disputó un centenar de partidos, consiguiendo un total de 40 tantos. Fuera del campo de juego, el destino del equipo era manejado por el checo Zdenek Zeman, un auténtico amante del fútbol de ataque, quien predicaba en todo momento sus ideas de avanzar audazmente sobre el campo enemigo, aún arriesgando el arco propio.

La combinación Signori-Zeman resultó verdaderamente explosiva, y el Foggia pronto alcanzó niveles insospechados poco tiempo atrás. Después de ascender desde la Serie C1 en 1989, al checo sólo le tomó dos temporadas introducir al club en la elite. Fue en la temporada 91/92, la primera de esa etapa en la Serie A, cuando el equipo obtuvo un dignísimo noveno puesto. Guiado por la buena estrella de Zeman, quien ya había dirigido al club durante la campaña 86/87 en la Serie C1, el Foggia siguió por el mismo rumbo: la undécima colocación conseguida un año más tarde y un nuevo noveno lugar en 1994 confirmaron la regularidad de este conjunto.

Aún sin el aporte de Signori, contratado por Lazio en el 92, el Foggia mantenía el nivel alcanzado anteriormente. Pero todo comenzó a desbarrancarse cuando Zeman siguió el mismo camino que el goleador y partió rumbo a la capital italiana. Apenas una temporada después, en 1995, el club se fue al descenso. Muchos de los equipos humildes que supieron codearse con los grandes a principios de los ’90 sufrieron estrepitosas caídas en los años posteriores. El Foggia no fue la excepción, ya que dos descensos consecutivos lo mandaron a la Serie C2 en el 99. Después de cuatro campeonatos en esta difícil y alejada categoría, el club volvió a la C1 en 2003.

Tras el último ascenso conseguido, la institución pasó varias temporadas en la intrascendencia para retomar su mejor forma en el torneo de 2006/07, cuando clasificó cuarto y perdió, en tiempo extra, la final por el ascenso ante el Avellino. La coronación en la Copa Italia de la Serie C no fue suficiente, ya que las expectativas estaban puestas en volver a estar un escalón debajo de la máxima categoría. Hoy marcha noveno en el certamen, y las posibilidades de que vuelva a realizar una campaña aceptable son ínfimas. Añorando los viejos tiempos de gloria y las alegrías vividas con la gran dupla Signori-Zeman, los fanáticos del Foggia sueñan con encontrar una nueva fórmula mágica para el éxito.

La historia anterior
El primer paso del Foggia por la Serie A se originó del mismo modo que el último: luego de conseguir dos ascensos en tres campeonatos. Después de haber pasado casi toda su existencia navegando entre las antiguas Serie C y IV Serie, llegó a la máxima categoría en 1964. En su primera temporada con los grandes, consiguió la que sería su mejor ubicación histórica, un noveno puesto que sólo igualaría en tiempos de Zeman, treinta años después. Después de haber descendido en el 67, pasó más de una década obrando como equipo ascensor, ya que hasta 1978 totalizó tres regresos a la Serie A, siempre con más pena que gloria. Ese mismo año empezó a caer y en apenas dos temporadas se situó en la Serie C1, lugar de donde solamente salió por un breve período antes de que la gloria golpeara nuevamente a su puerta.

Jugadores destacados
De la última etapa del Foggia en la Serie A pueden destacarse varios jugadores. Uno de ellos es el holandés Bryan Roy, quien llegó al club procedente del Ajax y luego pasaría al Nottingham Forest, donde permaneció por un buen tiempo. Otro que se destacó en Inglaterra fue el lateral rumano Dan Petrescu, quien defendió los colores rojo y negro por espacio de dos temporadas durante la época de Zeman.
Más nombres famosos en esos planteles son los del argentino José Chamot, tres veces mundialista con la albiceleste, el costarricense Hernán Medford, que ostenta dos participaciones en copas del mundo, y Luigi Di Biagio, quien pasó a la historia en los cuartos de final de Francia 98 por errar el penal decisivo ante la selección local, que posteriormente se consagraría campeona.


Salernitana: en busca de una tercera excursión a la gloria

Su historial apenas registra dos pasos —espaciados más de medio siglo— por la Serie A. En ambos casos, la dulce estadía duró apenas una temporada. El primero de ellos fue en 1947/48, año en que el Torino se adjudicó el cuarto de los cinco títulos consecutivos que marcaron una época en el calcio. El último y más reciente paso de la Salernitana por la máxima categoría fue en el torneo de 1998/99, año en que el otro equipo de la ciudad de Turín, la Juventus, se consagró campeón.

El período de tiempo que separa los dos hitos más importantes en la historia de esta institución podría representarse como un terreno con muy pocas ondulaciones. Casi sin llamar la atención en ningún momento, la Salernitana pasó la mayor parte de su historia en la tercera división —36 temporadas—, con algunos paseos prolongados por la Serie B —14 temporadas—. Para graficar la estabilidad basta señalar que desde que se estableció el actual formato de competencia de la Serie C1, en 1978, hasta la actualidad, este conjunto es uno de los que más tiempo permaneció en la categoría. Disputó 18 de los 30 torneos de este certamen y podría convertirse en líder de este rubro el próximo año, ya que los tres clubes que lo superan no están actualmente en la categoría. Lo que se dice un gran equilibrio.

Después de haber descendido a mediados de 1999, su historia se tornó turbulenta. Si bien el rendimiento deportivo era apenas dispar, los problemas financieros comenzaron a hacer estragos en la vida institucional de la Salernitana. Ocupó puestos de descenso en 2003, aunque logró permanecer en la categoría gracias al “Caso Catania”, una protesta encabezada por aquel club que derivó en el aumento de la liga de 20 a 24 equipos.

Pese a haber sacado provecho de ese guiño del destino, la Salernitana no corrió la misma suerte dos temporadas más tarde: clasificó 13º y fue obligado a descender debido a la complicada situación económica que atravesaba. Como si hubiera sido un anticipo al escandaloso Moggigate, que ocurriría un año después, ese torneo de la Serie B estuvo signado por el escándalo. Genoa y Torino fueron privados de los ascensos conseguidos, por arreglos de partidos y problemas económicos, respectivamente. Esta última causa también fue la provocó que el Perugia —que había terminado el certamen en zona de ascenso— y el Venezia perdieran la categoría. Cinco equipos penalizados por irregularidades en una segunda división, todo un bochorno. Después de aquel fatídico episodio, el club pasó a ser conocido como Salernitana Calcio 1919, dejando atrás la denominación de Salernitana Sport, adquirida casi treinta años atrás.

De la última campaña de este conjunto en el calcio quedan varios recuerdos interesantes. Uno de ellos es la figura del camerunés Rigobert Song, aquel defensor de extraño peinado que pasaría al Liverpool varios meses antes de que se consumara el descenso. También estaban en ese equipo otros nombres que más tarde adquirieron relevancia, como el goleador Marco Di Vaio y David Di Michele. Sin embargo, quien aparece como el jugador de aquel plantel que más éxitos acumularía a lo largo de su carrera es alguien a quien pocos catalogan como un gran futbolista, pero que es casi idolatrado por al menos dos miembros de este sitio. Se trata del señor Gennaro Ivan Gattuso