Nombres curiosos en el fútbol argentino

Para los que tenemos como pasatiempo bucear en los distintos torneos de cada país, es habitual toparse con equipos cuyos nombres resultan extraños, curiosos o atractivos. Argentina no es la excepción a esta regla, y son varios los conjuntos que se ajustan al concepto de poseer una denominación particular.

Si bien en este momento no hay ningún nombre curioso en la elite, a partir de la segunda división se empiezan a encontrar los diversos especimenes. El primero de ellos es un club que fue bautizado en honor al gran libro de Lew Wallace, que en 1959 fue inmortalizado con la exitosa película protagonizada por el recientemente fallecido Charlton Heston. Se trata de Sportivo Ben Hur, de la ciudad santafesina de Rafaela. Además de competir desde hace varios años en la Primera B Nacional, esta institución ha conseguido varios logros a través de su equipo de básquetbol.

No son demasiados los nombres curiosos que pueden encontrarse en las categorías de ascenso de la zona metropolitana. En la Primera B nos topamos con All Boys, histórico equipo del barrio de Floresta con experiencia en la elite y un presente que lo encuentra puntero. Una categoría más abajo aparece Sacachispas Fútbol Club. Originario del barrio de Villa Soldati, se eligió la curiosa combinación de lila y blanco para su camiseta debido a una flor que se encontraba en el campo de juego durante la época de su fundación.

Un nombre bastante curioso es el de un club que ya no existe: Piraña. Este conjunto fue afiliado a la Asociación del Fútbol Argentino en 1961. En la cuarta división se mantuvo hasta 1978, cuando después de muchos intentos frustrados por fin consiguió el ascenso al tercer nivel. Apenas se mantuvo una temporada en la categoría, ya que en 1979 finalizó último y fue obligado a volver a su lugar de origen. Como si no hubiera soportado bastantes decepciones, Piraña sufrió un nuevo descenso al año siguiente, fue desafiliado y desapareció para siempre del fútbol argentino.

Una particularidad de las categorías metropolitanas es la existencia de varios equipos que representan a colectividades de inmigrantes, adoptando el nombre e incluso los colores del país de origen de sus fundadores. El más popular de estos es el Deportivo Español, que se mantuvo en la Primera División hasta fines de la década del ’90, momento en que se desató una profunda crisis institucional, y hoy disputa el torneo de Primera B. Los graves problemas económicos llevaron al equipo de los ibéricos a perder su estadio. El recinto permaneció abandonado durante muchos años, hasta que se reabrió hace unos meses.

En la misma categoría que Español se encuentran otros dos clubes relacionados con países de Europa. El primero de ellos es el Deportivo Italiano, que hace poco más de dos décadas hizo su única aparición en la elite. El otro es el Deportivo Armenio, que también tuvo un breve paso por el círculo privilegiado a fines de los ’80.

Ya en la Primera D encontramos al Deportivo Paraguayo, una humilde institución fundada en 1961 que pasó casi toda su existencia en el sótano del fútbol argentino. El Deportivo Coreano fue creado en la ciudad de Lobos, Provincia de Buenos Aires, hace exactamente tres años, y tiene la particularidad de poseer un sitio web bilingüe coreano-español. Un importante crecimiento en su corta existencia lo llevó a situarse en el Torneo Argentino B, certamen en el que actualmente pelea por evitar el descenso.

En la ciudad santafesina de Reconquista, cuna del gran goleador Gabriel Batistuta, podemos encontrar un verdadero equipo de vanguardia: el Atlético Adelante. Esta institución no posee demasiado éxito en materia futbolística, pero su variedad de disciplinas y prolijas instalaciones lo convierten en un importante fenómeno social de la zona.

El honor de poseer el nombre más curioso del fútbol argentino podría ser otorgado casi sin ninguna duda a una institución de la ciudad bonaerense de Pergamino llamada Douglas Haig. No solo es curioso que un equipo de estas latitudes haya recibido su nombre por el de un militar inglés, sino que resulta al menos pintoresca la reputación de este hombre. Designado Mariscal de Campo durante la Primera Guerra Mundial, los discutibles conocimientos sobre tácticas de combate le valieron al bueno de Douglas el apodo de “El Carnicero de Somme”, ya que se lo responsabilizó por las numerosas bajas sufridas por los británicos en aquella batalla. A casi un siglo del conflicto bélico y aún con un pequeño número de defensores, la impericia de Haig aún sigue siendo objeto de burla en Inglaterra.

Si nos mudamos a la región cuyana, más precisamente a San Juan, nos topamos con un equipo cuyo nombre no admite más que asombro: Sportivo Desamparados. Son dos los motivos que inspiraron a los fundadores de este club a elegir, hace casi 80 años, tan curiosa denominación. Por un lado, la plaza en la que se reunían, que se llamaba de esa manera, y por otro, la Virgen de los Desamparados, que tiene su basílica en la ciudad española de Valencia. En la misma provincia existe un equipo llamado Sportivo Árbol Verde, que milita en la quinta y última categoría del fútbol argentino. En este caso, el por qué de la elección del nombre se mantiene como un verdadero misterio.

Es muy extraño encontrar clubes cuyos nombres empiecen con la letra ‘ñ’. No obstante, la ciudad de Monteros, situada en Tucumán, puede jactarse de poseer un equipo que tiene esta letra por duplicado en su denominación. Se trata de Ñuñorco, que lucha por mantener la categoría en el complicado Torneo Argentino B.

En honor al club del legendario Garrincha, una institución de la ciudad bonaerense de Rauch, situada en la provincia de Buenos Aires, eligió llamarse Botafogo Fútbol Club. A diferencia de su homónimo brasileño, este equipo viste una camiseta azul y blanca. En la pequeña ciudad de Daireaux se encuentra el Club Atlético Bull Dog. Todavía no hay certezas acerca del origen de esta denominación, bastante “canina” por cierto.

Siguiendo en la provincia más poblada de la Argentina, una entidad de Mar del Plata fue bautizada en honor a las ricas minas de diamantes situadas en Sudáfrica. Se trata de Kimberley, un club que supo convertirse en partícipe habitual de los viejos torneos nacionales durante la década de los ’70. Si bien hace rato que no se codea con los más grandes, es la institución deportiva con mayor cantidad de socios en esta importante ciudad de la Costa Atlántica, además de ser uno de los conjuntos más exitosos en la liga local. Por cierto, es necesario aclarar que posee un escudo bastante bonito por tratarse de un conjunto argentino. También en Mar del Plata existe un club que posee un nombre tan curioso como intrigante, del que no se puede averiguar demasiado ni queda mucho por decir: Al Ver Verás.